La fría, cruel y despiadada
verdad es que, en esta era de materialismo, el ser humano no es más que unos
granos de arena que pueden ser arrastrados despreocupadamente por todos los
vientos de las circunstancias, a menos que esté atrincherado detrás del poder
del dinero.
La genialidad puede ofrecer muchas recompensas a quienes la posean, pero la realidad sigue siendo que, sin el dinero necesario para darle expresión, no es más que un honor vacío, como un esqueleto. ¡La persona que no tiene dinero está a merced de la persona que si lo tiene! Y esto ocurre independientemente de las habilidades que pueda tener, la educación que haya recibido o la genialidad innata con la que haya sido dotada por la naturaleza.
La genialidad puede ofrecer muchas recompensas a quienes la posean, pero la realidad sigue siendo que, sin el dinero necesario para darle expresión, no es más que un honor vacío, como un esqueleto. ¡La persona que no tiene dinero está a merced de la persona que si lo tiene! Y esto ocurre independientemente de las habilidades que pueda tener, la educación que haya recibido o la genialidad innata con la que haya sido dotada por la naturaleza.
No se puede negar el hecho de que las personas te evaluarán en gran medida a la luz de los balances bancarios, independientemente de quien seas o lo que puedas hacer. La primera pregunta que surge en la mente de la mayoría de personas, cuando conocen a un extraño, es: “¿Cuánto dinero tiene?” Si tiene dinero se le abren las puertas y las oportunidades de negocio aparecen en su camino; se le prodigan todo tipo de atenciones. Pero si las suelas de sus zapatos están gastadas, su ropa no está planchada, su cuello está sucio y muestra claramente signos de una economía empobrecida, el infortunio será su suerte, pues la muchedumbre que pase a su lado le pisará los pies y echará a su rostro el humo de la falta de respeto. Estas afirmaciones no son agradables, pero tienen una virtud: ¡son ciertas!
La mencionada tendencia a juzgar a la gente por el dinero que tiene, o por su poder para controlarlo, no se limita a un tipo de personas. Todos la tenemos en cierta medida, tanto si lo reconocemos como si no.
Thomas A Edison es uno de los más famosos y respetados inventores del mundo, pero no sería desacertado decir que hubiese continuado siendo prácticamente un personaje desconocido y oscuro, de no haber tenido el hábito de preservar sus recursos y la capacidad de ahorrar dinero.
Henry Ford nunca habría llegado a la primera base con su “coche sin caballos”, si no hubiera desarrollado muy pronto en la vida el hábito de ahorrar. Además, si el señor Ford no hubiese preservado sus recursos y no se hubiese resguardado detrás de su poder, habría sido “devorado” por sus competidores o por aquellos que deseaban codiciosamente arrebatarle su negocio desde muchos años atrás.
Muchas personas han recorrido un largo camino hacia el éxito, y han acabado tropezando y cayendo para no volver a levantarse por no disponer de dinero en momentos de emergencia. Es casi seguro que la tasa de “mortalidad” de los negocios cada año, se debe en buena parte a la falta de un capital de reserva para emergencias.
El ahorro es importante. Los ahorros son esenciales, como lo son las inversiones. Resulta evidente señalar que la persona que no ahorra sufre de dos formas: en primer lugar, por la incapacidad de aprovechar las oportunidades que se le presentan a la persona con dinero disponible y, en segundo lugar, por la vergüenza de tener que hacer una llamada de emergencia imprevista para conseguir dinero.
El hábito de ahorrar no asegura el éxito, pero ayuda. El ahorro no le hará rico, pero es el inicio de toda fortuna.
Napoleón Hill
Muchas personas no saben cómo empezar su camino hacia la riqueza. Al respecto, Napoleón Hill comentaba que el deseo es el primer paso. Usted debe desear ardientemente, debe querer con todas sus fuerzas ir hacia esa vida de abundancia. Porque cuando alguien desea algo con todas sus energías, los medios aparecen.
Hill agregaba que se tiene que estar atento a estos medios (que luego usted debe convertir en planes) porque "suelen aparecer como un relámpago en la mente, casi siempre en forma de inspiración."
