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miércoles, 27 de junio de 2012

CASOS PARTICULARES


En materia de activos financieros, la norma novena hace también referencia a un conjunto de casos especiales a los que da un tratamiento detallado. Debido a su especificidad, y por razones de espacio, vamos a tratarlos brevemente. Estos son los siguientes: 

a) Instrumentos financieros híbridos:

 son los denominados "productos estructurados", que están compuestos, al menos, por un instrumento derivado y otro no derivado. Respecto a éstos, hay que tener en cuenta que, junto a su régimen específico contenido en el apartado 5.1 de la norma novena, hay que atender también a lo señalado en la cartera de Otros a valor razonable con cambios en Pérdidas y ganancias, a la que anteriormente hicimos referencia. Un ejemplo sería un depósito garantizado que paga el 75% de la revalorización media del IBEX 35 y el EUROSTOXX 50 en un período anual. En este ejemplo, dada la diferencia de naturaleza entre los riesgos de la operación de contado (riesgo de crédito) y el derivado sobre los índices bursátiles (riesgo de mercado, fundamentalmente), procedería contabilizar dichos instrumentos por separado, salvo que se optara por valorar el instrumento híbrido en su conjunto a valor razonable con cambios en Pérdidas y ganancias.

 b) Derivados con subyacente que sean instrumentos de patrimonio no cotizados cuyo valor razonable no pueda ser determinado con fiabilidad: 

se valoran por el coste, deducido en su caso el deterioro. c) Contratos que se mantengan con el propósito de recibir o entregar un activo no financiero: a éstos ya hicimos referencia al tratar la cartera de Negociación. Estos contratos son fundamentalmente derivados sobre subyacentes no financieros con entrega física (no obstante, la norma hace una excepción con aquellos en los que, existiendo la entrega física, se proceda a vender en un corto período de tiempo el subyacente recibido). El tratamiento contable es como un anticipo a cuenta de compras o ventas y, por lo tanto, a diferencia de los derivados financieros o los que se liquidan por diferencias (sean financieros o no), no se tratan a valor razonable. El ejemplo más característico de este tipo de contratos es el de compra-venta a plazo, que se suele aplicar para el aprovisionamiento de materias primas, entre otros. d) Coberturas contables: la norma novena recoge un poderoso instrumental para la contabilización de las operaciones de cobertura. 

Las características esenciales que se deben cumplir para que podamos aplicar la norma de coberturas contables son las siguientes: 

— Debe tratarse de un riesgo específicamente identificado. 

— El riesgo debe ser susceptible de producir un impacto en Pérdidas y ganancias por cambios en el valor razonable o en los flujos de efectivo o en ambos. 

— El instrumento designado como cobertura debe ser un derivado, con la única excepción de la cobertura del tipo de cambio. En este último caso se puede realizar con activos o pasivos financieros distintos de los derivados. 

— No son admisibles las coberturas de activos netos de pasivos, ni viceversa.

— Se requiere una designación formal y una documentación de la operación. La cobertura ha de ser altamente eficaz.

 — La norma distingue tres tipos de cobertura: 

1. Valor razonable: por ejemplo, la cobertura de las variaciones en la cotización de unas acciones que se mantienen en cartera. En este caso, todas las variaciones en los instrumentos se llevan a resultados del ejercicio. 

2. Flujos de efectivo: por ejemplo, la cobertura de los efectos derivados de una variación en los tipos de interés sobre un préstamo a tipo variable, tal y como se recoge en el ejemplo 8. Las variaciones se recogen transitoriamente en cuentas de patrimonio neto hasta el momento de su imputación a resultados del ejercicio. 

3. Inversión neta de negocios en el extranjero: consiste en la cobertura del efecto derivado del tipo de cambio sobre el patrimonio neto de una filial o sucursal en el extranjero que se vea afectada por el riesgo-divisa. Las variaciones se recogen transitoriamente en cuentas de patrimonio neto hasta el momento de imputación a resultados del ejercicio, cuando se produzca la enajenación de la participación.


EJEMPLO 8: El 01-01-X7 la compañía "BANCARREGLADA, SA" obtiene una financiación a tipo de interés variable a 5 años, por importe de 1.000 €. Dada su elevada solvencia la compañía se financia a EURIBOR un año. Debido al elevado volumen de la operación, y ante la expectativa de subida de tipos de interés, la compañía contrata un swap de tipos de interés que le permita cubrir este riesgo. El swap se realiza por cinco años, encajando perfectamente con los flujos del préstamo. El tipo fijo al que contrata es del 4%. La operación se considera que produce una cobertura completa y altamente eficaz, y así se documenta. La evolución del EURIBOR y el valor del swap (una vez liquidado el flujo del período): Fecha Euribor ValoraciÛ n 01-01-2007 31-12-2007 31-12-2008 31-12-2009 31-12-2010 31-12-2011 4% 5% 6% 7% 6% 0,00 35,46 53,46 54,24 18,87 0,00 Nota 1: consideramos que en todo momento la curva EURIBOR es plana. Nota 2: prescíndase de cualquier consideración fiscal. — 01-01-2007 Por el reconocimiento de la deuda: 1.000 Bancos (572) a Deudas a l/p ent. cred. (170) 1.000 _________________ o _________________ — 31-12-2007 Por la liquidación de intereses: 40 Intereses de deudas l/p (662) a Bancos (572) 40 _________________ o _________________ Por la valoración del swap: 35,46 Activos por derivados financieros l/p (255) a Beneficios por coberturas de flujos de efectivo (910) 35,46 _________________ o _________________ Por la regularización del patrimonio: 35,46 Beneficios por coberturas de flujos de efectivo (910) a Cobertura de flujos de efectivo (1340) 35,46 _________________ o _________________ — 31-12-2008 Por la liquidación de intereses: 50 Intereses de deudas l/p (662) a Bancos (572) 50 _________________ o _________________ Por la valoración del swap: 28 Activos por derivados financieros l/p (255) a Beneficios por coberturas de flujos de efectivo (910) 28 _________________ o _________________ Por la liquidación del swap: 10 Bancos (572) a Activos por derivados financieros l/p (255) 10 _________________ o _________________ Por la aplicación de la cobertura: 10 Transferencia b.º coberturas flujos efectivo (812) a Beneficios de instrumentos cobertura (7633) 10 _________________ o _________________ Por la regularización del patrimonio: 28 Beneficios por coberturas de flujos de efectivo (910) a Cobertura de flujos de efectivo (1340) 18 a Transferencia b.º coberturas flujos efectivo (812) 10 _________________ o _________________ — 31-12-2009 Por la liquidación de intereses: 60 Intereses de deudas l/p (662) a Bancos (572) 60 _________________ o _________________ Por la valoración del swap: 20,78 Activos por derivados financieros l/p (255) a Beneficios por coberturas de flujos de efectivo (910) 20,78 _________________ o _________________ Por la liquidación del swap: 20 Bancos (572) a Activos por derivados financieros l/p (255) 20 _________________ o _________________ Por la aplicación de la cobertura: 20 Transferencia b.º coberturas flujos efectivo (812) a Beneficios de instrumentos cobertura (7633) 20 _________________ o _________________ Por la regularización del patrimonio: 20,78 Beneficios por coberturas de flujos de efectivo (910) a Cobertura de flujos de efectivo (1340) 0,78 a Transferencia b.º coberturas flujos efectivo (812) 20 _________________ o _________________ — 31-12-2010 Por la liquidación de intereses: 70 Intereses de deudas l/p (662) a Bancos (572) 70 _________________ o _________________ Por la valoración del swap: 5,37 Pérdidas por coberturas de flujos efectivo (810) a Activos por derivados financieros l/p (255) 5,37 _________________ o _________________ Por la liquidación del swap: 30 Bancos (572) a Activos por derivados financieros l/p (255) 30 _________________ o _________________ Por la aplicación de la cobertura: 30 Transferencia b.º coberturas flujos efectivo (812) a Beneficios de instrumentos cobertura (7633) 30 _________________ o _________________ Por la regularización del patrimonio: 35,37 Cobertura de flujos de efectivo (1340) a Transferencia b.º coberturas flujos efectivo (812) 30 a Pérdidas por coberturas de flujos efectivo (810) 5,37 _________________ o _________________ Por la reclasificiación de la deuda: 1.000 Deudas a l/p ent. cred. (170) a Deudas c/p ent. cred. (520) 1.000 _________________ o _________________ Por la reclasificiación del swap: 18,87 Activos por derivados financieros c/p (5590) a Activos por derivados financieros l/p (255) 18,87 _________________ o _________________ — 31-12-2011 Por la liquidación de intereses: 60 Intereses de deudas l/p (662) a Bancos (572) 60 _________________ o _________________ Por la valoración del swap: 1,13 Activos por derivados financieros c/p (5590) a Beneficios por coberturas de flujos de efectivo (910) 1,13 _________________ o _________________ Por la liquidación del swap: 20 Bancos (572) a Activos por derivados financieros c/p (5590) 20 _________________ o _________________ Por la aplicación de la cobertura: 20 Transferencia b.º coberturas flujos efectivo (812) a Beneficios de instrumentos cobertura (7633) 20 _________________ o _________________ Por la regularización del patrimonio: 18,87 Cobertura de flujos de efectivo (1340) 1,13 Beneficios por coberturas de flujos de efectivo (910) a Transferencia b.º coberturas flujos efectivo (812) 20 _________________ o _________________ La evolución del balance por la parte concerniente a la operación de cobertura sería: ACTIVO 01-01-X7 31-12-X7 31-12-X8 31-12-X9 31-12-X10 31-12-X11 Bancos Swap 1.000 960 35,46 920 53,46 880 54,24 840 18,87 800 0 Total 1.000 995,46 973,46 934,24 858,87 800 PASIVO 01-01-X7 31-12-X7 31-12-X8 31-12-X9 31-12-X10 31-12-X11 Deudas PyG Patrimonio Reservas 1.000 1.000 –40 35,46 1.000 –40 53,46 –40 1.000 –40 54,24 –80 1.000 –40 18,87 –120 1.000 –40 0 –160 Total 1.000 995,46 973,46 934,24 858,87 800

INTERESES Y DIVIDENDOS RECIBIDOS EN ACTIVOS FINANCIEROS



El planteamiento en la norma novena de esta cuestión es esencialmente el mismo que el del Plan de 1990: segregación de los importes devengados antes de la adquisición y que todavía no sean efectivos. No obstante, también se introduce una novedad en los siguientes términos: "Asimismo, si los dividendos distribuidos proceden inequívocamente de resultados generados con anterioridad a la fecha de adquisición, porque se hayan distribuido importes superiores a los beneficios generados por la participada desde la adquisición, no se reconocerán como ingresos, y minorarán el valor contable de la inversión."

