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martes, 12 de junio de 2012

ORGANIZACIÓN Y EMPRESA II


Las funciones generales de la empresa y todas en las que éstas se pueden subdividir son desarrolladas por determinados órganos, unidades de gestión, o centros operativos. Los modelos de organización se pueden clasificar de la forma que sigue: 

— MODELOS SIMPLES DE ESTRUCTURA DE ORGANIZACIÓN.

 — Modelo lineal o jerárquico. 

— Modelo funcional.

 — MODELOS COMPLEJOS DE ESTRUCTURAS DE ORGANIZACIÓN.

 — Modelo mixto o líneo-funcional. 

— Modelo divisional. 

— Modelo colegial o de dirección plural

 La cultura empresarial se puede definir como «el conjunto de normas, de valores y formas de pensar que caracterizan el comportamiento, el posicionamiento del personal en todos los niveles de la empresa, las actuaciones de la dirección, el estilo de la dirección, la forma de asignar los recursos, la forma de organizar esa corporación así como la imagen de la empresa». Alo largo de la vida de la empresa es necesario planificar (debe preceder a toda acción), ejecutar actuaciones, y controlar los resultados obtenidos, retroalimentándose continuamente con las conclusiones obtenidas. En suma, se hace necesario un sistema que permita una revisión adecuada del conjunto de decisiones adoptadas en la empresa. 

Se considera que la empresa en el sistema de economía de mercado cumple con tres funciones generales cuya realización justifica el beneficio del empresario:

 — Anticipa o descuenta el producto nacional obtenido en cierto período, creando las rentas monetarias individuales. 

— Organiza y dirige básicamente el proceso de producción. 

— Asume riesgos técnico-económicos inherentes a las dos anteriores funciones.

 La gestión económica y financiera de la firma requiere, con frecuencia, la determinación del valor de la empresa o de parte de ella. El valor de la empresa dependerá del fin último para el que se quiera utilizar dicha valoración. Si se trata de una empresa que va a liquidarse, lo que hay que determinar es el llamado valor de liquidación de la misma, y el valor de liquidación de cada elemento vendrá dado por su valor de realización o venta en el mercado. Cuando se trata de determinar el valor de una empresa en funcionamiento, el criterio de valoración tiene que ser distinto del valor de liquidación, ya que la empresa va a seguir funcionando. Los elementos del activo, en este caso, suelen valorarse según el precio de coste, menos el valor de las amortizaciones cuando se trata de elementos patrimoniales sometidos a depreciación. Además existe una organización y una serie de factores de carácter inmaterial que determinan un valor global de la empresa superior (o inferior) al valor sustancial. 

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