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viernes, 3 de agosto de 2012

AMISTADES Y ANTAGONISMOS

"Riña a garrotazos", de Francisco de Goya

“No hay más que un modo de ser felices: vivir para los demás”. (Leon Tolstoi) 

1) El símil de la cuenta bancaria

 Es probable que la mayor parte de los problemas por los que pasamos las personas, y quizá los que más dolorosamente nos marcan, sean precisamente problemas de relación con otras personas. Algunos quizá poseen una gran capacidad de relación en su vida profesional, y son altamente estimados y respetados en su trabajo, al que dedican todo el tiempo del mundo, pero está muy deteriorada su relación con su mujer o su marido, o con sus hijos. En muchas empresas y organizaciones, cuando llegamos a conocerlas de cerca, advertimos que los problemas más graves también suelen provenir de dificultades de relación entre sus máximos responsables, o de ellos con el resto de los integrantes de la entidad. Lo malo es que, tanto en unos casos como en otros, cuando comprueban que se ha deteriorado su relación con otra u otras personas, muchas veces, en vez de esforzarse por mejorarla, buscan refugio en otros ámbitos de su vida, o en otras relaciones, eludiendo así la grave necesidad de reconstruirlas.


De este modo, los problemas se cronifican y son cada vez más difíciles de resolver. Muchos expertos en relaciones humanas han recurrido, a la hora de abordar estas cuestiones, al símil de la cuenta bancaria emocional. En una cuenta bancaria ingresamos nuestro dinero, y con ello creamos un depósito. Cuando sacamos el dinero de allí, o hacemos cualquier pago a través de esa cuenta, reducimos parte de ese depósito. Continuando con este símil, todos tenemos abierta una especie de cuenta emocional con cada una de las personas que tratamos. En esa cuenta efectuamos ingresos mediante la cordialidad, el trato afable, la honestidad, la lealtad, el cariño, etc. A medida que hacemos ingresos en esa cuenta, aquella persona irá acumulando un mayor depósito en relación a nosotros. Cuando actuamos mal respecto a ella, es como si efectuáramos una salida, y el depósito disminuye. Cuando la cuenta de confianza es alta, la comunicación es buena y la relación es grata (en esto sucede también como con los bancos). Pero si adquirimos la mala costumbre de mostrarnos ingratos y desagradables con esa persona, y traicionamos esa confianza, la cuenta irá bajando hasta llegar a un nivel bajo, incluso hasta ponerse en números rojos.

Y si estamos continuamente haciendo equilibrios entre los números negros y los rojos, la relación será tensa y difícil (aquí también sucede como con los bancos); y si estamos habitualmente en números rojos, ya no será simplemente difícil, sino muy difícil. El problema de muchas empresas e instituciones de todo tipo es que sus miembros funcionan entre ellos precisamente así, con su cuenta emocional en números rojos, o al borde de estarlo. En lugar de una buena comunicación, hay -como mucho- una difícil convivencia entre estilos diferentes, o una crispada tolerancia. Y muchas familias, muchos matrimonios, funcionan también ordinariamente así. Y entre muchos compañeros, vecinos o conocidos, hay también una relación de este género, fácilmente hostil, defensiva, susceptible. Las buenas relaciones humanas, y sobre todo las más prolongadas -familia, trabajo, amistad, etc.- exigen ingresos continuos en eso que estamos llamando cuenta emocional, porque el desgaste de la vida diaria ya supone siempre un goteo continuo de salidas. Apliquemos este símil a la relación de unos padres con su hijo. Por ejemplo, si a pesar de que le quieres sinceramente, el trato con un hijo tuyo adolescente se reduce en la práctica a periódicas reconvenciones (ordena tu cuarto, has llegado tarde, vístete como una persona normal, córtate el pelo, baja la basura, a ver si ayudas en casa, baja el volumen de la radio, dónde vas con esas pintas, etc.), más algunas conversaciones insustanciales, unos cuantos consejos (por desgracia, frecuentemente inoportunos), y poco más, entonces, es muy probable que la cuenta emocional con tu hijo esté en números rojos desde hace tiempo. En esas circunstancias, si tu hijo tiene que tomar una decisión importante, la comunicación con él será tan difícil, y su receptividad tan baja, que toda tu sabiduría, tu experiencia de padre o de madre y tu afán de ayudarle te servirán en ese caso realmente para bien poco

. — ¿Y cuál es la solución entonces? Si es esa la situación, lo más práctico es salir cuanto antes de los números rojos y llegar pronto a niveles de cierta solvencia emocional en esa relación. Habrá que tener pequeñas atenciones, mostrar una mayor capacidad de interesarse por él, de escucharle y comprenderle. Habrá quizá que dedicarle más tiempo, y procurar ponerse más en su lugar. Tendrás que hacerle sentir que se le acepta como es, que se le quiere ayudar a mejorar respetando lo más posible sus ideas y su personalidad. Probablemente no logres mejoras rápidas ni espectaculares, porque quizá hay muchos números rojos y no somos capaces de hacer ingresos tan rápidamente: bien porque tenemos ingresos bajos (poco hábito de preocupación efectiva por los demás); o porque tenemos grandes y arraigados hábitos de gasto (por egoísmo, impaciencia, irascibilidad, susceptibilidad, distancia emocional, etc.); o bien porque somos de carácter cíclico o inestable, y hacemos grandes ingresos hoy pero mañana lo despilfarramos todo tontamente. — Lo malo es que a veces no sabes si estás acertando o no, porque a lo mejor piensas que estás haciendo ingresos y resulta que estás haciendo una auténtica sangría en esa famosa cuenta...


Efectivamente. En las relaciones humanas no basta con tratar a los demás como quisieras que te trataran a ti. Porque quizá hay cosas que a ti te agradan y a esa otra persona no, o cosas que nosotros consideramos triviales pero que para ella son muy importantes. Hay que asegurar, por ejemplo, que nuestros intentos de acercamiento no se produzcan en momentos inoportunos y generen nuevos rechazos. Y comprobar que no hay una profunda falta de comprensión mutua que haga que esa relación se esté construyendo sobre cimientos minados. Hacerse cargo de la realidad intelectual y emocional de los demás -cómo piensan y qué sienten-, así como de su capacidad real de superarse -muy relacionada con su fuerza de voluntad-, es decisivo para construir una buena relación. — Otras veces, a lo mejor piensas que algo ha sido un error sin más trascendencia, y resulta que él le da una importancia enorme... Es verdad que hay multitud de pequeños detalles que, aun siendo cosas objetivamente pequeñas, en la subjetividad emocional de la otra persona pueden llegar a ser muy grandes. Pero, por fortuna, ese efecto, que observamos que se produce en sentido negativo ante pequeñas faltas de respeto o consideración, breves enfados, sencillas promesas incumplidas, etc., puede producirse igualmente en sentido positivo ante sencillas muestras de afecto, de reconocimiento, de deferencia, de lealtad, etc. Cada uno valora de modo especial algunas cosas, y es verdadera muestra de buena convivencia esforzarse por conocerlas y mantenerlas en la memoria para poder así hacerles la vida más agradable. Todo el mundo valora en mucho los detalles, entre otras cosas porque por lo general las personas suelen ser más sensibles de lo que aparentan.

2) Claridad en las expectativas recíprocas

Muchas relaciones personales se deterioran seriamente por algo tan simple como no haber hablado las cosas en su momento con normalidad, por falta de claridad en las expectativas recíprocas. Quizá a veces nos enfadamos porque no se ha hecho lo que habíamos pedido o deseado, y el problema es simplemente que no se había entendido lo que queríamos. O resulta que molestamos a alguien sin querer, y el problema se reduce a que no sabíamos que con nuestra actitud o nuestra conducta estábamos perjudicando o molestando a esa persona. Por eso es preciso actuar con la necesaria naturalidad y sencillez. Hemos de crear a nuestro alrededor un clima de confianza en el que sea fácil saber qué es lo que cada uno espera de los demás. Otro ejemplo. A lo mejor un día nos sorprendemos de que tenemos pocos amigos. Es algo que sucede a bastante gente en algún momento de su vida: advierten que su círculo de relación es corto, que hay poca gente que cuente con ellos de modo habitual. Si eso nos sucede, es preciso recordar que tener verdaderos amigos siempre supone esfuerzo y constancia. Aunque, como es lógico, depende mucho de la forma de ser de cada uno, siempre es preciso vencer inercias, superar pasividades y arrinconar timideces (por cierto que es sorprendente el elevado porcentaje de personas que se consideran tímidas: en nuestro país, del orden del 40% según algunas estadísticas). — ¿Y no es un poco antinatural eso de esforzarse para tener amigos, cuando la amistad debe entenderse como algo relajado y natural? La amistad debe ser, efectivamente, algo relajado, natural y gratificante. Sin embargo, la amistad, como tantas otras cosas en la vida que también son naturales y gratificantes, exige, para llegar a ella, superar un cierto umbral de pereza personal, y por eso muchos se quedan encallados en ese obstáculo. El tirón de la pereza puede llevarnos a una vida de considerable aislamiento o pasividad, y eso aunque sepamos bien que superándola nos iría mucho mejor y disfrutaríamos mucho más. De todas formas, tienes razón en que a veces la causa de las pocas amistades está en algo más de fondo, y hemos de pensar si no vivimos bajo una cierta capa de egoísmo, si no hay una buena dosis de encerramiento en nuestros propios intereses, de refugio en una perezosa soledad. Quizá tenemos un carácter difícil (o al menos manifiestamente mejorable) y somos de trato poco cordial, o hablamos sólo de lo que nos gusta, o vamos sólo a lo que nos gusta, o nunca nos acordamos de felicitar a nadie en su cumpleaños o en Navidad, ni nos interesamos por su salud o la de su familia, ni hacemos casi nada por estar cerca de ellos en los momentos difíciles. O quizá ponemos poco empeño en todo lo que no nos reporte un claro interés, y aunque quizá tengamos una conversación paciente y educada, ponemos en esos casos un interés -exagerando un poco- similar al que se pone al hablarle a un canario en su jaula. O quizá manifestamos habitualmente una actitud rígida o imperativa, que genera rechazo; o tendemos hacia una beligerancia dialéctica que nos lleva a buscar siempre quedar victoriosos en cualquier conversación, como si fuera una batalla, y encima queriendo dejar claro que hemos ganado; o escuchamos poco y hablamos mucho, y resultamos pesados; o somos demasiado premiosos, o prolijos (no debe olvidarse que el secreto para aburrir es querer decirlo todo); o nos pasamos de obsequiosos, y nuestro trato resulta un poco asediante, o untuoso; o tratamos a los demás con excesiva vehemencia, o con aires de superioridad, como dando lecciones. Podríamos enumerar muchos otros defectos, pero quizá la clave para contrarrestarlos podría resumirse en algo muy sencillo: esforzarse por ser personas que saben escuchar y que buscan servir a los demás.


3) Lealtad, cercanía 

La lealtad, y en primer lugar con los ausentes, es otra cuestión clave en las relaciones humanas. Cuando una persona habla mal de otra a sus espaldas, o revela detalles que alguien le ha manifestado de modo confidencial, además de actuar injustamente en la mayoría de los casos, destruye su propia capacidad para generar confianza. Quizá esa persona busca ganarse la confianza de la otra gracias a esa indiscreción o ese desahogo, pero esa falta de integridad personal está minando en sus cimientos aquella confianza. Ante los errores o defectos de nuestros amigos o conocidos, la lealtad exige que procuremos -en la medida en que eso sea posible- ayudarles a corregirse. Como es obvio, esto será más fácil cuanto mayor sea nuestra confianza con ellos. Si no nos resulta posible decirles nada, o se lo hemos dicho y aparentemente no ha habido ningún cambio, no por eso la murmuración y el chismorreo dejan de ser una deslealtad. Sólo cuando lo exija la justicia o el bien de los demás, será legítimo advertir a otros -y siempre extremando la prudencia- de aspectos negativos que hemos observado en una persona. Cuando hay una buena relación personal, los errores de quienes nos rodean son, si sabemos aprovecharlos, ocasiones excelentes para ayudar lealmente a esas personas a corregirse. Muchas veces, una advertencia sincera y prudente hecha a tiempo es la mejor forma de mostrar el afecto por una persona. En cualquier ambiente, una persona con capacidad de decir las cosas a la gente sin herirla, se convierte pronto en una gran autoridad moral ante todos. — El problema es que muchas veces, cuando ves que habría que hacer una advertencia a alguien, precisamente entonces tu relación con esa persona está bajo mínimos, y no la aceptaría bien... Por eso es importante que haya una buena relación general entre las personas con las que uno trata (dentro de la familia, en el trabajo, con los vecinos, etc.). Por ejemplo, si en la familia hay unos lazos fuertes entre padres, hijos, hermanos, abuelos, tíos, primos, etc., esa relación puede resultar decisiva en situaciones de mayor dificultad. Sentir y saber que hay muchos otros miembros de la familia que nos conocen y se preocupan por nosotros, aunque quizá vivan lejos, puede suponer una ayuda mutua importante para la convivencia familiar. Si uno de tus hijos, por ejemplo, tiene dificultades para relacionarse contigo en un momento determinado, quizá pueda ayudar a arreglarlo tu cónyuge, un hermano, o una tía, o el abuelo. En una familia unida, cada uno de sus miembros representa una referencia y una ayuda que pueden resultar de vital importancia en el momento más insospechado.

4) No basta con pedir disculpas

 Recuerdo ahora el relato de un padre de familia, hombre sensato aunque quizá un poco impulsivo, que un buen día advirtió que la bronca que acababa de echar a uno de sus hijos era desproporcionada e injusta. No habían pasado más que unos minutos cuando comprendió que había interpretado la situación de un modo totalmente erróneo, y que su reacción había sido impropia y exagerada. Como era un hombre leal y de principios, se dirigió hacia la habitación de su hijo para disculparse. En cuanto abrió la puerta, lo primero que escuchó fue: — No quiero perdonarte, papá. — Lo siento, no me había dado cuenta de que tenías razón. ¿Por qué no quieres perdonarme, hijo? — Porque hiciste lo mismo la semana pasada. En otras palabras, venía a decir: "Papá, no pienses que vas a resolver este problema simplemente pidiendo disculpas. Tienes que cambiar". Aunque no sea este un ejemplo especialmente modélico en cuanto al perdón, de este relato puede sacarse una enseñanza importante: No basta con pedir disculpas, es preciso también corregirse y procurar reparar el daño causado. Sería un error pensar que pidiendo disculpas se arregla todo sin más. El daño que se haya hecho, aunque se perdone, suele tener unas consecuencias que no pueden ignorarse. Por eso la petición de disculpas ha de ir siempre unida a un sincero y eficaz deseo de corregir en ese punto nuestro carácter, rectificar nuestra conducta y compensar de algún modo ese daño.

5) Evitar antagonismos innecesarios

 Muchísimas personas tienen en su carácter una marcada tendencia a plantear todo en términos de oposición y de dicotomía: — "Si yo consigo lo que quiero es porque alguien se queda sin ello"; — "Si yo salgo ganando, si quedo más arriba, será básicamente porque tú sales perdiendo, porque te quedas más abajo"; — "Si a él le interesa eso, será por algo, y seguramente a mí me conviene que suceda lo contrario";etc. Es lo que podría llamarse la filosofía del yo-gano/tú-pierdes. Una forma de entender la vida en la cual parece que el éxito sólo puede lograrse a expensas de otros, o excluyendo el éxito de otros, o a costa del fracaso de otros. Se trata de una mentalidad que acaba conduciendo a continuas situaciones de angustia y frustración. Tanto es así que en toda la literatura mundial en torno a la efectividad humana que se ha escrito en los últimos decenios se ha impuesto con rotundidad un estilo muy distinto, que podríamos llamar del yo-gano/tú-ganas. No es una simple técnica para mejorar las relaciones humanas, sino todo un modo de sentir y de entender las cosas, que busca el beneficio mutuo en todas las relaciones e interacciones humanas. La filosofía del yo-gano/tú-ganas busca que los acuerdos o soluciones sean mutuamente benéficos y satisfactorios. Hay que buscar alternativas, no se trata de luchar entre tu éxito o el mío, sino de buscar un éxito mejor, y que sea de los dos. — Pero eso no siempre será fácil. Por ejemplo, en un partido de fútbol no pueden ganar los dos equipos al tiempo; o en unas elecciones no pueden salir elegidos a la vez los dos principales candidatos a la presidencia del gobierno... Es cierto que en la vida hay bastantes cuestiones que se plantean en clave yogano/ tú-pierdes, y ciertamente esa competitividad es positiva en muchas ocasiones, o al menos es inevitable. Pero hay otros muchos casos en los que surgen planteamientos de competitividad agresiva que no tienen sentido alguno. Por ejemplo, en la familia: ¿tiene sentido hablar de quién de los dos está ganando en tu matrimonio?; ¿o de quién gana en la relación con tu hijo, o con tu padre, o con tu hermana? Son casos en los que parece obvio que, si no ganan ambos, esa relación está mal planteada. No tenemos por qué vivir compitiendo con nuestro cónyuge, con nuestros hijos, con nuestros padres, con nuestros vecinos o nuestros amigos. En ese sentido, la filosofía del yo-gano/tú-pierdes es una nociva mentalidad que muchas personas tienen profundamente inculcada, consecuencia quizá de muchos años de vivir bajo planteamientos de ese estilo. Además, incluso en las relaciones más competitivas, siempre debe haber un nivel al que esas relaciones sean del tipo yo-gano/tú-ganas. Por ejemplo, en un partido de fútbol los dos equipos salen ganando si se considera que están participando con deportividad en un campeonato cuyo desarrollo beneficia a ambos; varios candidatos a la presidencia de una nación pueden estar ganando si se consideran las cosas desde el punto de vista del servicio que ambos con su campaña electoral prestan al sistema democrático de esa nación; etc. El hecho de que cada uno compita leal y honestamente, respetando las reglas del juego, es algo que beneficia a todos y que por tanto cabe dentro de la filosofía del yo-gano/tú-ganas. Otro error de enfoque en la relación personal puede venir de una mentalidad parecida, aunque opuesta: la del yo-pierdo/tú-ganas. Se da, por ejemplo, en frases como: "haz lo que te dé la gana, nunca me haces ningún caso"; "sigue perjudicándome, siempre harás lo que a ti más te convenga"; "eso me pasa por haber querido ser honrado"; etc. Son actitudes que generan conformismo, resentimiento, victimismo o excesiva indulgencia. Por último, y para completar todas las variantes de este tipo de errores, cabe también la mentalidad del yo-pierdo/tú-pierdes, propia de conflictos entre personas envidiosas y vengativas que, en su afán de ver perder a su competidor, logran amargarse mutuamente la existencia.


6) Descubrir y potenciar sinergias

 Probablemente todos tenemos en la memoria experiencias personales en las que hemos llegado a una relación de entendimiento y complementariedad grandes con otra u otras personas. Quizá fue practicando un deporte, o trabajando con un equipo de personas con las que nos compenetramos extraordinariamente, o con ocasión de tener que acometer alguna cuestión grave y urgente que facilitó aunar esfuerzos para resolverla. Son ejemplos de situaciones de sinergia. La sinergia es un efecto que se produce entre dos o más personas y que les hace sincronizar y complementar sus esfuerzos e intereses de tal manera que logran alcanzar un resultado notablemente superior al que saldría de la simple suma aritmética de sus aportaciones individuales. En ese sentido, podría decirse que la sintonía humana y la armonía propias de la amistad o el amor son buenos ejemplos de situaciones de sinergia. Para algunos, esas situaciones se reducen a su relación con muy pocas personas, o sólo a algunos ámbitos de una vida que, por lo demás, discurre teñida de experiencias negativas en la relación con los demás. Sin embargo, otras personas han aprendido a descubrir y estimular lo positivo de quienes le rodean, y saben establecer sinergias con casi todo el mundo: son como los buenos escaladores, que logran encontrar pequeños puntos de apoyo donde otros no ven más que una pared totalmente lisa e impracticable. Cuando alguien aprende a descubrir y potenciar sinergias en su relación con los demás, abre su vida a una infinidad de nuevas posibilidades y alternativas.



 Pero a muchas personas, por la educación que han recibido, les será muy difícil incorporar a su vida esa actitud, supongo. Les costará más, sin duda, pero -como cualquier otro rasgo del carácter- puede incorporarse regular y sistemáticamente a sus modos de plantear la vida cada día. Es cuestión de poner el necesario esfuerzo personal y, también, cierto espíritu de aventura. — ¿En qué sentido hablas de aventura? Me refiero a que exige un talante mínimamente activo, pues cualquier esfuerzo creador precisa de algo de arrojo e imaginación, y siempre se asumen algunos riesgos. El que no hace nada no se equivoca, pero el que hace algo a veces se equivoca, y precisa por tanto de una mínima resistencia a la frustración: debe abandonar la triste paz de la apatía y el apocamiento para adentrarse en la alegre satisfacción de una relación humana plena. Por ejemplo, muchas personas no logran un mayor entendimiento entre ellas simplemente porque no hablan las cosas. Por eso, un recurso clásico de comunicación sinérgica es el brainstorming, la tormenta de ideas, que consiste en provocar un profuso y abundante intercambio de ideas y puntos de vista a lo largo de una reunión de un grupo de personas. — Supongo que te refieres a una reunión de trabajo. Se puede aplicar a cualquier relación humana, también a una reunión familiar informal o a una tertulia entre amigos. Una tormenta de ideas puede aportar un torrente de imaginación y creatividad que desbloquee una situación de rutina o estancamiento. Desde luego, muchas de las ideas que surjan serán inútiles; pero otras serán interesantes, y puede que incluso alguna, en medio de tantas otras, llegue a tener rasgos de espontánea y auténtica genialidad. En general, lograr que pueda darse un intercambio natural y fluido de impresiones entre dos o más personas siempre resulta estimulante y permite superar las barreras de algunas inhibiciones negativas, o visualizar errores que de otra manera no habríamos advertido. Cuando se logra esa comunicación sinérgica, se puede unir de un modo extraordinario a un grupo de amigos, una familia, un equipo de investigadores o un consejo de administración.

Y cuando se lanza uno y no se logra ese ambiente, puede caerse en el caos más absoluto... Sucede de vez en cuando, a veces incluso justo después de haber estado en un momento de buena sintonía, pero que por alguna razón se pierde y el curso de la conversación se desvía hasta descarrilar por completo y precipitarse en el caos. Por eso decía antes lo de tener cierto espíritu de aventura, pues en esa situación podemos pensar que habría sido mejor no arriesgarse a llegar a esos desencuentros. De esta manera, evitando las actitudes innecesariamente defensivas y autoprotectoras, se produce un sano deseo de mejorar nuestras ideas con lo que piensan los demás. Quizá nos sobran evidencias, y se trata, en definitiva, de no defender como cuestión de principios lo que no son más que unos puntos de vista que probablemente nos interese enriquecer. Otras veces, cuando una situación parece enfrentar sin remedio dos alternativas (y quizá pensamos que podrían calificarse como la nuestra y la errónea), casi siempre podremos buscar una salida más a gusto de los dos: lo que podríamos llamar una tercera alternativa sinérgica. La clave está en reemplazar la mentalidad dicotómica de o esto o aquello por una nueva solución que, sin ser quizá perfecta (sobre todo porque los problemas complejos no suelen tener soluciones perfectas), deje satisfechos a ambos. En cualquier caso, la excesiva rivalidad, los conflictos y agravios permanentes, la continua preocupación por proteger la propia retaguardia, la desconfianza, la lucha por el dominio, la crítica destructiva... son siempre actitudes y planteamientos que consumen una energía enorme en cualquier relación personal. Son como conducir un coche con un pie en el acelerador y otro en el freno: la solución no es apretar más el acelerador -más elocuencia, más presión, más argumentos para fortalecer la propia posición-, sino levantar un poco el pie del freno y saber usar armónicamente ambos pedales.













AMISTAD    Y  AMIGOS

 (En algunos proverbios, refranes, adagios, máximas, y citas de personajes conocidos): 


- No prestando, se pierden amigos; prestando, se ganan enemigos. (Proverbio americano).

-El que quiere amigos sin defectos no tendrá ninguno. (proverbio árabe).

- Un amigo fiel es una torre fuerte y quien lo ha hallado, ha hallado un tesoro. (Proverbio bíblico).

- Difícilmente puede hacerse un amigo en un año; se puede perder fácilmente en una hora (Proverbio chino).

- El hombre rico no sabe quién es su amigo (Proverbio francés).

- Los amigos son los termometros que marcan la temperatura de nuestro crédito (Proverbio inglés).

- Cuando el ánfora está seco, los amigos se dispersan (Proverbio latino).

- Cuando la desgracia llama a la puerta, los amigos están dormidos (Proverbio polaco).

- Cuando se acaba el vino, se acaba la conversación;
cuando ya no hay dinero, ya no hay amigo (Proverbio servio).

-


            REFRANES:


- A do te quieren mucho, no vayas a menudo. (Indica que no ha de abusarse de la amistad o afecto que nos tienen).

- Al amigo, cuando lo pruebas, ¡qué chasco te llevas!

- Al amigo presté, y sin dinero y sin amigo me quedé.

- Al charlar, amigos; al contratar, ni conocidos.

- Al enemigo que huye, puente de plata. (Cuando alguien que nos perjudica se va, debemos de darle toda clase de facilidades).

- Algo bueno trae la adversidad consigo: que ahuyenta a los falsos amigos.

- Al que tiene buen vino en su bodega, enjambre de amigos se le llegan.

- Amigo, amigo, mientras tengas trigo; que el trigo acabado, al amigo se le da de lado.

- Amigo lisonjero, no amigo tuyo, sino de tu dinero.

- Amigo que no presta y cuchillo que no corta, que se pierda no importa.

- Amigos, hasta de aquí a la mar;pero de prestarle dinero, ni hablar.

- Amigos hasta morir, pero de prestarle mi burra, no hay nada que decir.

- Amigos y melones, por uno bueno, cuarenta y nueve malos y cincuenta peores.

- Amistad con todos, confianza con pocos.

- Antes paga lo debido el extraño que el amigo.

- A tu amigo, prestarás, y el amigo y lo prestado perderás.

- Bueno es tener amigos, aunque sea en el infierno (Recomienda el cultivar amistades en todas partes y en todas las clases sociales, pues no se sabe de quién podrá necesitarse el día menos pensado, aunque cuando no sea sino para dar testimonio de que le conocen a uno).

-Buscando un amigo mi vida pasé; muriendo estoy de viejo y no lo encontré.

-Con buena correspondencia, la amistad se conserva.

- De esta parte de la bolsa me quiere mi señora. (Advierte la poca seguridad de las amistades humanas, que duran en tanto que dura la opulencia y prosperidad, y en faltando ésta, cesan y se olvidan).

- De rico a pobre pasé, y sin amigos me quedé.

- Desdichas y caminos hacen amigos.

- Dinero consigo; no hay otro amigo.

- Dineros, los únicos amigos verdaderos.

-El amigo que está presente vale por diez ausentes.

-El amigo, que sea bueno, y el bolsillo, que esté lleno.

- El buen amigo se prueba en la adversidad y en el peligro.

-El mejor amigo es la bolsa y el bolsillo.

- El mejor amigo, un duro en el bolsillo. (Nos enseña a no confiar más que en nuestros propios recursos).

- En amistad de señor, sol de invierno y palabra de mujer, confianza no debes poner.

-En las recias ocasiones, acudí a mis amigos y a mis doblones: mis amigos me abandonaron, y mis doblones me salvaron.

- Esee es bueno, que es mi amigo (Para concederle un empleo).

- Fía en tu duro, más que en amigo ninguno.

- Gana al que te quiere mal, y tendrás un amigo más.

- Hombre rico, tiene aduladores, pero no amigos.

- Hormigas y amigos no van donde los graneros están vacios.

- La amistad y el amor dos bellas mentiras son.

- La buena palabra a los amigos agrada y a los enemigos aplaca.

- Mediando dinero entre dos amigos, los hace enemigos.

- No hay amigo ni hermano, si no hay dinero en mano (Expresa que aquel que no tiene se ve abandonado de todos).

- No hay tal amigo como el real en la bolsa.

- ¿No tienes enemigos? Poco vales.

- Preso y cautivo no tiene amigos.

- Quédese pobre el rico, y verá claro que no tenía amigos.

- Quien al amigo prestó, el amigo perdió.

-Quien amigos tiene en la calle, no muere en la cárcel.

- Quien con su amigo riñió, para siempre lo perdió.

- ¿Quién es tu amigo?  - Mi perro  - ¿y tienes algún otro? - No lo creo.

- Quien lleva amigos a su casa, que no se queje si mal lo pasa.

- Quien mete amigo en su casa, su propia ruina traza.

-¿Quieres perder el amigo más verdadero?. Préstale dinero.

- Si tu amigo quieres probar, finge tener necesidad.





                                  CANTAR  POPULAR:


Amigos en el nombre
se encuentran muchos;
mas de los verdaderos,
casi ninguno.

Amigos, ya no hay amigos;
el más amigo la pega;
no hay más amigo que Dios
y un duro en la faltriguera.

Este año tengo el granero
lleno, hasta arriba, de trigo.
Cuando la gente s'entere
¡no me faltarán amigos!

No hay más amigos que Dios,
y esto es claro y evidente:
el más amigo es traidor
y el más verdadero miente.




- Amigos míos...., no hay amigos (Aristóteles).

- Nuestras amistades se van con los intereses y los años (Bonuet).

- El verdadero amigo mira el otro como una imagen de sí mismo.

- La enemistad es una ira que espía la ocasión de vengarse (Cicerón).

- Me decía el señor X : "He renunciado a la amistad de dos individuos: del primero porque no me habló jamás de sí mismo, del otro porque no me habló nunca de mí" (Chamfort).

- El mundo es demasiado grande, y cuando dos amigos se separan no saben cuando ni cómo se volverán a encontrar: lo más que puede hacerse es tener confianza en la firmeza de la amistad y en el servicio de Correos ( Ganivet ).

- El que no tiene amigos no tiene pies, no tiene manos, manco vive, a ciegas camina, y ¡ay del solo, que si cayere no tendrá quien le ayude a levantar!.

- Amigo: El primero que entra en nuestra casa cuando el mundo entero nos abandona (O.S. Marden).

- ¿Queréis contar con vuestros amigos?. Caed en el infortunio (Napoleón).

- El mejor amigo tendrá probablemente también la mejor esposa, porque el buen matrimonio descansa en el talento de la amistad. (MUJER)

- En seguida en la mujer aparecen o el esclavo o el tirano; porque la mujer no es capaz de amistad; no siente más que el amor (Nietzche).

- Aquel que nos asiste en los días tristes, es nuestro amigo (Pantchatanka).

- Dar, recibir, contar los secretos, preguntar, comer y convidar a comer, son seis señales de amistad (Pantchantanka).

- Algunas mujeres a cierta edad dan al trato de su amistad una gracia y una delicadeza desconocida de los hombres, y no hay que extrañarlo porque es un resto de amor (Saint Prosper). (MUJER)

- La amistad de dos personas se pierde a partir del momento psicológico en que una de ellas percibe que la otra no puede servirle para nada ni para el presente ni para el futuro. (A. Solano).

- Entre hombres y mujeres las amistades desinteresadas surgen únicamente de los restos del amor (A. S. Stahl).

- Las amistades son como los matrimonios, de cada diez se hace uno por amor (Edmundo de Amicis).


- Lo primero que te digo, si ardiente el amor te llama,
que teniendo hermosa dama,
no tendrás seguro amigo ( Calderón).

- Las tres cuartas partes de personas que diariamente encontramos tienen sed de simpatía (Noel Claraso).

- La escasa felicidad que es dable esperar en este mundo, consiste en la certidumbre de haber hecho el mayor bien y el meor mal posible a los corazones de nuestros amigos (Ugo Foscolo).

- Cuando la amistad y el afecto se fueron, es siempre de buen tono reemplazarlos por la delicadeza (Madame Knorr) (MUJER)

- No te hagas demasiado amigo de nadie; tendrás menos alegrías, pero también menos pesares (Marcial).

- Estrechamos la mano de los amigos para evitar que la utilizen para herirnos, y nos quitamos el sombrero al saludar, porque nuestros abuelos ofrecían humildemente a los jerarcas de su tiempo, cabezas prontas a ser cortadas (André Maurois).

- Entre un hombre y una mujer jóvenes la amistad es imposible. Es un bello sueño que siempre tiene un triste despertar. Se puede querer solamente amar con amistad pero no puede evitarse el amar de amor (Georges Ohmet).

- Cuando la fortuna es favorable a alguno y le muestra un rostro halagueño, todos siguen en pos de sus florecientes riquezas. Mas tan pronto como empieza a tronar, todos huyen y el que poco ha andaba rodeado de un escuadrón de amigos, no es reconocido por nadie. Esa verdad, que los ejemplos antiguos demostraron, ahora le ha llegado a comprobar en mi cabeza y en mis propios males. De entre tantos que se llamaron amigos, apenas me quedáis dos o tres: los demás fueron amigos, no míos, sino de mi fortuna (Ovidio).

- El supremo saber es hacer de los enemigos amigos.

- Miserable estado de un amigo agradecido, no tener sino palabras con que agradecer el bien recibido.

- Para amigos, calidad.

- Vale un buen amigo más que cien parientes.

- Entre un hombre y una mujer, la amistad no puede ser otra cosa que una pasarela para llegar al amor (JUles Renard). (MUJER).

-Amistad es la gran palabra de las mujeres; con ella inician el amor y con ella se despiden (Saint Beuve) (MUJER)

- Al que carece de dinero, favor y tranquilidad, le faltan tres buenos amigos (Shakespeare).

- Quien de verás sea tu amigo, te socorrerá en la necesidad, llorará si te entristeces, no podrá dormir si tu velas y compartirá contigo las penas del corazón. Estos son signos seguros para distinguir al fiel amigo del adulador enemigo (Shakespeare).

-La amistad no puede vivir sin la estima; y ésta es una de las muchas ventajas que tiene sobre el amor (Mlle. de Sommery),

- El que sabe corresponder a un favor recibido es un amigo que no tiene precio (Sofocles).

- Un amigo es un ser que se expone cien veces a enojarnos para servirnos una sola (Madame Swetchine).

-Las mujeres son tan peligrosas enemigas como débiles amigas (Marquesa de Tencín) (MUJER)

- No hay cosa que haga tan espacioso el mundo como el tener amigos a grandes distancias; ellos son los que hacen las latitudes y longitudes (H.D. Thoreau). (BURT)

-El aplacar enemigos
cuando es menester usar
de verdaderos amigos,
siempre es digno de estimar
                          ( TIRSO  DE  MOLINA)

- Entre hombre y mujer no hay amistad posible. Hay pasión, hostilidad, adoración, amor, pero no amistad (Oscar Wilde) (MUJER)

- Si deseas convertir un hombre en tu enemigo, no hay más que decirle que está equivocado (Oscar Wilde).

- Los amigos son como los melones: para encontrar uno aceptable hay que cortar cincuenta (Ardanuy).

- Es preferible tener diez amigos que diez duros; pero no cien mil amigos que cien mil duros (Noel Claraso).

- Amigos de hoy, a mi cuenta,
como los melones son:
para hallar un buen melón,
es fuerza probar cincuenta
            (R. J. de Crespo).

- Las mujeres odian la amistad. La temperatura es en ella demasiado baja: es un país donde adquieren un resfriado (F. de Croinot) (MUJER)

- Podéis esperar más de quien os sirve por odio a un tercero, que de aquellos que os sirven por amistad hacia vosotros (Vh. Chinchole).

- Si, hay que perdonar a los enemigos, pero no antes de verlos colgados (Heine).

- Si no tienes ningún enemigo, es que no eres sabio ni rico (Alberto Llanas).

- Antes de haber amado por primera vez, ya necesita la mujer una amiga para contárselo (Jacinto Miquelarena). (MUJER)

- La amistad es una gran riqueza, pero los amigos son un gran gasto (A. Onassis).

- Halla un amigo y hallarás un tesoro",
dice la Biblia, y son palabras de oro;
pero creo acertar mejor si digo:
"Halla un tesoro y hallarás amigos".

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MAS FRASES SOBRE LA AMISTAD, POR DISTINTOS PERSONAJES CONOCIDOS Y ALGUNOS ANÓNIMOS:

Cuando se dejas de frecuentar a los verdaderos amigos, se pierde el equilibrio. 
- Michael Levine 


El que sabe corresponder a un favor recibido es un amigo que no tiene precio.
- Sófocles

La confidencia corrompe la amistad: el mucho contacto la consume; el respeto la conserva.
- Cicerón 

Los animales son buenos amigos, no hacen preguntas y tampoco critican.
- George Eliot 

Nunca conserva firmes amistades quien sólo atento va a sus pretensiones.
- Juan Ruiz de Alarcón 

A veces, una separación prolongada, a la vez que amortigua los rencores despierta la amistad.
- Marcel Proust

La mejor manera de mantener las amistades es no debiéndoles nada a ellos ni permitir que ellos nos deban a nosotros.
- Paul de Kock 

No busques un amigo para matar las horas, buscale con horas para vivir.
- Gibran Jalil

No hay nada más peligroso que un amigo indiscreto; es a veces preferible un enemigo prudente.
- Jean de la Fontaine 


Los amigos son como los melones: para encontrar uno bueno hay que probar cien.
- Juan Pablo Valdés R.

Hay que guardarse bien de un agua silenciosa, de un perro silencioso y de un enemigo silencioso.
- anónimo 

Para preservar un amigo tres cosas son necesarias: honrarlo cuando esté presente, valorarlo cuando esté ausente, y asistirlo cuando lo necesite.
- Proverbio Italiano

En la prosperidad, nuestros amigos nos conocen; en la adversidad, nosotros conocemos a nuestros amigos.
- J. Churton 

Un amigo es la persona que nos muestra el rumbo y recorre con nosotros una parte del camino. 
- Francesco Alberoni 

Los amigos falsos son como las sombras: sólo nos siguen cuando brilla el sol.
- Isbel Cristina Ferreira 

El tiempo, que fortalece las amistades, debilita el amor.
- La Bruyére


Más vergonzoso es desconfiar de nuestros amigos que ser engañados por ellos.
- La Rochefoucauld

Los amigos se hieren con la verdad para no destruirse con las mentiras.
- anónimo 


Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo; simpatizar con sus éxitos requiere una naturaleza delicadísima.
- Oscar Wilde

No busques amigos sin defectos, pues te quedarás sin amigos toda la vida. Tampoco busques defectos en tus amigos, pues poco a poco te quedarás solo.
- Alfonso Milagro 


Si tienes un amigo, visítalo con frecuencia pues las malas hierbas y las espinas invaden el camino por donde nadie pasa.
- Proverbio árabe 


Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos.
- M. L. King

Un hermano es un amigo que nos da la naturaleza y un amigo es un hermano que nos da la sociedad.
- anónimo 


En tu relación con cualquier persona: pierdes mucho si no te tomas el tiempo necesario para comprenderla.
- Stephen R. Covey

La verdadera amistad es la que sigue a tu lado incluso cuando no te queda nada por ofrecer, salvo tu compañía.
- anónimo 


No esperes que tu amigo venga a descubrirte su necesidad; ayúdale antes.
- Luis Vives


Tu amigo tiene un amigo, y el amigo de tu amigo tiene otro amigo; por consiguiente, sé discreto.
- Talmud

El amigo seguro se conoce en la acción insegura.
- Ennio 

Si te cansas de un amigo, préstale dinero.
- Proverbio ruso 

Lo más ofensivo que pueda lanzarte a la cara tu peor enemigo no se compara con lo que tus amigos más íntimos hablan de ti a tus espaldas.
- Alfred de Musset 


La amistad termina donde la desconfianza empieza.
- Proverbio español 


La amistad es como un lucero que siempre esta dandole luz al cielo.
- Erika Valenzuela
n parte de la vitalidad de una amistad reside en el respeto de las diferencias, no sólo en el disfrute de las semejanzas.

- James Fredericks 


Tener un amigo no es cosa de la que pueda ufanarse todo el mundo.
- Antoine de Saint

La verdadera amistad es una planta de desarrollo lento.
- George Washington 


No necesito amigos que cambian cuando yo cambio, y asienten cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor
- Plutarco

Ningún amigo me ha servido sin recompensa, ningún enemigo me ha hecho daño sin castigo; a todos les he pagado lo debido.
- Sila para su epitafio 


¿Acaso no destruimos a nuestros enemigos cuando los hacemos amigos nuestros?
- Abraham Lincoln

Entre un hombre y una mujer la amistad es tan sólo una pasarela que conduce al amor
- Jules Renard 


La mejor manera de mantener tus amigos es no deberles ni prestarles nunca nada
- Paul de Kock 

Uno de los mayores consuelos de esta vida es la amistad, y el más suave placer de la amistad, el tener a alguien a quien comunicar un secreto
- Alessandro Manzoni 


Probamos el oro en el fuego, distinguimos a nuestros amigos en la adversidad.
- Isócrates

Reprende al amigo en secreto y alábalo en público
- Leonardo da Vinci 


Cuando un amigo nos pide algo, la palabra <> no existe.
- George Herbert

A las personas les interesa nuestro destino exterior; el interior, sólo a nuestro amigo
- Heinrich von Kleist 


Extraño no equivale a enemigo, sino a amigo que aún no hemos conocido
- Gleen

Es una regla en la amistad que cuando la desconfianza entra por la puerta, el afecto sale por la ventana
- Jacob Howell 


Tómate tiempo para escoger un amigo; pero sé más lento aún en cambiarlo.
- Benjamin Franklin

Cada uno muestra lo que es en los amigos que tiene.
- Baltasar Gracían 


Un hombre ha de mantener su amistad en continua reparación.
- Henry Fielding

Dios no ha creado fronteras. Mi objetivo es la amistad con el mundo entero.
- Mohandas Gandhi 


La única manera de hacer un amigo es serlo.
- Ralph W. Emerson

Cosa dulce es un amigo verdadero; bucea en el fondo de nuestro corazón inquiriendo nuestras necesidades. No ahorra el tener que descubrirlas por nosotros mismos.
- Jean de la Fontaine 


Amigos son los que en las prosperidades acuden al ser llamados y en las adversidades sin serlo
- Demetrio I

Si quieres hallar en cualquier parte amistad, dulzura y poesía, llévalas contigo.
- George Duhamel 


Aceptar un favor de un amigo es hacerle otro.
- John Ch. Collins

Un buen amigo es un hombre para el cual no tenemos secretos y que, a pesar de todo, nos aprecia
- León Daudí 


La confidencia corrompe la amistad; el mucho contacto la consume; el respeto la conserva.
- Cicerón

En la prosperidad nuestros amigos nos conocen; en la adversidad nosotros conocemos a nuestros amigos.
- John Ch. Collins 


Una amistad noble es una obra maestra a dúo.
- Paul Bourget

La amistad no puede ir muy lejos cuando ni unos ni otros están dispuestos a perdonarse los pequeños defectos.
- Jean de La Bruyere 


Sin la amistad, el mundo es un desierto.
- Francis Bacon 

Los lazos de la amistad son más estrechos que los de la sangre y la familia.
- Giovanni Boccaccio 


Un amigo es un angel que nos ayuda a ponernos de pie otra vez cuando nuestras alas se han olvidado de cómo volar. 
- Rossy Valdez 

La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.
- Aritóteles 


La prosperidad hace amistades, y la adversidad las prueba.
- Anónimo


Lo mejor que podemos hacer por otro no es sólo compartir con él nuestras riquezas, sino mostrarle las suyas. 
- Benjamin Disraeli 


Si quieres ganar un adepto para tu causa, convéncelo primero de que eres su amigo sincero. 
- Abraham Lincoln

El victorioso tiene muchos amigos; el vencido, buenos amigos.
- Proverbio Mongol 


Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere.
- Elbert Hubbard

Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta.
- Ralph Waldo Emerson


En tu relación con cualquier persona: pierdes mucho si no te tomas el tiempo necesario para comprenderla.
- Rob Goldston

Al afecto se debe el 90 por ciento de toda felicidad sólida y duradera.
- C. S. Lewis 

¡Qué raro y maravilloso es ese fugaz instante en el que nos damos cuenta de que hemos descubierto un amigo!
- William Rotsler 


Vale la pena conocer al enemigo... entre otras cosas por la posibilidad de que algún día se convierta en un amigo.
- Margaret Thatcher

El mejor regalo que podemos darle a otra persona es nuestra atención íntegra.
- Dr. Richard Moss 


Tener un enemigo común no es buena base para una amistad verdadera.
- Richard Stengel 

La amistad es el amor, pero sin sus alas.
- Lord Byron,
; el amor a veces hiere.
- Séneca

Amigo es quien acepta nuestro límites pero busca nuestro progreso.
- Anónimo

La verdadera amistad es planta de lento crecimiento que debe sufrir y vencer los embates del infortunio antes de que sus frutos lleguen a completa madurez.
- George Washington

No hace falta seguir los consejos de una persona para hacerlas sentir bien; basta con pedírselos.
- Laurence J. Peter 


Qué desagradable resulta caerle bien a la gente que te cae mal
- Jaume Perich 

No hay riqueza tan segura como un seguro amigo
- Luis Vives 


Escojo a mis amigos por su buena apariencia, a mis conocidos por su carácter y a mis enemigos por su razón.
- Oscar Wilde



AMISTADES Y ANTAGONISMOS. Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas

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