BAJA DE ACTIVOS FINANCIEROS



Este apartado trata las reglas para considerar en qué situaciones se deben dar de baja los activos financieros. La norma establece dos casos de baja; el primero, en el que se exige la cesión sustancial de riesgos y beneficios, se expresa en los siguientes términos: "La empresa dará de baja un activo financiero, o parte del mismo, cuando expiren o se hayan cedido los derechos contractuales sobre los flujos de efectivo del activo financiero, siendo necesario que se hayan transferido de manera sustancial los riesgos y beneficios inherentes a la propiedad del mismo, en circunstancias que se evaluarán comparando la exposición de la empresa, antes y después de la cesión, a la variación en los importes y en el calendario de los flujos de efectivo netos del activo transferido. Se entenderá que se han cedido de manera sustancial los riesgos y beneficios inherentes a la propiedad del activo financiero cuando su exposición a tal variación deje de ser significativa en relación con la variación total del valor actual de los flujos de efectivo futuros netos asociados con el activo financiero (tal como las ventas en firme de activos, las cesiones de créditos comerciales en operaciones de factoring en las que la empresa no retenga ningún riesgo de crédito ni de interés, las ventas de activos financieros con pacto de recompra por su valor razonable y las titulizaciones de activos financieros en las que la empresa cedente no retenga financiaciones subordinadas ni conceda ningún tipo de garantía o asuma algún otro tipo de riesgo).

A pesar de lo subjetivo de los conceptos introducidos en el párrafo, podemos concluir que los activos normalmente se darán de baja cuando se produzca alguna de las siguientes situaciones: 

— Se entregue la propiedad a terceros, desapareciendo los derechos de la empresa derivados de dichos activos. 

— Los activos se extingan, junto con los derechos que éstos conllevan. 

— Se cedan a terceros una gran parte de los derechos inherentes al activo, conservando una parte residual de los mismos.

 El PGC 07 también recoge un segundo caso, más complejo y ambiguo, sobre la baja de activos financieros: "Si la empresa no hubiese cedido ni retenido sustancialmente los riesgos y beneficios, el activo financiero se dará de baja cuando no hubiese retenido el control del mismo, situación que se determinará dependiendo de la capacidad del cesionario para transmitir dicho activo. Si la empresa cedente mantuviese el control del activo, continuará reconociéndolo por el importe al que la empresa esté expuesta, a las variaciones de valor del activo cedido, es decir, por su implicación continuada, y reconocerá un pasivo asociado." Este último caso es similar al planteado en la consulta al Instituto de Contabilidad y Auditoria de Cuentas, resuelta en el BOICAC n.º 6 de julio de 1991, sobre cesiones temporales de activos. A su vez, esta misma cuestión está planteada en la norma de valoración decimocuarta del Plan de Contabilidad de Entidades Aseguradoras, aprobado por Real Decreto 2014/1997, sobre cesiones temporales de activos. En cualquier caso, las diferencias positivas o negativas que surjan entre el valor de lo entregado y lo recibido deberán incorporarse a los resultados del ejercicio, teniendo en cuenta también la transferencia a resultados de las diferencias positivas o negativas recogidas en el patrimonio neto.


RECLASIFICACIÓN DE ACTIVOS FINANCIEROS

Este apartado trata la cuestión que surge cuando cambian las condiciones iniciales y nuestras inversiones tienen un propósito diferente al que inicialmente les fue atribuido. En ese caso es posible que sea necesario aplicar un tratamiento valorativo distinto al inicial, derivado del cambio de cartera. La siguiente tabla muestra los cambios de cartera posibles. En el eje vertical se muestran los puntos de partida y en el horizontal los de destino.


TABLA 2. RECLASIFICACIONES DE CARTERA En primer lugar, hay que destacar que estas reclasificaciones se aplican únicamente a efectos contables. Evidentemente, las normas de contabilidad no pueden definir la gestión de la cartera de Activos financieros y, por lo tanto, todos los instrumentos son susceptibles de ser vendidos en cualquier momento sin necesidad de reclasificación. De la tabla anterior se deduce una única reclasificación posible, que sería el traspaso de la cartera de Inversión a vencimiento a Disponible para la venta, y viceversa. Pero la norma también establece unas pequeñas "penalizaciones" para evitar la reclasificación voluntaria por parte de las compañías que no responda a la verdadera finalidad de las operaciones, así como la utilización inapropiada de la cartera de Inversión a vencimiento: "No se podrá clasificar o tener clasificado ningún activo financiero en la categoría de inversiones mantenidas hasta el vencimiento si en el ejercicio a que se refieren las cuentas anuales, o en los dos precedentes, se han vendido o reclasificado activos incluidos en esta categoría por un importe que no sea insignificante en relación con el importe total de la categoría de inversiones mantenidas hasta el vencimiento, salvo aquellas que correspondan a ventas o reclasificaciones:

 — Muy próximas al vencimiento,

 o — Que hayan ocurrido cuando la empresa haya cobrado la práctica totalidad del principal,

 o — Atribuibles a un suceso aislado, fuera del control de la empresa, no recurrente y que razonablemente no podía haber sido anticipado por la empresa." 

La norma establece adicionalmente el criterio de valoración aplicable en caso de producirse dicha reclasificación. En relación a la proximidad al vencimiento, cabe señalar que la Norma Internacional de Contabilidad 39 establece como ejemplo de proximidad al vencimiento el período de tres meses. Lo que probablemente tenga más impacto en las compañías, de la norma de reclasificaciones, es lo siguiente: "La empresa no podrá reclasificar ningún activo financiero incluido inicialmente en la categoría de mantenidos para negociar o a valor razonable con cambios en la cuenta de Pérdidas y ganancias a otras categorías, ni de éstas a aquéllas, salvo cuando proceda calificar al activo como inversión en el patrimonio de empresas del GMA." "Cuando la inversión en el patrimonio de una empresa del grupo, multigrupo o asociada deje de tener tal calificación, la inversión que, en su caso, se mantenga en esa empresa se valorará de acuerdo con las reglas aplicables a los activos financieros disponibles para la venta." La imposibilidad de reclasificación hacia la cartera de Negociación o la otra análoga valorativamente responde a la necesidad de evitar que las reclasificaciones de cartera respondan a criterios distintos del cambio de destino de los activos financieros. 

Por tanto, impidiendo dicha reclasificación, se evita la posibilidad de alterar los resultados del ejercicio o el patrimonio neto de la compañía con el objeto de mostrar importes superiores o inferiores. La reclasificación de las inversiones en el patrimonio del GMA resulta congruente con el resto de la norma cuando se pierda dicha condición. La tabla 2 no recogía esta posibilidad de reclasificación por una razón: las reclasificaciones recogidas en dicha tabla se refieren a actos voluntarios de la compañía o, mejor dicho, que no son fácilmente delimitables a priori. En cambio, la adquisición o pérdida de la condición de dependiente, multigrupo o asociada de una empresa está delimitada en la normativa, de forma que la reclasificación se deberá hacer cuando se cumplan los requisitos que dicha norma establece.

ACTIVOS FINANCIEROS DISPONIBLES PARA LA VENTA



La cartera de activos financieros disponibles para la venta es seguramente la más interesante desde una perspectiva estrictamente contable. La razón es la incorporación de los movimientos con cargo o abono a patrimonio neto y, en consecuencia, la utilización de las ya famosas cuentas de los grupos ocho y nueve. Todo ello al margen de la utilización del controvertido criterio de valor razonable para la valoración sucesiva. También cabe destacar de esta cartera su desafortunada denominación, ya que induce a confusión cuando comenzamos a estudiar las diferentes carteras: la razón es que su nombre da la sensación de incorporar instrumentos a corto plazo o especulativos cuando la realidad es que esos instrumentos acabarían en la cartera de negociación (véase más arriba: Negociación.), y no en la de Disponibles para la venta. En primer lugar, en cuanto al contenido de esta cartera es el siguiente, tal y como se define en la norma novena: "En esta categoría se incluirán los valores representativos de deuda e instrumentos de patrimonio de otras empresas que no se hayan clasificado en ninguna de las categorías anteriores." Aunque en principio aparente ser una cartera que vaya a tener gran relevancia cuantitativa en una compañía, la realidad es que las posibilidades de usarla fuera del sector financiero son reducidas. La razón es que la mayoría de las operaciones financieras que las compañías no financieras realizan se incluyen en alguna de las siguientes categorías: otorgamiento de créditos, operaciones a corto plazo para rentabilizar excedentes de tesorería, mantenimiento de participaciones estratégicas en empresas dependientes, multigrupo o asociadas) y, en ocasiones, operaciones de cobertura utilizando instrumentos derivados. Pero todas las operaciones anteriores reciben en el PGC 07 un tratamiento contable específico y, por lo tanto, no las incluiremos en la cartera de activos financieros disponibles para la venta. 

En la práctica, el único caso en el que aparentemente podría resultar útil sería para participaciones a largo plazo en el patrimonio de una compañía que no se califica como GMA. Esto puede ser corriente en el caso que la empresa participada sea una compañía cotizada, como consecuencia de la elevación del porcentaje de participación para ser considerada como asociada. En cuanto a la incorporación en esta cartera de valores de renta fija a largo plazo, este tipo de operaciones no es habitual fuera del sector financiero. En cuanto a la valoración, esta cartera tiene bastantes elementos en común con la cartera de Negociación. La norma establece respecto a la valoración inicial lo siguiente: "Los activos financieros disponibles para la venta se valorarán inicialmente por su valor razonable que, salvo evidencia en contrario, será el precio de la transacción, que equivaldrá al valor razonable de la contraprestación entregada, más los costes de transacción que les sean directamente atribuibles. Formará parte de la valoración inicial el importe de los derechos preferentes de suscripción y similares que, en su caso, se hubiesen adquirido." Por lo tanto, recuperamos en esta cartera el criterio de valoración inicial a valor razonable, con la presunción de equivalencia a la contraprestación, al igual que en la cartera de Negociación. La valoración sucesiva no presenta grandes dificultades salvo en lo relativo al deterioro. Vamos a analizarlo por partes: "Los activos financieros disponibles para la venta se valorarán por su valor razonable, sin deducir los gastos de transacción en que se pudiera incurrir en su enajenación. Los cambios que se produzcan en el valor razonable se registrarán directamente en el patrimonio neto, hasta que el activo financiero cause baja del balance o se deteriore, momento en que el importe así reconocido se imputará a la cuenta de Pérdidas y ganancias. Cuando deba asignarse valor a estos activos por baja del balance u otro motivo, se aplicará el método del coste medio ponderado por grupos homogéneos." De lo anterior se deduce que el criterio de valoración sucesiva es en todo análogo al anteriormente expuesto para la cartera de Negociación. Pero, a diferencia de aquélla, en ésta vamos a cargar o abonar contra patrimonio neto, utilizando las cuentas de los grupos ocho y nueve, expresamente introducidos como novedad en el PGC 07 para atender estas operaciones. 

Comparando las carteras de Negociación y Disponible para la venta, podemos considerar razonable que, dado el carácter especulativo atribuido a los instrumentos incorporados en la cartera de Negociación, seamos más estrictos y llevemos sus variaciones directamente a la cuenta de Pérdidas y ganancias. En cambio en la cartera de Disponible para la venta, debido al plazo más largo de las operaciones, podría resultar distorsionador hacer lo mismo y, por lo tanto, llevamos las variaciones de valor razonable contra cuentas de patrimonio neto. Además, hay que tener en cuenta los inconvenientes fiscales que podría suponer llevar todas las variaciones de valor razonable a Pérdidas y ganancias. Respecto a esto cabe destacar que el efecto cuantitativo sobre el patrimonio neto será el resultante de incorporar un incremento (disminución) como consecuencia del aumento (disminución) del valor razonable del instrumento, junto con una disminución (incremento) de patrimonio neto como consecuencia del efecto del Impuesto sobre beneficios. De este modo, aunque todavía no se haya incorporado en la base imponible el rendimiento positivo o negativo derivado de dicho instrumento, habrá que reflejar que la verdadera variación de patrimonio neto lo será por el importe de dicho rendimiento deducido el efecto impositivo. En cualquier caso, en el momento de la baja del instrumento se deben trasladar todas las variaciones en el valor razonable hacia la cuenta de Pérdidas y ganancias, incluidas las que se hubieran incorporado en el patrimonio neto. Además, para la valoración en caso de compras sucesivas se mantiene el criterio de coste medio ponderado, al igual que en el PGC de 1990. Los grupos ocho y nueve a los que anteriormente hemos hecho referencia y que posteriormente se tratarán con un ejemplo se denominan respectivamente "Gastos imputados al patrimonio neto" e "Ingresos imputados al patrimonio neto". Su mecánica es similar a las cuentas de gasto e ingreso recogidas en los grupos seis y siete del plan: al cierre del ejercicio, ninguna de dichas cuentas podrá estar recogida en el balance de situación. Al igual que los gastos e ingresos son regularizados utilizando la cuenta 129. Resultados del ejercicio, tampoco las cuentas de los grupos ocho y nueve pueden lucir en el balance. Estas últimas deberán ser regularizadas utilizando las cuentas del subgrupo 13. Subvenciones, donaciones y ajustes por cambios de valor. Dichas cuentas del subgrupo 13 no son cuentas de reservas, ni tienen la misma consideración mercantil que las reservas. De hecho, en el balance, dentro de la rúbrica A) Patrimonio neto se distinguen tres subrúbricas: A-1) Fondos propios (donde se incluyen, entre otras, las reservas propiamente dichas), A-2) Ajustes por cambios de valor (donde se recoge el resultado de regularizar las cuentas de los grupos ocho y nueve), y A-3) Subvenciones, donaciones y legados recibidos. Otras notas de relevancia que también establece la norma novena sobre la valoración sucesiva en esta cartera son las siguientes: "No obstante lo anterior, las correcciones valorativas por deterioro del valor y las Pérdidas y ganancias que resulten por diferencias de cambio en activos financieros monetarios en moneda extranjera, de acuerdo con la norma relativa a esta última, se registrarán en la cuenta de Pérdidas y ganancias. 

También se registrarán en la cuenta de Pérdidas y ganancias el importe de los intereses, calculados según el método del tipo de interés efectivo y de los dividendos devengados. Las inversiones en instrumentos de patrimonio cuyo valor razonable no se pueda determinar con fiabilidad se valorarán por su coste, menos, en su caso, el importe acumulado de las correcciones valorativas por deterioro del valor. Cuando deba asignarse valor a estos activos por baja del balance u otro motivo, se aplicará el método del valor medio ponderado por grupos homogéneos. En el supuesto excepcional de que el valor razonable de un instrumento de patrimonio dejase de ser fiable, los ajustes previos reconocidos directamente en el patrimonio neto se tratarán de la misma forma dispuesta en el apartado 2.5.3 de esta norma. En el caso de venta de derechos preferentes de suscripción y similares o segregación de los mismos para ejercitarlos, el importe de los derechos disminuirá el valor contable de los respectivos activos. Dicho importe corresponderá al valor razonable o al coste de los derechos, de forma consistente con la valoración de los activos financieros asociados, y se determinará aplicando alguna fórmula valorativa de general aceptación." Por lo tanto, aunque las variaciones en el valor razonable del instrumento se incorporen al patrimonio neto, existen algunas operaciones que se van a reflejar en la cuentas de Gasto o Ingreso de Pérdidas y ganancias. Estas operaciones son el deterioro, los dividendos e intereses y las variaciones en el tipo de cambio en partidas monetarias denominadas en moneda extranjera. Además, dentro de la cartera de Disponible para la venta podemos distinguir un subgrupo de instrumentos de patrimonio sobre los que no tenemos datos suficientes o adecuados para calcular el valor razonable. Evidentemente, ante la falta de datos el tratamiento que otorgamos es el de coste. Es destacable la distinción entre valoración con fiabilidad y deterioro: el hecho de no disponer de datos adecuados para valorar con fiabilidad no implica necesariamente que se haya producido un deterioro. El deterioro requiere la existencia de "evidencia objetiva" de falta de recuperabilidad del valor en libros de la inversión. La ausencia de información apropiada no constituye por sí misma una evidencia objetiva. Por ejemplo, las acciones de una compañía que cotice en bolsa pero haya sido suspendida de negociación por alguna razón sobre la que se desconozca el impacto que pudiera tener sobre la cotización, no necesariamente se han deteriorado. No obstante, sí cabe pensar en algunos casos en que sin dicha "evidencia objetiva" podríamos concluir en la existencia de un deterioro. Un ejemplo sería en el caso de las inversiones en una compañía localizada en un territorio que tenga un riesgo-país significativo, y en el que exista en un momento determinado un riesgo significativo de nacionalización o expropiación de la misma como consecuencia de una revolución.

 En ese caso es probable que no dispongamos de datos para valorar la compañía e incluso, aunque los dispusiéramos, éstos resulten de escasa utilidad práctica, aunque atendiendo a las condiciones del entorno cabría realizar una estimación con mayor o menor grado de objetividad sobre las posibilidades de deterioro por las razones apuntadas. La Norma Internacional de Contabilidad 39 señala en su Guía de Aplicación (apartados GA80 y GA81) unos requisitos no acumulativos aplicables para considerar que el valor razonable de un instrumento de patrimonio que no tenga un precio de mercado activo se puede determinar con fiabilidad: a) la variabilidad en el rango de estimaciones razonables de valor razonable no es significativo para ese instrumento, o b) las probabilidades de las diversas estimaciones dentro del rango pueden ser razonablemente valoradas y utilizadas al estimar el valor razonable. Independientemente de la subjetividad de dichos requisitos, parece evidente que, si se diera alguno de aquellos casos, deberíamos informar de ello y en su caso argumentarlo, tal y como se indica en el apartado 9.2.3.b) de la Memoria. El siguiente ejemplo expresa el tratamiento contable de la cartera de Disponible para la venta, como consecuencia de variaciones en el valor razonable:


 EJEMPLO 7: "ABC, SA" adquiere el 01-10-X7, 2.000 acciones de "BKT" al precio de 61 € por acción. "BKT" había acordado la distribución de un dividendo con cargo a los resultados de X7 de 1 € por acción, que se hará efectivo el 15-12-X7. Desea mantener estas acciones indefinidamente. El 31-12 la cotización es 66 €. El 01-12-X8 se venden las acciones por 72 € por acción, con unos gastos de 200 €. (Nota: No se tenga en cuenta consideración fiscal alguna.) Valor razonable = 2.000 x (61 - 1) = 120.000. En el momento de la compra: Por el cobro del dividendo: Al cierre del ejercicio por el reconocimiento de la variación en el valor razonable: Al cierre del ejercicio por la regularización de los grupos ocho y nueve: 01-10-X7 Debe Haber IF l/p instrumentos patrimonio (250) Dividendo a cobrar (545) Tesorerí a (57) 120.000 2.000 122.000 15-12-X7 Debe Haber Tesorerí a (57) Dividendo a cobrar (545) 2.000 2.000 31-12-X7 Debe Haber IF l/p instrumentos patrimonio (250) Beneficios act. fin. disponibles vta. (900) 12.000 12.000 31-12-X7 Debe Haber Beneficios act. fin. disponibles vta. (900) Ajustes valoració n instrumentos financieros (133) 12.000 12.000 Inmediatamente antes de la venta de las acciones, por el ajuste en el valor razonable: Por la venta de las acciones y el reconocimiento del beneficio: Al cierre del ejercicio por la regularización de los grupos ocho y nueve: En cuanto al deterioro, la norma establece lo siguiente: "Al menos al cierre del ejercicio, deberán efectuarse las correcciones valorativas necesarias siempre que exista evidencia objetiva de que el valor de un activo financiero disponible para la venta o grupo de activos financieros disponibles para la venta con similares características de riesgo valoradas colectivamente, se ha deteriorado como resultado de uno o más eventos que hayan ocurrido después de su reconocimiento inicial, y que ocasionen: En el caso de los instrumentos de deuda adquiridos, una reducción o retraso en los flujos de efectivo estimados futuros, que pueden venir motivados por la insolvencia del deudor; o En el caso de inversiones en instrumentos de patrimonio, la falta de recuperabilidad del valor en libros del activo, evidenciada, por ejemplo, por un descenso prolongado o significativo en su valor razonable. En todo caso, se presumirá que el instrumento se ha deteriorado ante una caída de un año y medio y de un cuarenta por 100 en su cotización, sin que se haya producido la recuperación de su valor, sin perjuicio 01-12-X8 Debe Haber IF l/p instrumentos patrimonio (250) Beneficios act. fin. disponibles vta. (900) 11.800 11.800 1-12-X8 Debe Haber Tesorerí a (57) Transf. de b.ºen af. disp. para vta. (802) IF l/p instrumentos patrimonio (250) Beneficios de disponibles vta. (7632) 143.800 23.800 143.800 23.800 31-12-X8 Debe Haber Ajustes valoració n instrumentos fin (133) Beneficios act. fin. disponibles vta. (900) Transf. de b.ºen af. disp. para vta. (802) 12.000 11.800 23.800 de que pudiera ser necesario reconocer una pérdida por deterioro antes de que haya transcurrido dicho plazo o descendido la cotización en el mencionado porcentaje. La corrección valorativa por deterioro del valor de estos activos financieros será la diferencia entre su coste o coste amortizado menos, en su caso, cualquier corrección valorativa por deterioro previamente reconocida en la cuenta de Pérdidas y ganancias y el valor razonable en el momento en que se efectúe la valoración." Por lo tanto, la norma vuelve a definir las causas del deterioro al igual que se había hecho con otras carteras. El deterioro es especialmente problemático en esta cartera debido a que ya está valorada a valor razonable, por lo tanto, cualquier variación en el valor del instrumento quedaría reflejada. La diferencia fundamental proviene de si consideramos esa variación como un mero cambio de valor razonable o si nos encontramos ante una verdadera dificultad para recuperar la inversión. En el caso de los instrumentos de deuda, los problemas son menores, ya que existen parámetros en el mercado que nos pueden dar una indicación sobre la causa a la que responde una fuerte caída de valor. En cambio, en los instrumentos de patrimonio resulta más complicado determinar si se podrá o no recuperar el importe de la inversión. Por ello establece el Plan la necesidad de que la caída sea fuerte (mayor al 40%) y prolongada (al menos un año y medio), para considerarlo como deterioro. No obstante, además de esos supuestos de presunción podríamos encontrarnos con otros diferentes en los que se considerara la existencia de deterioro. En este sentido, el concepto de deterioro se delimita de manera más genérica en la Norma Internacional de Contabilidad 39, apartado 61, en donde se hace referencia a "cambios significativos que, con un efecto adverso, hayan tenido lugar en el entorno tecnológico, de mercado, económico o legal en el que opere el emisor […]". 

En cuanto a los casos en los que previamente existieran variaciones de valor razonable recogidas en patrimonio neto, si se produce deterioro, habrá que operar de la siguiente manera: "Las pérdidas acumuladas reconocidas en el patrimonio neto por disminución del valor razonable, siempre que exista una evidencia objetiva de deterioro en el valor del activo, se reconocerán en la cuenta de Pérdidas y ganancias. Si en ejercicios posteriores se incrementase el valor razonable, la corrección valorativa reconocida en ejercicios anteriores revertirá con abono a la cuenta de Pérdidas y ganancias del ejercicio. No obstante, en el caso de que se incrementase el valor razonable correspondiente a un instrumento de patrimonio, la corrección valorativa reconocida en ejercicios anteriores no revertirá con abono a la cuenta de Pérdidas y ganancias y se registrará el incremento de valor razonable directamente contra el patrimonio neto." Por lo tanto, al realizar una corrección valorativa por deterioro tendremos que traspasar todas las variaciones recogidas en patrimonio neto a Pérdidas y ganancias. En caso de haber realizado abonos a patrimonio neto, deberemos consumirlos y, una vez consumidos todos ellos, comenzaremos a cargar a Pérdidas y ganancias por deterioro. 

En caso de haber realizado previamente cargos a patrimonio neto, deberemos traspasar éstos a Pérdidas y ganancias y, en su caso, continuar cargando en resultados del ejercicio por el deterioro excedente. Lo más destacable de lo anterior es la diferencia de tratamiento entre los instrumentos de renta fija y los de renta variable en cuanto a la reversión del deterioro: mientras que, en los primeros, la reversión se produce de forma simétrica a su nacimiento, en los instrumentos de patrimonio, la reversión se realiza abonando a patrimonio neto, pero el nacimiento del deterioro se realizó cargando a Pérdidas y ganancias. Para ello se crean las cuentas del subgrupo 99. Reversión del deterioro de activos financieros. Por último la norma trata el deterioro en instrumentos de patrimonio valorados al coste, donde se remite a lo dispuesto para la cartera de Participaciones en el patrimonio de entidades del grupo, multigrupo y asociadas: "En el supuesto excepcional de que el valor razonable de un instrumento de patrimonio dejase de ser fiable, los ajustes previos reconocidos directamente en el patrimonio neto se tratarán de la misma forma dispuesta en el apartado 2.5.3 de esta norma." Lo más destacable en este caso es el carácter permanente de esta corrección valorativa.

INVERSIONES EN EL PATRIMONIO DE EMPRESAS DEL GRUPO, MULTIGRUPO Y ASOCIADAS (GMA)


La valoración de las inversiones en el patrimonio de empresas del GMA es, en apariencia, un concepto que apenas cambia respecto al PGC de 1990. Pero la realidad es que este apartado envuelve una complejidad tanto teórica como práctica que está muy alejada del tratamiento sencillo otorgado por la anterior norma. En consecuencia, aunque aparentemente inocua, la presente norma presenta cierta complejidad. Además, hay que considerar el elevadísimo número de compañías que se verán obligadas a utilizar los criterios de valoración aquí contenidos. La denominación de esta cartera es muy explícita al delimitar lo que en ella incorporaremos: inversiones en el patrimonio de compañías GMA. Aunque en la mayor parte de los casos se tratará de acciones de esas compañías, es destacable el hecho de que existan instrumentos distintos que son computables como patrimonio del emisor y que, por lo tanto, parece lógico incorporar aquí también. Respecto a esto, resulta paradigmático el caso de algunos derivados (generalmente warrants) emitidos por la propia compañía sobre su propio patrimonio, los cuales pueden tener la consideración de patrimonio para el emisor, y parece adecuado, por tanto, considerarlos instrumento de patrimonio para el inversor. Por lo tanto, sería posible incorporar derivados en esta cartera. Al referirnos a la cartera de instrumentos de patrimonio de empresas del GMA, es necesario analizar en primer lugar el Código de Comercio, y lo que allí se dispone en relación con estas compañías, así como su reciente modificación por la Ley 16/2007, de 4 de julio, de reforma y adaptación de la legislación mercantil en materia contable para su armonización internacional con base en la normativa de la Unión Europea. Los aspectos más relevantes de dicha modificación normativa están recogidos en los artículos 42 y 47 del Código de Comercio. El 42 se refiere al alcance de la consolidación y nos delimita el concepto de grupo de la siguiente manera: "[…] Existe un grupo cuando una sociedad ostente o pueda ostentar, directa o indirectamente, el control de otra u otras.

 En particular, se presumirá que existe control cuando una sociedad, que se calificará como dominante, se encuentre en relación con otra sociedad, que se calificará como dependiente, en alguna de las siguientes situaciones: 

— Posea la mayoría de los derechos de voto. 

— Tenga la facultad de nombrar o destituir a la mayoría de los miembros del órgano de administración. 

— Pueda disponer, en virtud de acuerdos celebrados con terceros, de la mayoría de los derechos de voto.

 — Haya designado con sus votos a la mayoría de los miembros del órgano de administración, que desempeñen su cargo en el momento en que deban formularse las cuentas consolidadas y durante los dos ejercicios inmediatamente anteriores." 

El artículo 47 hace referencia a las sociedades multigrupo (gestión conjunta) y asociadas: "1. Cuando una sociedad incluida en la consolidación gestione conjuntamente con una o varias sociedades ajenas al grupo otra sociedad, ésta podrá incluirse en las cuentas consolidadas aplicando el método de integración proporcional, es decir, en proporción al porcentaje que de su capital social posean las sociedades incluidas en la consolidación. […] 3. Cuando una sociedad incluida en la consolidación ejerza una influencia significativa en la gestión de otra sociedad no incluida en la consolidación, pero con la que esté asociada por tener una participación en ella que, creando con ésta una vinculación duradera, esté destinada a contribuir a la actividad de la sociedad, dicha participación deberá figurar en el balance consolidado como una partida independiente y bajo un epígrafe apropiado. Se presumirá, salvo prueba en contrario, que existe una participación en el sentido expresado, cuando una o varias sociedades del grupo posean, al menos, el 20% de los derechos de voto de una sociedad que no pertenezca al grupo." Si bien ambos artículos hacen referencia al régimen de consolidación, resultan relevantes para la calificación de dichas compañías como dependientes, multigrupo o asociadas, y lo cual además afecta a la contabilidad individual. Adicionalmente, a lo dispuesto en el Código de Comercio, también hay que tener en cuenta lo que se concreta en el apartado 13 de la "Norma para la elaboración de las cuentas anuales", recogida en la tercera parte del PGC 07: "[…] En este sentido, se entiende que existe influencia significativa en la gestión de otra empresa, cuando se cumplan los dos requisitos siguientes: — La empresa o una o varias empresas del grupo, incluidas las entidades o personas físicas dominantes, participan en la empresa, y — Se tenga el poder de intervenir en las decisiones de política financiera y de explotación de la participada, sin llegar a tener el control. Asimismo, la existencia de influencia significativa se podrá evidenciar a través de cualquiera de las siguientes vías: — Representación en el consejo de administración u órgano equivalente de dirección de la empresa participada; — Participación en los procesos de fijación de políticas; — Transacciones de importancia relativa entre el inversor y la participada; — Intercambio de personal directivo; o — Suministro de información técnica esencial." De todo lo anterior se deduce un cambio fundamental que afecta a la consideración de empresa asociada, respecto al concepto antiguo. Si bien en ambos casos se establece la necesidad de existencia del ejercicio de una "influencia significativa", se modifican los supuestos de presunción de la misma, introduciéndose los conceptos cualitativos anteriores. Además, desde un punto de vista cuantitativo es destacable que no se recoja la regla del 3% de participación para la consideración de asociada en las sociedades cotizadas, junto con la regla del 20% anterior. La valoración inicial se realiza "inicialmente al coste, que equivaldrá al valor razonable de la contraprestación entregada más los costes de transacción que les sean directamente atribuibles, debiéndose aplicar, en su caso, el criterio incluido en el apartado 2.1 contenido en la norma relativa a operaciones entre empresas del grupo". El criterio del apartado 2.1 al que se hace referencia es el siguiente, relativo a las aportaciones no dinerarias: "En las aportaciones no dinerarias a una empresa del grupo en las que el objeto sea un negocio, según se define en la norma sobre combinaciones de negocios, la inversión en el patrimonio en el aportante se valorará por el valor contable de los elementos patrimoniales que integren el negocio." Es destacable que, en este caso, al no usarse el valor razonable no se aplica la presunción de equivalencia del valor razonable con la contraprestación, lo cual es habitual en el resto de carteras. Esto tendrá un efecto diferenciador de esta cartera con las demás en los casos en que la contraprestación no coincida con el valor razonable de la inversión. En el resto de carteras la valoración debería realizarse por el valor razonable, mientras que aquí en todo caso coincidirá con la contraprestación. También se establece en la norma en cuanto a la valoración inicial: "No obstante, si existiera una inversión anterior a su calificación como empresa del grupo, multigrupo o asociada, se considerará como coste de dicha inversión el valor contable que debiera tener la misma inmediatamente antes de que la empresa pase a tener esa calificación. En su caso, los ajustes valorativos previos asociados con dicha inversión contabilizados directamente en el patrimonio neto, se mantendrán en éste hasta que se produzca alguna de las circunstancias descritas en el apartado 2.5.3 siguiente." Por lo tanto, si con anterioridad a la adquisición de la condición de entidad del grupo, multigrupo o asociada existiera una participación sobre la que se hubieran realizado ajustes valorativos con cargo o abono a patrimonio neto, éstos se deben mantener hasta que se dé de baja la participación o se produzca una corrección valorativa por deterioro.

 Los siguientes ejemplos tratan este tema: En la adquisición también tendremos que tener en cuenta lo siguiente: 

— Los derechos preferentes de suscripción ejercidos para adquirir el instrumento de patrimonio incrementan el valor de la participación, al igual que en el Plan General de 1990. 

— Los dividendo devengados que no se hayan hecho efectivos se segregan, al igual que en el Plan General de 1990, reflejándose por separado (ver apartado 2.9 de la norma novena, comentado más adelante). 

Respecto a la valoración sucesiva, el PGC 07 establece lo siguiente: "Las inversiones en el patrimonio de empresas del grupo, multigrupo y asociadas, se valorarán por su coste, menos, en su caso, el importe acumulado de las correcciones valorativas por deterioro. Cuando deba asignarse valor a estos activos por baja del balance u otro motivo, se aplicará el método del coste medio ponderado por grupos homogéneos, entendiéndose por éstos los valores que tienen iguales derechos. En el caso de venta de derechos preferentes de suscripción y similares o segregación de los mismos para ejercitarlos, el importe del cose de los derechos disminuirá el coste de los respectivos activos. Dicho coste se determinará aplicando alguna fórmula valorativa de general aceptación." Por lo tanto, la valoración posterior de estos instrumentos se debe realizar por el coste, debiendo practicar en su caso las correcciones valorativas por deterioro que procedan. Además, cuando tengamos que valorar los instrumentos de esta cartera se aplica el criterio de coste medio ponderado, al igual que en el PGC de 1990. También hay que tener en cuenta que el coste de los derechos de suscripción segregados de las participaciones reduce el valor en libros de dichas participaciones de las que proceden. En los aspectos analizados hasta ahora en los instrumentos de patrimonio de las empresas del GMA no existen verdaderas diferencias con el Plan de 1990. Los cambios más significativos se producen en las correcciones valorativas por deterioro, por cuanto su concepto es sustancialmente diferente de las provisiones por depreciación de la norma antigua. La norma novena del PGC 07 establece en cuanto a la estimación del deterioro lo siguiente: "Al menos al cierre del ejercicio, deberán efectuarse las correcciones valorativas necesarias siempre que exista evidencia objetiva de que el valor en libros de una inversión no será recuperable. El importe de la corrección valorativa será la diferencia entre su valor en libros y el importe recuperable, entendido éste como el mayor importe entre su valor razonable menos los costes de venta y el valor actual de los flujos de efectivo futuros derivados de la inversión, calculados, bien mediante la estimación de los que se espera recibir como consecuencia del reparto de dividendos realizado por la empresa participada y de la enajenación o baja en cuentas de la inversión en la misma, bien mediante la estimación de su participación en los flujos de efectivo que se espera sean generados por la empresa participada, procedentes tanto de sus actividades ordinarias como de su enajenación o baja en cuentas. Salvo mejor evidencia del importe recuperable de las inversiones, en la estimación del deterioro de esta clase de activos se tomará en consideración el patrimonio neto de la entidad participada corregido por las plusvalías tácitas existentes en la fecha de la valoración. En la determinación de ese valor, y siempre que la empresa participada participe a su vez en otra, deberá tenerse en cuenta el patrimonio neto que se desprende de las cuentas anuales consolidadas elaboradas aplicando los criterios incluidos en el Código de Comercio y sus normas de desarrollo." Como ya mencionamos anteriormente, el concepto de deterioro en los instrumentos de patrimonio significa una falta de recuperabilidad del valor en libros de la inversión. En todo caso, se trata de una corrección valorativa sobre un elemento del activo, al igual que las provisiones por depreciación, y su mecánica contable va a ser la misma. Pero para determinar si existe o no deterioro tendremos que llevar a cabo el siguiente proceso deductivo: La norma 8.ª del PGC de 1990 establece que cuando el valor de la participación, medido a partir del valor teórico contable corregido por las plusvalías tácitas que existan inicialmente y que subsistan en el momento de la valoración, sea inferior al valor neto contable de la misma, se debe realizar corrección valorativa. Por lo tanto, no existe la primera pregunta de este proceso, sino que únicamente atendemos al valor de la participación mirando al pasado, que ha resultado en el patrimonio vigente. En cambio, el enfoque del PGC 07 va mucho más allá, ya que la primera pregunta implica una mirada al futuro para analizar si realmente el importe reflejado en balance está justificado con el retorno esperado, o si por el contrario debemos disminuir su importe hasta alcanzar un equilibrio con el valor actual de los flujos futuros. En cualquier caso, la posición del PGC 07 parte de la base de que quien mejor conoce a su participada es el inversor y, por lo tanto, no establece criterios rígidos para realizar esas correcciones. De nuevo se pone de manifiesto el espíritu liberal de la norma, muy enfocado en la autorregulación. Una vez hemos respondido afirmativamente a la primera pregunta, debemos calcular el importe de la corrección valorativa por deterioro, que será: DETERIORO = V - R Donde: V = Valor en libros. R = Importe recuperable. 

A su vez, el PGC 07 define el importe recuperable como el mayor entre los dos siguientes: 

— Valor razonable menos los costes de venta.

 — Valor actual de los flujos de efectivo derivados de la inversión. 

Bajo el PGC de 1990 se consideraba que en todo caso el valor de la participación en el momento presente era el dato a tener en cuenta cuando se producía un caída en el mismo respecto al importe contabilizado inicialmente. Para ello nos aproximábamos a ese valor de la participación a través de los datos contables que extraíamos del balance, junto con una serie de cómputos extracontables sobre las plusvalías tácitas. En cualquier caso, el grado de subjetividad era reducido, y esta medida fácil de calcular. 

No obstante, aproximarse al verdadero valor de una participación por esos medios resulta extremadamente cauteloso, pero en la mayor parte de los casos inapropiado, debido a las siguientes razones: 

— Estamos teniendo en cuenta exclusivamente datos contables, y por lo retrospectivos en su mayor parte. Esto tiene el inconveniente adicional de estar los elementos patrimoniales valorados bajo el criterio de precio de adquisición. 

— Sólo computamos las plusvalías tácitas iniciales, y no las que pudieran haber surgido con posterioridad: cuando la participación llevaba bastante tiempo en el balance de la sociedad, esas plusvalías estarían en buena parte amortizadas, si correspondían a elementos amortizables. En cambio, otras plusvalías tácitas adicionales que hubieran surgido no habrían aflorado y tampoco serían computables. 

— Este método de valoración no tiene en cuenta plazos ni características de las inversiones. Un mal resultado puntual podía dar lugar a una provisión, sin que eso reflejara un verdadero empeoramiento en la situación del negocio que se está valorando. Por lo tanto, sobre el sistema del Plan General de 1990 sabemos que obtiene resultados que son a priori incompatibles con la imagen fiel, debido a la excesiva cautela. 

En cambio, este sistema permite ir más allá de los meros datos contables para analizar el futuro y tener también en cuenta el horizonte temporal de la participación: 

— Mediante la utilización del procedimiento de descuento estamos considerando no sólo el valor de unos activos materiales, inmateriales y financieros sino, sobre todo, la capacidad de la compañía para utilizarlos y extraer de ellos rendimientos.

 — Además, podremos tener en cuenta condiciones del entorno económico que afectan al negocio pero que no son reflejadas por la contabilidad. 

— También podemos incorporar en la valoración elementos que introduzcan conceptos de gestión de riesgos, valorando los flujos atendiendo a su mayor o menor verosimilitud. La introducción de este procedimiento valorativo resulta ciertamente rompedor con el criterio del PGC de 1990 por las siguientes razones: 

— Para la valoración estamos tomando el mayor de dos valores, lo cual resulta manifiestamente contrario al principio de prudencia. Además, en determinadas situaciones, la utilización del mayor de dos valores puede dar lugar a incongruencias, como se demuestra en el ejemplo 12.

 — Este proceso de valoración tiene un fuerte componente subjetivo derivado de la estimación de los flujos de efectivo futuros y, sobre todo, de la tasa que utilizaremos para descontar dichos flujos. El PGC de 1990 establecía que la valoración para dotar provisión debía realizarse mediante "criterios valorativos racionales admitidos en la práctica", que daba lugar al criterio del patrimonio neto contable corregido de plusvalías existentes en el momento inicial y que subsistieran. La presente norma va mucho más allá, al reconocer un criterio financiero como válido para la valoración. No obstante, dado el elevado coste y dificultad de cálculo a partir de los flujos estimados, el PGC 07 reconoce el criterio del patrimonio neto ajustado por plusvalías tácitas como preferente salvo que se demuestre una mejor valoración y, por lo tanto, simplifica esta cuestión sustancialmente. 