Hill agregaba que se tiene que estar atento a estos medios (que luego usted debe convertir en planes) porque "suelen aparecer como un relámpago en la mente, casi siempre en forma de inspiración."
En su libro "Piense y Hágase Rico", concretamente en el capítulo “los pensamientos son cosas”, el maestro Napoleón Hill cuenta la historia del hombre que “abandonó demasiado pronto” mientras buscaba una veta de oro. Dice que una de las causas más comunes del fracaso es el hábito de abandonar "cuando uno es derrotado temporalmente". Hill cierra su lección con las siguientes palabras: Antes de que el éxito llegue en la vida de un hombre, es seguro que ha de encontrarse con fracasos de importancia. Cuando la derrota abruma, la actitud más lógica y más fácil es abandonar. La gente olvida que el fracaso es un bromista que posee un agudo sentido de la ironía. El éxito está siempre al dar un paso más allá”.
La fe es uno de los pilares del éxito... Nada grande se logra sin ella. Decía Napoleón Hill que la fe no es un asunto de religiones, sino fundamentalmente un estado de la mente. No importa cuál sea su creencia religiosa, no importa si es agnóstico o ateo, usted debe tener fe en sí mismo, fe en sus ideas, fe en lo que hace. Pero recuerde que la fe requiere acción. Acción permanente. La fe por sí sola no es suficiente, debe ir acompañada de acción.
CONSEJOS DE NAPOLEÓN HILL
• Sé consciente de la
diferencia entre análisis amigable y crítica destructiva. Observa si el
propósito de tus palabras es ayudar, desahogarte o hacer daño.
• Ten presente que si toleras a los demás, ellos también serán pacientes
contigo en los aspectos no muy gratos de tu personalidad.
• Tu gran oportunidad se puede encontrar justo donde estas ahora mismo.
• Los miedos son sólo un estado mental.
• Las ideas son los comienzos de las grandes
fortunas. Ideas acompañadas de ardientes deseos.
• El Éxito no exige explicación. El Fracaso no
tiene excusa.
• Cuando la derrota viene, acéptelo como una señal
de que sus planes no son sólidos, reconstruya esos planes y embárquese otra vez
hacia su meta. Si se rinde antes que su meta haya sido alcanzada, usted es un
"perdedor".
• Toda idea, plan o propósito debe ser sumergido en
la mente a través de la repetición del pensamiento.
• El conocimiento no atraerá el dinero, a menos que
esté organizado e inteligentemente dirigido mediante planes prácticos de
acción, para el objetivo preciso de acumulación de riqueza.
• No esperes. El tiempo nunca será “el ideal”.
Comienza desde donde estás y trabaja con las herramientas que tengas a tu
disposición, y mejores herramientas encontrarás en el camino.
• El deseo es el punto de partida del logro. No la
esperanza, sino un profundo deseo.
• Crea un plan definitivo para lograr tus deseos y
comienza inmediatamente ya sea que estés listo o no, pon el plan en acción.
• Busca el lado positivo y agradable, aun de las
situaciones más complicadas y dolorosas. Es una disciplina que te ayudará a
pasar más fácilmente los momentos difíciles, y a convertir los problemas en
oportunidades.
• Cualquiera puede desear riquezas, y la mayoría de
la gente las desea. Pero sólo unos pocos saben que los únicos medios fiables de
acumular riqueza se dan mediante un Plan Definido, además de un Ardiente Deseo
de alcanzar esa riqueza
• Tenga fe en usted; fe en el infinito. Antes de
empezar, debería recordar que: ¡La fe es el "elixir eterno" que da
vida, poder y acción al impulso del pensamiento!
Un clásico de todos los clásicos y primer libro del maestro Napoleón Hill. Este libro es referencia de muchos otros textos de auto ayuda. Contiene una extraordinaria guía para lograr la riqueza.
Y EL LIBRO “LA ACTITUD MENTAL POSITIVA”, DE NAPOLEÓN HILL Y W. CLEMENT STONE:
No hay nada más capaz y más peligroso que los poderes de la mente. Este libro le ayudará a retirar las telarañas mentales que le impiden avanzar. La Actitud Mental Positiva es una guía práctica que le ayudará mucho.