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viernes, 8 de junio de 2012

PRAGMÁTICA DE COMUNICACIÓN

 

 a) La imposibilidad de no comunicar

 No hay nada contrario a la conducta. No existe la no-conducta. Toda conducta (en situación de interacción, de intercambio) es mensaje. Hablar o estar callado, moverse o permanecer quieto, tienen siempre un valor de mensaje. En toda relación interpersonal es imposible no comunicar. Un pasajero de tren con los ojos cerrados nos puede estar indicando que no le hablemos; un paciente histérico nos muestra la discordancia entre sus mensajes verbales y la expresividad de su cuerpo, de sus síntomas corporales; el paciente con inhibición catatónica nos indica la negativa a comunicar. Todos estos ejemplos nos señalan una cosa: a pesar de que lo pretendamos, no podemos evitar comunicar.

 b) Los niveles: Informativo y relacional

 El aspecto contenido de un mensaje es el que transmite información. El aspecto relacional hace referencia a qué tipo de mensaje debe entenderse, se refiere a la relación entre los comunicantes. El mensaje "ven aquí" dicho en tono imperativo y dicho en tono amistoso, aún siendo la misma información, muestra dos tipos de relación diferentes: una de subordinación, la otra de igualdad o simetría.

 c) Los canales: Digital y analógico 

Lo digital se refiere a la comunicación verbal y lo analógico está constituido por los gestos, la postura, el tono y la cadencia de la voz, el ritmo y, en general, por todo lo kinésico. Es muy importante considerar la existencia de incongruencia entre estos dos canales. Por ejemplo: una frase agresiva ("te odio"), dicha en tono cordial, tiene significado diferente si se acompaña de un componente analógico diferente. También es importante en terapia que el médico comunique de forma congruente entre estos dos niveles: transmitirá mayor veracidad.

 d) Las interacciones: Simétrica y complementaria 

Todos los intercambios comunicacionales son simétricos o complementarios, según estén basados en la igualdad o en la diferencia. En el primer caso los participantes tienden a igualar su conducta recíproca. A un movimiento X de A le sigue un movimiento X igual de B. Por ejemplo: escalada armamentística, competiciones deportivas, discusiones conyugales... La característica en este tipo de relación es que cada participante intenta imponer sus propias reglas del juego. En el segundo caso hay dos posiciones distintas: uno ocupa la posición superior o primaria, otro la inferior o secundaria. Por ejemplo: sádico-masoquista, amo - esclavo, maestro - alumno, médico - paciente... Lo importante aquí es que cada miembro acepta de buen grado la posición del otro. Hemos visto cómo la relación médico-paciente es complementaria en su inicio; lo óptimo es ir convirtiendo esa relación en simétrica, de modo que permita la colaboración y corresponsabilidad en el tratamiento. 

e) Puntuación de la secuencia interactiva

 Una interacción es una secuencia ininterrumpida de comunicación. La puntuación se refiere a cómo se organiza, dónde empieza y acaba, quién y qué se interpreta del proceso interactivo; es un proceso aleatorio. Los seres humanos organizamos, puntuamos la complejidad de la realidad en un intento de aprehenderla, de controlarla, de domesticar el azar. Pero esta puntuación es aleatoria y consensuada. Por ejemplo: díanoche es un proceso natural, ininterrumpido, circular; pero hemos creado unas unidades de tiempo. 

f) Redundancia y ruido

 Este concepto se refiere a la frecuencia de aparición en una secuencia comunicativa de configuraciones de palabras, de ideas, de mensajes en sentido amplio. Toda comunicación redundante es significativa, nos da pistas sobre la visión del mundo del paciente y, además, se convierte en llave que nos permite acceder de forma empática a ese mundo. Ejemplo: una mujer infeliz en su matrimonio e incapaz de cambiar su situación, describe sus síntomas con redundancias como "me siento atada, aprisionada, siento como un nudo aquí...". Atadura, aprisionamiento, nudo, palabras que al utilizarlas nos permitirán acceder empáticamente a su mundo relacional. 

g) El mensaje depende del receptor

 Vimos al principio que en la teoría de la información se señalan como elementos de la información emisor, receptor, canal, código y mensaje; pero en comunicación humana hay una distorsión que hace que J. Lacan señale que "El malentendido es esencial a la comunicación humana", lo que se debe a que la interpretación del mensaje depende siempre del receptor. La otra cara de la moneda de los procesos, de la pragmática comunicacional, son los contenidos, los significados, la semántica. Las creencias, los sentimientos, son determinantes en la conducta humana. Ya Epícteto decía que "No son las cosas lo que nos importa, sino la opinión que tenemos de las cosas". Y es conocida la frase de Nietzsche: "Quien tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo". 

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