La cuestión de la valoración va más allá de un problema teórico-práctico de valoración financiera y se puede convertir en una cuestión controvertida por las siguientes razones: 

— Las valoraciones empresariales generalmente requieren la contratación de expertos (tasadores, consultores, financieros, etc.), que suelen percibir grandes honorarios por realizar su trabajo. Todo esto puede contribuir a incrementar fuertemente los costes de la administración de una sociedad.

 — Los procedimientos de valoración están dotados de una importante carga de subjetividad. Esto resulta especialmente relevante en el PGC 07 que aquí se analiza, dado que el procedimiento de valoración expuesto apenas se define con claridad. En cualquier caso, estos inconvenientes se ven en buena medida reducidos por la consideración de la valoración partiendo de los datos contables como preferente frente al criterio de descuento de flujos. No obstante, esa valoración contable no deja de tener su dificultad y coste, sobre todo por el lado de la estimación de plusvalías tácitas. A pesar de las dificultades que estos procedimientos de valoración conllevan, consideramos un avance la incorporación de procedimientos valorativos más acordes con los que la práctica financiera realiza, en ocasiones lejos de los meros datos contables. Además, no hay que olvidar que en todo caso esto se aplica para reflejar el deterioro y, por lo tanto, minusvalías y no plusvalías. 

El ejemplo 1 trata la cuestión de la valoración inicial de las participaciones en entidades dependientes, multigrupo y asociadas. 


EJEMPLO 1: "ABC, SA" adquiere el 01-05-X7 el 60% de las acciones de "BETA" por un importe de 200.000 , adquiriendo el control de la misma en ese momento. Los gastos de la operación han ascendido a 2.000 . Además, hay un dividendo pendiente de pago de 0,12 por acción, acordado el 15-04-X7, y que se hará efectivo el 15-05-X7. Contabilizar dichas operaciones. + Valor de lo entregado ............................................................................. 200.000 + Gastos ........................................................................................................ 2.000 - Dividendo pendiente ................................................................................. (3.600) = Coste ...................................................................................................... 198.400 Las correcciones valorativas y sus reversiones en todo caso acabarán en los resultados del ejercicio. Además, el PGC 07 establece también al tratar esta cuestión lo siguiente: "Las correcciones valorativas por deterioro y, en su caso, su reversión, se registrarán como un gasto o un ingreso, respectivamente, en la cuenta de Pérdidas y ganancias. La reversión del deterioro tendrá como límite el valor en libros de la inversión 01-05-X7 Debe Haber Participaciones l/p empresas del grupo (2403) Dividendo a cobrar (545) Tesorerí a (57) 198.400 3.600 202.000 15-05-X7 Debe Haber Dividendo a cobrar (545) Tesorerí a (57) 3.600 3.600 que estaría reconocida en la fecha de reversión si no se hubiese registrado el deterioro del valor. No obstante, en el caso de que se hubiera producido una inversión en la empresa, previa a su calificación como empresa del GMA, y, con anterioridad a esa calificación, se hubieran realizado ajustes valorativos imputados directamente al patrimonio neto derivados de tal inversión, dichos ajustes se mantendrán tras la calificación hasta la enajenación o baja de la inversión, momento en el que registrarán en la cuenta de Pérdidas y ganancias, o hasta que se produzcan las siguientes circunstancias: — En el caso de ajustes valorativos previos por aumentos de valor, las correcciones valorativas por deterioro se registrarán contra la partida del patrimonio neto que recoja los ajustes valorativos previamente practicados hasta el importe de los mismos y el exceso, en su caso, se registrará en la cuenta de Pérdidas y ganancias. La corrección valorativa por deterioro imputada directamente en el patrimonio neto no revertirá. — En el caso de ajustes valorativos previos por reducciones de valor, cuando posteriormente el importe recuperable sea superior al valor contable de las inversiones, este último se incrementará, hasta el límite de la indicada reducción de valor, contra la partida que haya recogido los ajustes valorativos previos y a partir de ese momento el nuevo importe surgido se considerará coste de la inversión. Sin embargo, cuando exista una evidencia objetiva de deterioro en el valor de la inversión, las pérdidas acumuladas directamente en el patrimonio neto se reconocerán en la cuenta de Pérdidas y ganancias." Por lo tanto, la corrección por deterioro tiene especial complicación cuando existiera una participación anterior a la consideración como GMA de la que existieran ajustes valorativos bloqueados en el patrimonio neto. En ese caso establece la norma lo siguiente: — Si el ajuste previo fue positivo, a la hora de practicar el deterioro consumiremos en primer lugar el incremento patrimonial. La parte del deterioro que en su caso exceda del incremento patrimonial previo se cargará en Pérdidas y ganancias. — Si el ajuste previo fue negativo y posteriormente se recupera el valor de la inversión (una vez hemos calificado la participación inicial como GMA), se puede revaluar la participación hasta dejarla en el importe inicial (anterior a la disminución de valor). Una vez consumido dicho ajuste el precio resultante será el nuevo coste. No obstante, si existe una evidencia objetiva de deterioro, las pérdidas acumuladas en patrimonio neto se deben llevar a Pérdidas y ganancias. El ejemplo 2 y siguientes tratan las correcciones valorativas por deterioro en empresas del GMA: 


EJEMPLO 2: Considerando los datos del supuesto anterior, suponemos adicionalmente: — El patrimonio neto de "BETA" el 01-05-X7 es de 217.333 €. — Las plusvalías existentes se atribuyen a un terreno. A 31-12, el patrimonio neto es de 180.000 y las plusvalías iniciales se han reducido en un 50%. Considérense los siguientes supuestos: i. Las perspectivas del negocio han mejorado desde la fecha 01-05. ii. Existen dudas sobre las perspectivas futuras. Los analistas valoran la participación mediante el descuento de dividendos esperados en 150.000 . Inicialmente: 60% x Patrimonio = 130.400 Plusvalía total del terreno = (196.400 - 130.400)/0,6 = 110.000 A 31-12: 60% x Patrimonio = 108.000 60% x Plusvalía del terreno = 110.000 x 0,5 x 60% = 33.000 Patrimonio neto correspondiente a la participación a 31-12 + Plusvalía tácita que persiste = 108.000 + 33.000 = 141.000 < 198.400. El valor teórico de la participación es notablemente inferior al coste inicial. No obstante, dado que no existen razones para pensar que no se pueda recuperar el importe de la inversión, no se practica corrección valorativa por deterioro. ii. Del enunciado se deduce el posible deterioro. En este caso, habrá que dotar la oportuna corrección valorativa, a partir de los datos que disponemos: 198.400 - 141.000 = 57.400 198.400 - 150.000 = 48.400 150.000 > 141.000 => tomamos la segunda 


EJEMPLO 3: Considerando los datos del supuesto anterior, y partiendo del punto ii. del mismo: — El patrimonio neto de "BETA" el 31-12-X8 es de 700.000 . — Las plusvalías iniciales del terreno han desaparecido. Se considera que no existen dudas sobre la recuperabilidad de la inversión. Valoración a 31-12-X8: 700.000 x 0,6 = 420.000. Ya no existen dudas sobre la recuperabilidad, por lo tanto revierte el deterioro. 



EJEMPLO 4: Considerando los datos del supuesto 1, suponemos adicionalmente: el patrimonio neto de"BETA" el 01-05-X7 es de 217.333 €. Las plusvalías existentes se atribuyen a un terreno. A 31-12, el patrimonio neto es de 500.000 y las plusvalías tácitas iniciales han desaparecido. Existen dudas sobre las perspectivas futuras. Los analistas valoran la participación mediante el descuento de dividendos esperados en 150.000 €. Nos encontramos ante un supuesto en el que habrá que tener en cuenta el posible deterioro. Por el método del patrimonio neto de la participada: 500.000 x 0,6 = 300.000. Por lo tanto, tomando como valor razonable el que se deduce de la contabilidad, aparentemente no habría que reflejar el deterioro. 31-12-X7 Debe Haber P rdidas por deterioro de participaciones y valores repr. deuda l/p (696) Deterioro de valor de participaciones a l/p enempresas del grupo (2933) 48.400 48.400 31-12-X7 Debe Haber Deterioro de valor de participaciones a l/p enempresas del grupo (2933) 48.400 Reversió n deterioro de participaciones y valores representativos de deuda l/p (796) 48.400 En este caso parece más razonable considerar que el valor contable de la participación no es una buena medida del valor razonable, sino que utilizamos el método de descuento de flujos. 


EJEMPLO 5: Año 1: la sociedad "A" compra una acción que representa el 1% del capital de otra por importe de 12 € y la clasifica como cartera disponible para la venta. Al cierre de ese ejercicio el valor razonable se estima es 10 por acción. Año 2: "A" compra un 50% de las acciones de la sociedad, cuyo valor razonable se estima en 15 por acción, si bien se paga a 16 por acción por el sobreprecio de toma de control. Año 3: dos alternativas: i. Al cierre del año 3 se considera que el valor razonable de la inversión asciende a 10 por acción, pero se podrá recuperar el valor en libros de la inversión. ii. Al cierre del año 3 se considera difícil poder recuperar el importe del valor en libros de la inversión. La valoración de las compañía es de 10 € por acción. — Año 1: Por la toma de participación: 12 Inversiones financieras a l/p en instrumentos de patrimonio (250) a Bancos (572) 12 _________________ o _________________ Por el menor valor de la participación: 2 Pérdidas en activos financieros disponibles para la venta (800) a Inversiones financieras a l/p en instrumentos de patrimonio (250) 2 _________________ o _________________ Al cierre del ejercicio: 2 Ajustes por activos financieros disponibles para la venta (1330) a Pérdidas en activos financieros disponibles para la venta (800) 2 _________________ o _________________ — Año 2: Por la toma de participación: 800 Participaciones l/p empresas grupo (2403) (50 acc. x 16 €/acc.) a Bancos (572) 800 _________________ o _________________ Por el ajuste de valor de la participación inicial (la consideración del valor de la primera acción por un valor de 15 o de 16 € es dudosa. Hemos optado por valorarla a 15 por considerar que el ajuste de esta acción se haría inmediatamente antes al incremento de la participación. Además es justificable el hecho de que el valor razonable de una participación del 1% sea inferior al del 50%): 5 Inversiones financieras a l/p en instrumentos de patrimonio (250) a Beneficios en activos financieros disponibles para la venta (900) 5 _________________ o _________________ Por la reclasificación de la participación: 15 Participaciones l/p empresas grupo (2403) a Inversiones financieras a l/p en instrumentos de patrimonio (250) 15 _________________ o _________________ Al cierre del ejercicio: 5 Beneficios en activos financieros disponibles para la venta (900) a Ajustes por activos financieros disponibles para la venta (1330) 5 _________________ o _________________ — Año 3: Alternativa i: No procede realizar anotación contable. Alternativa ii: Coste medio ponderado = (15 + 800)/51 = 15,98 €/acc. Total deterioro = (15,98 - 10) x 51 = 305. 3 Deterioro de participaciones en el patrimonio de empresas del grupo (894) 302 Pérdidas por deterioro de participaciones en instrumentos patrimonio l/p, empresas del grupo (6960) a Deterioro de valor de participaciones l/p en partes vinculadas (293) 305 _________________ o _________________ Al cierre del ejercicio 3 Ajustes por activos financieros disponibles para la venta (1330) a Deterioro de participaciones en el patrimonio de empresas del grupo (894) 3 _________________ o _________________ 


