OBJETIVOS DE LA POLÍTICA DE PRECIOS

a) Conseguir una determinada rentabilidad sobre el capital invertido. Este objetivo es generalmente el más perseguido por la mayoría de las empresas, cuyas producciones requieren grandes inversiones. El objetivo de rentabilidad perseguido puede ser a corto o largo plazo, aunque en líneas generales suele perseguirse a largo plazo.

 b) Conseguir una determinada rentabilidad sobre las ventas Este suele ser objetivo preferente de la mayoría de los diferentes intermediarios y para la mayoría de los productos. Esta rentabilidad suele perseguirse a corto plazo.

  c) Conseguir una determinada participación en el mercado. En algunas empresas, el objetivo principal de los precios consiste en obtener una determinada participación en el mercado. Evidentemente, la participación deseada en el mercado se logra no solamente con un nivel adecuado de precios, sino también con otros múltiples factores sobre los que la empresa puede ejercer su control. La participación del mercado deseada por la compañía, es aquella que la proporciona una determinada rentabilidad sobre el capital y una seguridad en el nivel de ventas.

 d) Conseguir el máximo beneficio. Este ha sido tradicionalmente, el objetivo preferente de la mayoría de las empresas, grandes o pequeñas. La política de precios que persigue este objetivo tiene cada día peor imagen pública, ya que este objetivo suele ir asociado a unos precios altos y situaciones monopolísticas. Esta política de optimación de beneficios suele considerarse para el conjunto de todos los productos fabricados o distribuidos por la empresa, más que para cada producto en particular. Es más, algunas empresas venden determinados productos a precios tales que no proporcionan ningún beneficio, pero los cuales suelen ser un atractivo para la llegada de nuevos clientes a los que se suelen vender otros productos más remuneradores. De esta forma, la empresa puede conseguir los máximos beneficios totales, aunque no lo consiga en cada uno de sus productos.

  e) Soportar o evitar la competencia. El objetivo de mantener la competencia existente o de evitar una nueva competencia ha sido tradicionalmente perseguido por las políticas de precios de algunas empresas. Cuando existe alguna compañía líder en el mercado, la política de precios de las empresas competidoras suelen moverse de hecho en las mismas direcciones que la de la empresa líder, evitando de esta forma las posibles guerras de precios que a todas perjudicarían. Algunas empresas siguen una política de precios que evite la competencia, fijando unos precios tales que desanimen a los posibles competidores. Esta política suele practicarse en el caso de nuevos productos de lenta introducción en el mercado.

Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas