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jueves, 31 de mayo de 2012

PRODUCTO INTERNACIONAL. CONCEPTO, DISEÑO Y ATRIBUTOS


La definición y establecimiento de la estrategia de posicionamiento y segmentación transnacional nos servirán como base para determinar de forma directa la estrategia de marketing mix internacional. Resulta inviable y poco práctico aplicar el mismo programa de marketing mix, en todos los mercados internacionales donde la empresa tenga intención de operar. Lo más acertado es identificar segmentos intermercados, a los cuales aplicar el programa con los mínimos cambios posibles. El diseño de un programa de marketing mix, para los mercados internacionales, no sólo está influenciado por la segmentación transnacional y por el posicionamiento sino por todos aquellos factores que se encuadran dentro de un marco más amplio y que afectan a las estrategias perseguidas por la empresa a nivel global. En cierto modo, las estrategias de marketing no son otra cosa que instrumentos de los que se sirve la empresa para alcanzar los objetivos marcados en los mercados elegidos. En el diseño de un programa de marketing mix internacional se parte, en primer lugar, de los recursos de los que se dispone en la empresa pues, en definitiva, son las principales restricciones a las que se enfrenta. A continuación, hay que considerar de qué disponibilidad productiva disfruta la empresa para poder atender la dimensión de las oportunidades internacionales detectadas.


 1) Concepto de producto internacional

 En un alto grado, el producto define la naturaleza del negocio y delimita los clientes y competidores, al mismo tiempo que establece los requisitos necesarios de investigación y desarrollo. Cada aspecto de la empresa está fuertemente influenciado por las características del producto. La concepción del producto internacional es de suma importancia para poder servir adecuadamente los mercados internacionales. Esta concepción servirá para identificar aquellos segmentos de mercados que respondan de forma similar al producto en cuestión, aunque siempre será necesario realizar alguna pequeña modificación en aras de atender las peticiones específicas de los clientes. Este equilibrio puede alcanzarse sin grandes costes, al actuar sobre los atributos que aportan el producto real y el ampliado, dejando inalterado el producto básico. En la planificación del producto internacional se tomarán decisiones sobre los siguientes puntos: qué producto se venderá en qué país, qué modificaciones se realizarán sobre los mismos, qué nuevos productos se añadirán, qué marca comercial se utilizará, cuál será el diseño de etiquetado y embalaje que se empleará, qué garantías se darán, qué servicio post-venta y, finalmente, en qué momento lanzar e introducir el producto en los mercados en cuestión. Cada una de estas decisiones han de estar basadas en una adecuada y fiable información. La tradicional teoría del ciclo de vida del producto internacional defiende que los productos que están en la fase de madurez de los países desarrollados pueden ser introducidos en los países en desarrollo en una fase más temprana. Sin embargo, nosotros pensamos que, actualmente, esta teoría no tiene mucho apoyo pues las grandes multinacionales introducen sus productos casi simultáneamente en todos los países. La razón principal estriba en la búsqueda de mercados que permitan amortizar lo antes posible la gran inversión, que hoy en día, necesitan todos los productos. Así, las empres que consideran el lanzamiento de nuevos productos se enfrentan a tres importantes factores: el primero de ellos es el aumento constante de los costes investigación y desarrollo; el segundo es el nivel y la competencia tecnológica comparable de las diferentes empresas; y, el tercero se refiere a la rapidez del conocimiento y de la difusión de una nueva tecnología que reduce considerablemente la ventaja y el avance de la empresa .. Esta es la causa por la que L’OREAL, primer grupo mundial de cosmética, lanzó su gel moldeador STUDIO LINE en 1984, a la vez en Francia, Italia, Gran Bretaña y Alemania. Este producto nació de la identificación de la necesidad, por parte de los quinceañeros de los principales países europeos, de llevar un peinado personalizado, inscribiéndose en las corrientes de grupos punks, rockers, etc. L’OREAL desarrolló un producto que habida cuenta de la existencia de esa necesidad y del segmento transnacional, fue objeto de un marketing mix estandarizado en el ámbito europeo, cuyo lema era «cread vuestra propia imagen». La aceleración y la difusión generalizada de la tecnología son elementos esenciales en la época en la que vivimos. De hecho, su repercusión es determinante en el modo en que las empresas gestionan la evolución de sus productos.