EJEMPLO 6: Año 1: La sociedad "A" compra una acción que representa el 1% del capital de otra por importe de 12 € y la clasifica como cartera disponible para la venta. Al cierre de ese ejercicio el valor razonable se estima es 10 € por acción. Año 2: "A" compra un 50% de las acciones de la sociedad, por las que se paga 10 € por acción. Al cierre del año 2 se considera que el importe recuperable de la inversión es de 14 € por acción. Año 3: Al cierre del ejercicio se considera que el valor contable de la participación no será recuperable más que en 9 € por acción. — Año 1: Por la toma de participación: 12 Inversiones financieras a l/p en instrumentos de patrimonio (250) a Bancos (572) 12 _________________ o _________________ Por el menor valor de la participación: 2 Pérdidas en activos financieros disponibles para la venta (800) a Inversiones financieras a l/p en instrumentos de patrimonio (250) 2 _________________ o _________________ Al cierre del ejercicio: 2 Ajustes por activos financieros disponibles para la venta (1330) a Pérdidas en activos financieros disponibles para la venta (800) 2 _________________ o _________________ — Año 2: Por la toma de participación: 500 Participaciones l/p empresas grupo (2403) (50 acc. x 10 €/acc.) a Bancos (572) 500 _________________ o _________________ Por la reclasificación de la participación: 10 Participaciones l/p empresas grupo (2403) a Inversiones financieras a l/p en instrumentos de patrimonio (250) 10 _________________ o _________________  Por la valoración de la participación inicial: 2 Participaciones l/p empresas grupo (2403) a Beneficios en activos financieros disponibles para la venta (900) 2 _________________ o _________________ Al cierre del ejercicio: 2 Beneficios en activos financieros disponibles para la venta (900) a Ajustes por activos financieros disponibles para la venta (1330) 2 _________________ o _________________ — Año 3: Por el deterioro: 53 Pérdidas por deterioro de participaciones en instrumentos patrimonio l/p, empresas del grupo (6960) a Deterioro de valor de participaciones l/p en partes vinculadas (293) 53 _________________ o _________________ También menciona el PGC 07 la posibilidad de ajustar el patrimonio neto si existieran altas tasas de inflación en las inversiones en entidades extranjeras que operen con una divisa distinta, de la siguiente manera: "Cuando la empresa participada tuviere su domicilio fuera del territorio español, el patrimonio neto a tomar en consideración vendrá expresado en las normas contenidas en la presente disposición. No obstante, si mediaran altas tasas de inflación, los valo- res a considerar serán los resultantes de los estados financieros ajustados en el sentido expuesto en la norma relativa a moneda extranjera." En la norma undécima, relativa al tratamiento de la moneda extranjera, se nos define el concepto "altas tasas de inflación", utilizando para ello algunos criterios difíciles de comprobar: "Se considera que existen altas tasas de inflación cuando se den determinadas características en el entorno económico de un país, entre las que se incluyen, de forma no exhaustiva, las siguientes: — Que la tasa acumulativa de inflación en tres años se aproxime o sobrepase el 100%. — Que la población en general prefiera conservar su riqueza en activos no monetarios o en otra moneda extranjera estable. — Que las cantidades monetarias se suelan referenciar en términos de otra moneda extranjera estable, pudiendo incluso los precios establecerse en otra moneda. — Que las ventas y compras a crédito tengan lugar a precios que compensen la pérdida de poder adquisitivo esperada durante el aplazamiento, incluso cuando el período es corto, o — Que los tipos de interés, salarios y precios se liguen a la evolución de un índice de precios." Además, en esa misma norma se establece lo siguiente: "Cuando, de acuerdo con lo dispuesto en la norma relativa a instrumentos financieros, se deba determinar el patrimonio neto de una empresa participada corregido, en su caso, por las plusvalías tácitas existentes en la fecha de valoración, se aplicará el tipo de cambio de cierre al patrimonio neto y a las plusvalías tácitas existentes a esa fecha. No obstante, si se tratase de empresas extranjeras que se encuentren afectadas por altas tasas de inflación, los citados valores a considerar deberán resultar de estados financieros ajustados, con carácter previo a su conversión. Los ajustes se realizarán de acuerdo con los criterios incluidos sobre "Ajustes por altas tasas de inflación" en las Normas para la Formulación de las Cuentas Anuales Consolidadas sobre "Ajustes por altas tasas de inflación"." La remisión que se realiza a las normas de consolidación actualmente se refiere a lo dispuesto en el artículo 57 del Real Decreto 1815/1991, de 20 de diciembre, en el que se señala lo siguiente: "Cuando las sociedades extranjeras se encuentren afectadas por altas tasas de inflación, las partidas del balance y de la cuenta de Pérdidas y ganancias deben ser ajustadas, antes de proceder a su conversión a pesetas, por los efectos de los cambios en los precios, de acuerdo con el método del tipo de cambio de cierre o deben ser convertidas a pesetas siguiendo el método monetario-no monetario siempre que, atendiendo a las circunstancias que concurran, las cuentas así convertidas permitan reflejar la imagen fiel. Los ajustes por inflación se realizarán siguiendo las normas establecidas al efecto en el país donde radique la sociedad extranjera […]." A su vez, los métodos de tipo de cambio de cierre y monetario-no monetario se encuentran en dicha misma norma, en los artículos 55 y 56 respectivamente. No obstante, dado que no es el objeto de este artículo centrarnos en dichos aspectos, no vamos a proseguir en el análisis. Además, cabe destacar que dicho Reglamento de Consolidación previsiblemente será modificado para ajustarlo a las nuevas normas contables. En conclusión, esta cartera incorpora modificaciones en el tratamiento valorativo que son de gran relevancia y que ciertamente aumentan la subjetividad de las valoraciones. De esta manera, se abre la puerta a grandes arbitrariedades si quien formula las cuentas así lo desea, pero también permitirá reflejar valores más realistas que las derivadas del PGC de 1990. Como mecanismo de lucha contra los efectos perniciosos derivados de una combinación de subjetividad y mala administración, el artículo 37 del Código de Comercio, tras la nueva redacción establecida en la Ley 16/2007, resalta la veracidad de la que deben responder quienes firmen las cuentas anuales. De esta forma se añade una disposición tendente a evitar que la mayor flexibilidad otorgada por el PGC 07 para alcanzar la imagen fiel de la situación financiera, patrimonial y los resultados de una compañía produzca un efecto negativo sobre dicha imagen fiel. Todo ello pendiente de analizar su concreción en una expresión más específica. Por último, la siguiente tabla señala las diferencias entre el régimen aplicable a las participaciones en el patrimonio de las empresas del GMA en el Plan General de 1990 y el PGC 07: TABLA 1. COMPARATIVA PGC 07 VERSUS PGC 1990 Aportaciones no dinerarias de inversiones en el patrimonio de empresas del grupo En el caso de aportaciones no dinerarias de inversiones en el patrimonio de empresas del grupo en una sociedad que se constituye, recibiendo a cambio acciones que dan el control, o en una sociedad ya constituida y por la que se obtiene el control, la sociedad aportante valorará las participaciones recibidas al coste, que equivale al valor razonable de la contraprestación entregada más los costes de transacción; si la operación no tiene carácter comercial, se reflejará la inversión de patrimonio al valor contable de la contraprestación entregada, sin que la operación produzca un resultado contable. La sociedad beneficiaria valorará las acciones al valor razonable de la contraprestación entregada más los costes de transacción que les sean directamente atribuibles. La presente consulta plantea qué normas de registro y valoración deben aplicarse, así como la contabilización en la sociedad aportante y en la beneficiaria, en el supuesto de aportaciones no dinerarias consistentes en inversiones en el patrimonio de empresas del grupo, distinguiendo en función de si la aportación se realiza a una sociedad que se constituye, recibiendo a cambio acciones que dan el control, o a una sociedad ya constituida y por la que se obtiene el control. Con carácter general, las inversiones en el patrimonio de empresas del grupo, multigrupo y asociadas se valoran inicialmente al coste, que equivale al valor razonable de la contraprestación entregada más los costes de transacción que les sean directa- Concepto PGC1990 PGC2007 ValoraciÛ n inicial Precio de adquisició n (incluyendo gastos como mayor precio de adquisició n) Contraprestació n + gastos InterÈ s explÌ cito y dividendos devengados no vencidos Se separan Se separan ValoraciÛ n sucesiva Coste – Provisió n Coste –Deterioro CorrecciÛ n valorativa Criterios valorativos razonables admitidos en la prá ctica => valor teó rico contable corregido en plusvalí as iniciales que subsistan Importe recuperable. Se incorpora un criterio financiero, pero se simplifica estableciendo la presunció n de patrimonio neto corregido por plusvalí as AsignaciÛ n de valor CMP CMP mente atribuibles; si se trata de una aportación no dineraria a una empresa del grupo en la que el objeto sea un negocio, según se define en el PGC NRV 19ª, la inversión en el patrimonio en el aportante se valora por el valor contable de los elementos patrimoniales que integren el negocio (PGC NRV 9ª.2.5.1). En lo que respecta a las operaciones entre empresas del grupo, el PGC NRV 21ª determina el alcance de las mismas, así como las reglas generales y especiales que les son aplicables. Así, esta norma se aplica a las operaciones realizadas entre empresas del mismo grupo, tal y como se definen en el PGC NECA 13ª, de manera que: — el supuesto en el que una sociedad crea una nueva sociedad realizando una aportación no dineraria con la que se obtiene el control de la misma se ubica en la citada NRV 21ª, por cuanto el tratamiento de cualquier operación realizada entre empresas del grupo debe ser el mismo que cuando la situación de partida previa a la operación analizada (aportación no dineraria) es la existencia de una única sociedad de la cual se separan uno o varios elementos patrimoniales constitutivos de la mayor parte de la nueva sociedad constituida. — al supuesto de aportación no dineraria a una empresa existente que con carácter previo a la operación no era una empresa del mismo grupo que la aportante y que pasa a ser una empresa del grupo como consecuencia de dicha operación, no resulta aplicable la NRV 21ª, debiendo aplicar la norma relativa a instrumentos financieros recogida en el PGC NRV 9ª. Por tanto: a) En la aportación no dineraria de unas inversiones en el patrimonio de empresas del grupo en una sociedad que se constituye, en la que se reciben a cambio acciones que dan el control, dicha operación supone la constitución de una empresa del grupo, siendo aplicable el PGC NRV 21ª. Dicha norma recoge una regla general y unas normas específicas para las operaciones de fusión, escisión y aportación no dineraria de un negocio. Sin embargo, a los efectos de esta norma, no se considera que las participaciones en el patrimonio neto de otras empresas constituyan en sí mismas un negocio (PGC NRV 21ª.2.2), por lo que a esta operación le es de aplicación la regla general. La regla general dispone que las operaciones entre empresas del grupo se contabilizan de acuerdo con las normas generales. En consecuencia, conforme a los criterios que con carácter general se aplican a una adquisición de participaciones en el patrimonio de empresas del grupo, multigrupo y asociadas, la sociedad aportante valorará éstas al coste, que equivaldrá al valor razonable de la contraprestación entregada más los costes de la transacción (PGC NRV 9ª.2.5). No obstante, dado que las participaciones en el patrimonio se adquieren a cambio de la entrega de activos no monetarios, el tratamiento contable que debe darse a esta operación debe ser análogo al que se da a las permutas de inmovilizado, lo que implica que cuando tenga carácter de permuta no comercial, situación que puede ser frecuente cuando la aportación supone obtener la práctica totalidad del capital de la sociedad, se reflejará la inversión de patrimonio al valor contable de la contraprestación entregada, sin que la operación produzca un resultado contable. La sociedad beneficiaria también aplicará la regla general prevista en la norma de registro y valoración de operaciones entre empresas del grupo (NRV 21ª), que a su vez remite a las normas generales. Es decir, la sociedad beneficiaria debe aplicar el PGC NRV 9ª.2.5, relativa a instrumentos financieros, según la cual las acciones se valorarán al coste, que equivaldrá al valor razonable de la contraprestación entregada (que debe coincidir con el valor razonable de las acciones adquiridas, dado que la sociedad se constituye), más los costes de transacción que les sean directamente atribuibles. Estos costes de transacción que se incluyen en el coste son únicamente los relacionados con las inversiones en el patrimonio de empresas del grupo recibidas y no los de la emisión de capital. b) En la aportación no dineraria de participaciones en empresas del grupo en una sociedad ya constituida y por la que se obtiene el control, el tratamiento contable tanto para la sociedad aportante como para la sociedad beneficiaria es el mismo que se ha descrito en el apartado anterior, por aplicación de la norma de registro y valoración de instrumentos financieros contenida en el PGC NRV 9ª. Adicionalmente, respecto de la sociedad beneficiaria, hay que señalar que el hecho de que la valoración se refiera al coste (valores emitidos) no ha de impedir que éste se calcule a partir de los valores recibidos (acciones recibidas) cuando éstos proporcionen la estimación más fiable del mismo. Cobertura de la inversión neta en negocios en el extranjero La cobertura de una inversión neta en negocios en el extranjero instrumentada a través de participaciones en empresas del grupo, multigrupo o asociadas, dará lugar a un ajuste en la partida que recoja el valor de la participación, con cargo o abono a pérdidas y ganancias, por la parte de la cobertura que cumpla los criterios para ser considerada cobertura eficaz. Se define la cobertura de la inversión neta en negocios en el extranjero como aquella que cubre el riesgo de tipo de cambio en las inversiones en sociedades dependientes, asociadas, negocios conjuntos y sucursales cuyas actividades estén basadas o se lleven a cabo en moneda funcional distinta a la de la empresa que elabora las cuentas anuales (PGC NRV 9ª.6). Para las operaciones de cobertura de inversiones netas en negocios en el extranjero en sociedades dependientes, multigrupo y asociadas, la norma establece que deberán tratarse como coberturas de valor razonable por el componente del tipo de cambio, siendo la metodología que se establece para las coberturas de valor razonable la de que los cambios de valor del instrumento de cobertura y de la partida cubierta atribuibles al riesgo cubierto se reconocen en la cuenta de pérdidas y ganancias. Partiendo de lo anterior, se plantean las siguientes cuestiones relativas a la aplicación de la norma de registro y valoración señalada en relación con las operaciones de cobertura de inversiones netas en negocios en el extranjero en sociedades dependientes, multigrupo y asociadas. En particular se cuestiona: a) Cómo registrar el valor de la inversión cubierta en los libros individuales de una sociedad que cumple los criterios del PGC NRV 9ª.6 para contabilizar un préstamo en dólares como cobertura de inversión neta en el extranjero y si la modificación del coste de la inversión supondría una ruptura del coste de adquisición. A este respecto cabe señalar que la cobertura de una inversión neta en negocios en el extranjero instrumentada a través de participaciones de empresas del grupo, multigrupo o asociadas, dará lugar a un ajuste en la partida que recoja el valor de la participación, con cargo o abono a pérdidas y ganancias, por la parte de la cobertura que cumpla los criterios para ser considerada cobertura eficaz. b) Cuál es el importe por el que se debería registrar la variación en el valor de la inversión en sociedades del grupo, en el sentido de considerar que el elemento cubierto es el importe en moneda extranjera de la inversión en las cuentas anuales individuales o, si por el contrario, se considera que el elemento cubierto es el valor de los activos netos de la inversión extranjera en las cuentas consolidadas. Teniendo en cuenta que la cobertura de una inversión neta en negocios en el extranjero mitiga la exposición a los cambios en el valor razonable del activo cubierto (en este caso la inversión en sociedades dependientes, multigrupo y asociadas), atribuible al riesgo de cambio que pueda afectar a la cuenta de pérdidas y ganancias, en consecuencia, no cubre las variaciones en el valor consolidado de la participación.

OTROS ACTIVOS FINANCIEROS A VALOR RAZONABLE CON CAMBIOS EN PÉRDIDAS Y GANANCIAS



Esta cartera es absolutamente novedosa y resulta imposible encontrar algo parecido en el PGC de 1990. La literalidad de la norma establece lo siguiente sobre su contenido: "En esta categoría se incluirán los activos financieros híbridos a los que hace referencia el último párrafo del apartado 5.1 de esta norma. También se podrán incluir los activos financieros que designe la empresa en el momento del reconocimiento inicial para su inclusión en esta categoría. Dicha designación sólo se podrá realizar si resulta en una información más relevante, debido a que: 

— Se eliminan o reducen de manera significativa inconsistencias en el reconocimiento o valoración (también denominadas asimetrías contables), que en otro caso surgirían por la valoración de activos o pasivos o por el reconocimiento de las pérdidas o ganancias de los mismos con diferentes criterios.

 — Un grupo de activos financieros o de activos y pasivos financieros se gestione y su rendimiento se evalúe sobre la base de su valor razonable de acuerdo con una estrategia de gestión del riesgo o de inversión documentada y se facilite información del grupo también sobre la base del valor razonable al personal clave de la dirección según se define en la norma 15.ª de elaboración de cuentas anuales. En la memoria se informará sobre el uso de esta opción." Por lo tanto, esta cartera se utiliza para recoger los siguientes activos financieros: 

— Activos híbridos del apartado 5.1 (se tratan más adelante). — Aquellos que la empresa designe en el momento inicial debido a alguna de las siguientes razones: a) Así se otorga información más relevante. b) Existencia de asimetrías contables. El tratamiento valorativo es análogo en todo a la cartera de Negociación y, por ello, nos remitimos a aquélla. Las razones que llevan a una empresa a designar en el momento inicial un activo como disponible para la venta son verdaderamente novedosas. De este modo, los conceptos de "asimetría" e "información más relevante" son poco familiares en nuestro entorno y, por ello, debemos acudir por el momento a la Norma Internacional de Contabilidad 39 para concretar los mismos: 

— En primer lugar, se define la "asimetría contable" como la "que surgiría, al utilizar diferentes criterios para valorar activos y pasivos, o para reconocer Pérdidas y ganancias de los mismos sobre bases diferentes".

 Sirvan a modo de ejemplo las que pueden derivarse de la cobertura del valor razonable de un instrumento de patrimonio de una entidad asociada. En ese caso surgiría la asimetría siguiente: las variaciones en el valor del derivado se recogen en Pérdidas y ganancias, mientras que la participación se valora a coste. Por lo tanto, estaremos imputando variaciones tan sólo de la partida de cobertura, y no de la cubierta. Esto no refleja la realidad financiera de cobertura que se está realizando. Y esta asimetría podría ser solucionada incorporando la participación cubierta en esta cartera. Otro ejemplo sería la cesión temporal de activos con pacto de recompra no opcional. La asimetría contable también podría ocurrir en el caso de activos calificados como disponibles para la venta que estuvieran vinculados a pasivos cuyas variaciones no acaben en patrimonio neto. No obstante, el PGC 07 incorpora una serie de normas específicas (como la de coberturas contables) para deshacer todas esas asimetrías. 

Por lo tanto, los casos más evidentes de asimetría contable serán aquellos en los que exista una relación entre un activo y un pasivo que se compense en términos de riesgo, pero que debido a una calificación contable dispar, esa compensación no se materialice en la contabilización. En las situaciones cotidianas de las compañías pueden existir otras que no estén previstas específicamente en la norma novena, y para lo cual, el uso de definiciones como las anteriores puede ser útil. Además, pueden darse coberturas financieras que no cumplan los requisitos para ser tratadas como cobertura contable y, por tanto, aplicar la norma novena al respecto. Pero la existencia de esta cartera puede ser útil para superar dicho inconveniente. — El objetivo de proporcionar información más relevante entraría dentro de la política contable de la compañía y deberá, por tanto, ser delimitado formalmente.