ANECDOTA DE WALT DISNEY

Si uno repasa la vida de los grandes hombres de la historia empresarial, encontrará que cada uno de ellos tiene mucho que enseñarnos. Es el caso de Walt Disney, quien desde pequeño aprendió el valor del trabajo y la independencia. La vida de Disney es rica en lecciones, es inspiradora…es ejemplar. 

Sobre el particular, Charles – Albert Poissant, conocido escritor que averiguó mucho sobre el ascenso de este gigante de los negocios, nos relata un pasaje revelador:

“…Walt había fundado su empresa junto a un socio. Al principio les iba bien, pero luego vinieron épocas malas y tuvieron que cerrar. Fue un periodo sombrío en la vida del joven artista, que ya se creía a salvo de la necesidad. A Disney no le quedaba un centavo y se vio obligado a ir a vivir a su taller. El único sillón que poseía le servía tanto de cama como de mesa. Todas las mañanas iba a la estación central, donde, por un precio módico, podía darse una ducha. Finalmente logró un pequeño contrato para realizar dibujos animados destinados a hacer entender a los niños la necesidad de lavarse los dientes. Ese contrato le sirvió de mucho. Walt y el dentista responsable de la campaña se hicieron muy amigos, tan amigos que tiempo después este último declaró para una revista que era testigo directo de los malos momentos que superó el joven artista. “Ese Disney es un grande”, declaró. “A veces no tenía ni para pagar el arreglo del único par de zapatos que usaba, ni para el pasaje, pero siempre veía la forma de ingeniárselas.”

Este pasaje resulta curioso y claramente ejemplar. Por encima de todo, Disney personificó esa capacidad que tienen los ganadores para, aun en la más adversas de las situaciones, nunca rendirse. 

Después veremos que Disney se marchó rumbo a Hollywood. Iba dispuesto a todo, pero descubrió que ahí no entra el que quiere. Visitó todos los estudios de cine, intentaba e intentaba, a todos les mostraba su arte… siempre lo rechazaban, pero nunca lo desalentaron. 

Es el propio Disney quien se refiere a esta experiencia como una de las más ricas en su vida, llegando a comentar que en esos momentos comprendió que a menudo “hay que contar sólo con uno mismo y no esperar nada de otros”. Ya cuando se coronó en la cima del éxito y se escribió su biografía, dijo lo siguiente: “En el mundo hay los que están perdidos cuando no encuentran empleo, y los que, en momentos difíciles, llegan a hacer cualquier cosa para ganarse la vida.”

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Durante su juventud Walt Disney trabajaba en el diario Kansas City Star y lo despidieron por “falta de creatividad”. Paradojas de la vida: Años después la compañía Disney compró ABC, dueña del diario que despidió a Walt.