2) Características de los mercados internacionales y el diseño del producto 

Cuando una empresa se plantea la comercialización de sus productos en los mercados nacionales y, sobre todo, en los mercados internacionales lo primero que se cuestiona, o conoce sobradamente, son las características de sus consumidores en el sentido de poder establecer si sus mercados son de consumo final, son industriales o son de servicios; característica esta que determina en gran medida la naturaleza de las actividades de marketing y que ayuda a la comprensión de las necesidades que tengan los clientes, así como, al grado de estandarización posible que se puede desarrollar. Las diferencias de las características entre los mercados de consumo final, industrial o de servicios plantea condicionantes distintos a cada enfoque de marketing. La tendencia hacia la demanda de estándares globales en los mercados industriales viene defendida, como hemos apuntado anteriormente, por el hecho de que las empresas proveedoras necesitan de un mercado de gran envergadura que incluso puede ser el mercado mundial, para poder amortizar los altos costes de investigación y desarrollo así como la inversión inicial. En los mercados industriales, sobre todo, existe una gran tendencia a emplear la misma estrategia marketing en todos los mercados mundiales; razones eminentemente económicas, llevan y defienden tal postura. Aunque los productos industriales tienen una mayor potencialidad para un programa de marketing estandarizado es fácilmente observable que la tendencia hacia la demanda de productos, con similares especificaciones en los mercados de consumo, están siendo cada vez más una regla que una excepción. Cuyas conocidas causas son, entre otras, las grandes facilidades para viajar por cualquier país del mundo, la gran difusión de la información o los avances tecnológicos. Se constata así que, de entre los diferentes tipos de productos, hay algunos que se prestan mejor a la estandarización. Por ejemplo, los artículos de lujo se prestan bastante a un acercamiento global, al igual que las compañías aéreas o las tarjetas de crédito; tienden a un enfoque estandarizado aquellos productos que crean su propia cultura como son las McDonal’s, la Coca-Cola o los Marlboro. Para evitar caer en la trampa de un producto único que pueda conducir a un fracaso, las empresas pueden recurrir a la adaptación o diferenciación del producto en la fase final del proceso, manteniendo idéntico el corazón del producto. Los productos industriales son más fáciles de estandarizar. La razón descansa en el hecho de que suelen ser demandados bajo estándares y especificaciones globales más ligadas a la racionalidad del consumo que a las costumbres y cultura de los mercados locales. Por otro lado, los productos perecederos requieren un mayor grado de adaptación a los mercados locales que los bienes duraderos pues están relacionados con el consumo diario y, por tanto, de las costumbres y pautas de consumo local. En la misma medida, aquellos productos que estén ligados con la cultura local será más difícil estandarizarlos en el ámbito mundial, mientras que aquellos productos cuyo consumo no tiene ningún componente cultural será mucho más fácil de vender exactamente igual en todos los mercados mundiales. Las prácticas competitivas fuerzan en muchas ocasiones a las empresas globales a tener que adaptar sus productos de forma local, sobre todo cuando la competencia del país/mercado correspondiente es muy fuerte se busca la diferenciación del producto. Cuando el grado de sustitución de un producto por el de los competidores es alto se fuerza a una adaptación del producto con la intención de que el consumidor perciba esas diferencias y se reduzca la posibilidad de sustituirlo. A medida que aumenta el grado de compromiso e implicación que el consumidor adquiere en sus compras tanto mayor será la necesidad que existe de adaptar la estrategia de marketing a las• especificaciones locales. Puede ocurrir que las condiciones de uso del producto sean similares pero se atiendan diferentes funciones básicas, entonces la estrategia de comunicación del producto debe modificarse. El ejemplo más típico está en que mientras las bicicletas en Europa se tratan como un producto de recreo en China es un medio básico de transporte. También tiene una gran trascendencia la imagen que se tenga del país origen del producto pues este aspecto juega un importante papel en la percepción del producto en la mente del consumidor. De tal modo que cuando diferentes países/mercados tienen diferentes actitudes hacia los productos extranjeros o de un determinado país, la estrategia de marketing debe adaptarse a las circunstancias. Nissan Motor Company elaboró la marca Datsun para ser usada en EEUU y en el Reino Unido para evitar una posible asociación entre la palabra Nissan y la palabra Nippon utilizada para nombrar a los japoneses en la segunda guerra mundial. No todos los atributos del producto disponen de la misma potencialidad para ser estandarizados; ocurre que hay aspectos mucho más fáciles de estandarizar, por sus propias peculiaridades, que otros, más ligados al carácter personal del consumidor.


