En la publicidad directa nos dirigimos expresamente a consumidores concretos. Utilizando la publicidad por correo podemos enviar nuestro mensaje a clientes potenciales muy seleccionados. La publicidad por correo tiene la ventaja de poder mediar el resultado. Si ponemos un anuncio en televisión es difícil saber que parte del incremento de las ventas son originados por el anuncio o por otras circunstancias como el trabajo de los vendedores. En la publicidad por correo podemos medir exactamente el resultado de cada envío. La publicidad por correo permite experimentar continuamente y probar distintos titulares, fotografías, ofertas. Podemos efectuar envíos a grupos poblacionales parecidos, cambiando un elemento y comprobar si las respuestas por cada mil envíos aumentan o disminuyen.
— El primer elemento es una buena lista. Una lista depurada de direcciones erróneas. Las listas de personas que compraron productos similares pueden proporcionar mayores respuestas. Se pueden aumentar las respuestas cuando seleccionamos cuidadosamente el grupo al que nos dirigimos.
— Una buena oferta. Una oferta atractiva que puede ser una oferta conjunta.
— Que sea creíble. Un gran problema de la publicidad por correo es la credibilidad. para aumentarla credibilidad tenemos varias herramientas como la utilización de personajes famosos, el respaldo de asociaciones, el respaldo de marcas conocidas, garantía de devolución.
— Utilizar Datos procedentes de listas públicas.
— Enviar nuestra publicidad dentro de un envío de otra empresa mediante una cuerdo de cooperación. Por ejemplo, llegamos a un acuerdo con un banco para que, sin darnos su lista de clientes, incorpore nuestra publicidad en un correo que envíe a sus clientes
— En España la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de Diciembre de Protección de Datos de Carácter personal limita de forma severa las posibilidades de comprar listas con datos de clientes.
— Se requiere la autorización del consumidor para incluir sus datos en una base de datos.
— Se limitan los posibles datos a incluir.
— No se pueden comprar o vender listas de direcciones o datos de clientes.
Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas