Un conferenciante de reconocido prestigio comienza su seminario teniendo en alto un billete de 100 dólares. Pregunta a la gente:
- “¿Quien quisiera tener este billete?”
Las manos comienzan a levantarse, entonces dice:
- “Voy a dar este billete de 100 dólares a alguno de ustedes, pero antes déjenme hacer algo con él.”
Arruga entonces el billete con fuerza y pregunta:
- “¿Aún quieren éste billete?”
Las manos continúan levantadas.
- “Bueno, de acuerdo, pero ¿Que pasaría si hago esto?"
Lanza el billete arrugado al piso y salta con los pies juntos encima, pisándolo lo más posible y cubriéndolo con el polvo del piso. Enseguida pregunta:
- “¿Quien quiere todavía éste billete?”
¡Evidentemente las manos continúan levantadas!“
- “Amigos míos, acaban de aprender una lección… poco importa lo que yo haga con este billete, siguen queriéndolo porque su valor no ha cambiado, vale todavía 100 dólares.”
- “Piensen ahora en ustedes, en su vida. Muchas veces se sentirán arrugados, rechazados, ensuciados por la gente o por los acontecimientos. Tendrán la impresión de no valer nada ¡pero en realidad su valor no habrá cambiado a los ojos de la gente que los ama!”
- “El valor de una persona no depende de lo que uno ha hecho o ha dejado de hacer, ustedes podrán todos los días volver a empezar porque su valor intrínseco está siempre intacto”.
¡CLARO!
Relato inspirador, ¿no te parece?
En esta página hablamos de éxito, metas, pensamiento positivo, … pero a todos nos pasa que en ciertos momentos nos encontramos con la moral baja, tenemos un mal día…
¡Pues hay que recordar esta historia!
Nosotros no sólo valemos mucho más de lo que pensamos que somos, sino que somos más, tenemos un valor intrínseco por el sólo hecho de ser personas, creados a imagen y semejanza de Dios (para los que somos creyentes).
Y dentro de nosotros, dentro de tí, que no se te olvide, tienes todo el poder, todos los recursos para alcanzar tus sueños y ser feliz.