3) Atributos del producto internacional

 Una vez que la empresa ha tomado la decisión de operar en los mercados. internacionales tiene que asumir una serie de decisiones entre las que destacamos, el diseño del producto para esos mercados y consumidores. Las diferencias evidentes entre cada uno de los países/mercados lleva a la empresa a tener que realizar algunas modificaciones sobre el producto. Las modificaciones se intenta que tengan las menos repercusiones posibles sobre los costes, buscando las economías de escala, tan importantes en el actual entorno de competencia global. La empresa debe decidir sobre qué atributos del producto incidirá para efectuar la mejor adaptación (tanto en costes como en resultados). Estos atributos son empleados con la intención de diferenciar los productos de los de la competencia, configurando la imagen del mismo en la mente del consumidor. Se trata de elementos que se le añaden al producto básico y que conforman el producto real y el ampliado. Dentro del producto básico se circunscriben todas aquellas características físicas relativas a las normas técnicas, formas de producción o composición que permiten la identificación del producto. El producto real añade al producto básico elementos tales como el nombre de la marca, el envase, el etiquetado, la calidad, el estilo u otros rasgos tangibles. Finalmente el producto ampliado añade al producto real toda una serie de servicios tales como las garantías, los servicios post-venta, condiciones de entrega y acondicionamiento Y condiciones de financiación. En cuanto al producto básico destacar que sus principales atributos se centran en las características físicas del mismo, que es donde resulta más fácil el acceso a las economías de escala y, por tanto, será la parte que más se preste a ser estandarizada en el ámbito global. En cuanto al producto real analizaremos algunas de las características con más repercusión en los mercados internacionales: La Marca, la tomaremos como el nombre que se da al producto y que es el directo responsable de hacerlo conocer, individualizarlo, garantizar la calidad y asegurar una mejora continua. La marca ofrece al consumidor la posibilidad de asociar una idea, una personalidad o un conjunto que evoque elementos afectivos y psicológicos. Es en este papel donde la marca está en estrecha interrelación con la comunicación. Al escoger un nombre de marca para mercados internacionales se incurre en una serie de implicaciones tanto creativas como legales, por lo que es conveniente , considerar los siguientes factores: que sea fácilmente pronunciable, evitar asociaciones negativas o interpretaciones vulgares, no prestarse a confusión con otras marcas, regulaciones gubernamentales y posible asociación de la marca al país origen del producto. Entre los factores que condicionan la elección de la marca internacional figura en primer lugar las restricciones linguísticas, debido a que, a menudo, el nombre original pierde su sentido en otra lengua o resulta inapropiado culturalmente. El caso más conocido es el de «NIKE», marca muy conocida por los deportistas del mundo entero que fue rechazada en Qatar y Arabia Saudí debido a que esta palabra tiene connotaciones sexuales vulgares en árabe. Estudios empíricos han mostrado que en un alto porcentaje la marca es el elemento de marketing más fácil de estandarizar. Por su propia naturaleza la estandarización de la marca ofrece una serie de ventajas enormes, permitiendo una mayor eficiencia en el mercado al reducir los costes de la publicidad. Al igual que otras decisiones a tomar en los mercados internacionales, la relativa a la marca también se encuentra afectada por la orientación que la empresa dé a las operaciones con el exterior. Orientación que se concreta en la imagen que la empresa quiere ofrecer y en cuya consolidación la marca desempeña un importante papel.


A este respecto, la empresa puede optar por alguna de las siguientes alternativas:

a) Modificar el nombre de la marca en aquellos mercados exteriores donde opere.

 Existen varias causas que pueden llevar a la empresa a tomar esta alternativa que va desde necesitar una adaptación del nombre como consecuencia de su complicada pronunciación, de su mal interpretación, de su otras connotaciones hasta la obligación de utilizar la marca de un distribuidor para facilitar la entrada del producto en el mercado considerado. Esta estrategia también es utilizada en los siguientes casos: cuando se modifican las especificaciones técnicas o de calidad del producto, cuando la demanda de los consumidores así lo exige y para evitar asociaciones de diferentes calidades.


b) Mantener en todos los mercados internacionales la misma marca o marca global, utilizado predominantemente por las grandes multinacionales. 

Esta estrategia favorece la comunicación global así como el aprovechamiento de economías de escala en la misma. Esta marca única tiene una serie de ventajas que se ven apoyadas por las actuales mejoras en las comunicaciones. Tal como hemos mencionado, la marca es una de las más importantes bases del marketing mix, ya que condiciona la política de precios, es sostenida por la variable comunicación, respalda las características físicas o psicológicas del producto y contribuye al peso específico de la marca en su distribución y en los mercados. Con relación a la estandarización, reconocemos una fuerte tendencia a la utilización de marcas globales en el ámbito europeo. Es el caso de Ferrero, una multinacional del sector de la confitería cuya sede está en Italia, la cual comercializa una gama de productos, tales como los MonCheri o los Kinder, con el mismo nombre en todos los países de Europa y en el resto del mundo. El envase y embalaje se constituyen como uno de los atributos que más contribuyen a la adaptación del producto a las exigencias de los mercados locales. Entre sus especificaciones se incluye la protección del producto, la facilitación de su manejo, soporte para el etiquetado y permitir promover la imagen del producto, adaptación a las costumbres locales y ajustarse a las normativas no sólo comerciales sino legales. Estos dos elementos han de considerar las diferencias climáticas de cada mercado así como los distintos niveles de distribución por los que han de pasar. Al mismo tiempo se ha de comprobar cuáles son las preferencias en cuanto a tamaño del envase, color, aspecto, etc, pues determina en gran medida el grado de aceptación por parte de los consumidores. Baste recordar el conocido caso sobre el fracaso sufrido por la botella de dos litros de Coca-Cola motivado porque la misma no cabía en los frigoríficos de determinados países/mercados o el enorme problema que experimentó Pepsi-Cola en el sudeste asiático, donde tenía una importante cuota de mercado, al cambiar sus colores por el azul, el cual en dicha zona significa muerte. La principal importancia de estos atributos radica en que, a pesar de su coste, es una fórmula rápida y relativamente sencilla de adaptar un producto y hacerla más asequible el mercado destino. La importancia del envase y el empaquetado entre los elementos del marketing la dejamos resumidas en protección y apoyo para la comunicación. El etiquetado desempeña un importante papel de información, cuyo nivel de detalle viene regulado, normalmente, por los gobiernos locales teniendo por tanto, la empresa un limitado control sobre dicho nivel de especificación. Como consecuencia de las diferencias linguísticas, la mayoría de las etiquetas necesitan ser adaptadas a las peculiaridades locales, lo cual en algunas ocasiones se suele solventar usando símbolos de reconocimiento internacional. Actualmente, debido a la enorme permeabilidad de las fronteras comerciales las etiquetas llevan impresas la información pertinente en diversas lenguas facilitando de esta manera la posibilidad de estandarizarla en el ámbito mundial y acarreando los consiguientes ahorros en costes. En las regulaciones más comunes sobre etiquetado destacan las descripciones de peso, contenido, ingredientes, nombre de fabricante, fecha y lugar de producción. Las garantías, servicios post-venta, condiciones de entrega, de acondicionamiento, condiciones de financiación, etc, son todos ellos atributos que contribuyen a dar un mayor contenido al producto y que conforman y asientan la imagen del consumidor. Podemos afirmar que los atributos del producto son protagonistas de élite en cuanto a la cuestión de la estandarización en el ámbito internacional del producto. La diferenciación se puede alcanzar al mismo tiempo que la estandarización, operando precisamente sobre dichos atributos mientras que el producto básico permanece inalterado. La estandarización del producto no es una cuestión de todo o nada sino que existe toda una variedad de opciones que permiten alcanzar un cierto grado de estandarización sin perder de vista las necesidades específicas de los mercados locales.


















Curso Marketing Mix Internacional | Aula-Center | Cámara de Comercio 


Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas


miércoles, 30 de mayo de 2012

ESTANDARIZACIÓN O ADAPTACIÓN


Con la internacionalización de la economía mundial y al surgir la idea de globalidad, que considera el mundo como un único mercado, se modifica y amplia el campo de aplicación y actuación del marketing. A todo esto ha ayudado la caída de muchas barreras comerciales y la mejora en las tecnologías. Dichas mejoras han reducido las distancias geográficas y psicológicas contribuyendo a esa homogeneización de los deseos y comportamientos de compra que no puede ser atribuido únicamente a un efecto de la moda. Es en este entorno, donde surge y se desarrolla la polémica que enfrenta a los defensores de la adaptación del marketing, los cuales pretenden seguir operando con los esquemas clásicos, con aquellos que pugnan por la estandarización de las estrategias de marketing, aduciendo ventajas y beneficios propios de operar en un mundo con tendencia a la igualdad. La estandarización parte de una constante bien sencilla: cuanto menos modificaciones haya que realizar sobre el producto y sobre los procesos más notable será el ahorro de pasos y más importante el volumen de beneficios obtenido. En particular, cuando nos referimos a la estandarización del marketing mix estamos haciendo referencia a vender el mismo producto en todos los mercados del mundo, con el mismo precio, iguales canales de distribución e igual comunicación; es lo que se conoce como estandarización pura.


De este modo, la estandarización es una forma de reaccionar por parte de determinadas empresas de determinados sectores industriales ante este hecho peculiar y concreto de la globalización. Incluso, podemos afirmar que aunque la empresa desarrolle un enfoque globalizado (estrategia global) ello no quiere decir que el contenido de su estrategia tenga que estar necesariamente estandarizado en todos sus aspectos. Así cuando se planifica sobre una base mundial, con la intención de alcanzar objetivos globales, la empresa utilizará la estandarización en aquellos mercados y para aquellos productos que así lo permitan y adaptará el resto. Es más, puede ocurrir que aplique un posicionamiento global en todos los mercados en los que opera mientras que adapta algunas características del producto a las particularidades propias de cada uno de ellos. Tradicionalmente, la discusión sobre qué estrategia aplicar cuando se realizan negocios internacionales ha girado alrededor de dos posturas extremas: estrategia mundial uniforme versus estrategia adaptada a las condiciones específicas de los mercados locales. Así, por un lado, se ha argumentado que la adopción de una estrategia uniforme permite a la empresa alcanzar unas potenciales sinergias y economías que surgen al operar en más de un país; mientras, que por otro, se alude al hecho de que la adaptación de las estrategias a las rasgos nacionales de cada mercado es cruclal para poder aprovechar las oportunidades que surgen en esos mercados. Sin embargo, tras el análisis de estas dos posturas extremas se considera que en la práctica son inviables tanto una como otra; pues, por un lado, una total adaptación traería como consecuencia unos elevados costes que a la larga serían insostenibles y, por otro, una estandarización total es imposible de llevar a la práctica aunque sólo sea por la diferencia de idiomas y distancias físicas, sin contar con una serie de grandes diferencias culturales que aún perviven. El rápido desarrollo y difusión de la tecnología junto con las innumerables posibilidades de las comunicaciones y los viajes están «forzando» al mundo entero hacia una determinada uniformidad. El resultado de dicha homogeneidad es la aparición de mercados de ámbito universal que demandan productos estandarizados y aquellas empresas que capten esta realidad se beneficiarán de economías de escala no sólo en producción sino también en marketing. A su vez, dichas economías redundarán en precios más económicos con los cuales competir con mayor fortaleza, pudiéndose conseguir a la larga, si se cuenta con segmentos de mercados de alcance universal, productos de bajo precio con alta calidad. De tal modo que para aquellas empresas que operan en diferentes países-mercados y como consecuencia de este proceso de creciente integración de las economías mundiales, la adopción de una perspectiva global se ha convertido en un imperativo a la hora de planificar la estrategia de marketing.


1) Factores claves en el enfoque de estandarización

 Existen una serie de factores clave que asume la filosofía de la estandarización: —Homogeneización de los deseos e intereses de los consumidores en todo el mundo.

 8 — En general, las personas de cualquier parte del mundo prefieren sacrificar sus preferencias en cuanto a características, funciones y diseño del producto a favor de precios más bajos y de una mayor calidad.

— Es posible alcanzar economías de escala tanto en producción como en marketing si se operan en todos los mercados mundiales. Estos tres puntos, que son la base de la filosofía y en los cuales se sustenta, tienen una serie de críticas que a su vez son replicadas. Es como entrar en un debate de defensores y detractores cuyos argumentos y contraargumentos son tan ciertos como las realidades que ha vivido cada una de las empresas de cada sector. Es decir, hemos de partir de que no hay ninguna panacea y que las cosas que pueden ser muy buenas para una empresa no lo son tanto para otra pues existen numerosos parámetros tanto internos (estilos de dirección, cultura empresarial, formación de sus individuos, estrategias aplicadas, estructura organizacional y de costes, motivación, etc) como externos (condiciones del mercado, estructura de la industria, etc) que la hacen realmente diferente.

Por ejemplo, es bastante cierto que el potencial para la estandarización es mayor para ciertos tipos de productos tales como los industriales o artículos personales de lujo donde el comportamiento de los consumidores se espera que sea relativamente similar. Al mismo tiempo, la estandarización es más fácil de llevar a cabo donde las necesidades de los clientes y las condiciones de los mercados sean más semejantes, lo cual ocurre con más frecuencia en los países de la tríada (EEUU, Japón y la Unión Europea). Podemos observar que el gusto por ciertos productos tales como los de lujo (perfumes, equipos de alta fidelidad), la música moderna (Rock, pop), ciertos hábitos alimentarios (comida rápida) son similares y muy parecidos en cualquier parte del mundo. Esto lleva a que muchas empresas hallan explotado esas oportunidades sobre una base mundial antes que sobre la base de país a país. Así lo demuestra Chanel, Sony, Coca-Cola, McDonald, Cartier, Vuitton, Gucci, Mercedes, etc, quienes se dirigen a segmentos muy concretos (segmentación inter-mercados) que tienen sus similares en otros países y que acumulados ofrecen una oportunidad bastante interesante. En contraposición con estas empresas, encontramos otras, con igual éxito, que se adaptaron a las preferencias idiosincráticas de cada país desarrollando marcas locales y variantes de los productos para adaptarse a las preferencias locales; así lo hizo la división de comida congelada Findus de Nestlé, comercializando productos distintos en Francia, Reino Unido e Italia. En este mismo sentido, aunque Coca-Cola comer cializa su marca de forma global, en Japón su conocida bebida lleva un menor contenido en azúcar o que McDonald vende en Méjico sus hamburguesas con unas salsas diferentes. Aunque es cierto que para determinados productos mercados hay segmentos que son invariablemente sensibles al precio, eso no tiene por que llevamos a pensar que esa tendencia vaya en aumento en todos los productos-mercados; por el contrario, hay algunos mercados de productos y servicios que van desde los ordenadores personales hasta la banca y los seguros cuyo interés por ciertas características peculiares de los productos parece ir en aumento.


De forma similar, en determinados mercados de consumo, donde los segmentos globales están formados por consumidores pertenecientes a escalas altas, es probable que dichos consumidores busquen distinción y prestigio asociado con una alta calidad como ocurre con los relojes Cartier o los chocolates Godiva. Por tanto, es lógico pensar que estos clientes mundiales son incluso menos sensibles al precio aunque bien es cierto que demandan cualidades parecidas. Desde un punto de vista puramente estratégico el posicionamiento respecto al precio no se considera una ventaja competitiva sostenible a largo plazo, especialmente en los mercados internacionales donde se está expuesto a rápidos cambios y a nuevos desarrollos tecnológicos, los cuales llevan aparejado una disminución de costes. Otro elemento, aunque de menos trascendencia, que incide en la vulnerabilidad es el ataque de competidores con mano de obra más barata. También anotar que los clientes sensibles al precio no suelen ser leales a la marca y, por tanto, cambiarán rápidamente cuanto encuentren otro más barato. Aquellos productos estandarizados a precio bajo pueden ser considerados precios bajos en determinados países y altos en otros. Esto ocurre sobre todo cuando los países en los que se está operando varían en su nivel de desarrollo económico o en su estructura competitiva; luego competir con precios bajos no es lo más adecuado pues mientras en unos países esa estrategia será percibida por encima de un determinado listón en otros países no superará el mismo, con lo cual se provocará cierta confusión en el posicionamiento y en la relación calidad-precio.

 La realidad sugiere que en los países en desarrollo los mercados son sensibles al precio y, por tanto, una estrategia de adaptación del producto parece ser mucho más adecuada. El tercer factor de la filosofía de la estandarización se basa en el hecho de que se pueden obtener economías de escala tanto en producción como en marketing al servir y operar con mercados globales. Este elemento es el considerado de mayor impor tancia e influencia a la hora de decidir si aplicar o no una estrategia de estandarización. Aunque a menudo, los costes de producción representan una parte poco importante de los costes totales, como ocurre en determinados mercados de productos cosméticos, detergentes, farmacéuticos o instituciones financieras donde los costes de producción son una parte poco importante de los costes totales. La clave en estos mercados estriba en conocer los gustos y comportamientos de compra de los consumidores así como de los distribuidores.


 2) Factores que potencian la estandarización

 El debate de la estandarización ha propiciado numerosos comentarios y consejos. Se han escudriñado y enfatizado los problemas financieros, legales, contables, de organización y de personal que implica esta opción; sin embargo, a pesar de ello, los directores de marketing siguen preocupados y sumamente interesados en el tema. Buscan afanosamente factores que les permita y les justifique la utilización de tal estrategia. Los factores potenciadores son expuestos por la escuela de pensamiento que defiende que las habilidades y conocimientos de marketing pueden ser transferidos desde un país a otro y que se pueden alcanzar beneficios significativos al estandarizar el marketing sobre una escala global. Sin embargo, a pesar de los numerosos obstáculos a la implantación de la estandarización, existen beneficios indiscutibles teniendo, por supuesto, en cuenta que las posibilidades varían según las actividades de marketing, los sectores, las empresas, los mercados y los productos.


Los beneficios de la estandarización son:

— Costes más bajos. El argumento con mayor reconocimiento a favor de la estandarización es el ahorro en costes que se produce como consecuencia de las economías de escala obtenidas tanto en producción y aprovisionamiento como en marketing. Estas economías de escala en producción y en investigación y desarrollo pueden ocasionar una diferencia tan grande entre los precios del producto global y el local, que ni siquiera el consumidor más ligado a una determinada cultura pueda resistirse. También, hay que contar con el hecho de que en muchas ocasiones las empresas no disponen de los recursos necesarios para invertir en I+D y poder adaptar los productos a cada país/mercado. Añadir que no todos los productos son igualmente susceptibles de aprovechar economías de escala en producción o I+D. Así tenemos que los bienes duraderos como los televisores o los automóviles son más propensos a tales economías que los bienes no duraderos como son los productos de consumo empaquetados. Aunque las economías de escala más difundidas son las alcanzadas en producción, éstas también se pueden alcanzar en las actividades de marketing, siendo las más destacadas las que se consiguen en: producción de material publicitario, fuerza de ventas y formación (sobre todo cuando el producto conlleva una alta complejidad), servicio de apoyo, etc. Para la mayoría de los productos y sectores el grado adecuado de estandarización varía de unas actividades de marketing a otras. Así los elementos estratégicos como el posicionamiento son más fáciles de estandarizar que los que dependen de la ejecución como la promoción de ventas. El marketing suele contribuir, en mayor medida, a las economías de escala creando un diseño de producto estándar que sea vendido en todo el mundo. También se pueden obtener economías de escala en presentaciones estandarizadas del producto. Este es el caso de un importante fabricante europeo de sopas preparadas que pasó de tener 11 etiquetas a sólo 2 obteniendo unos considerables ahorros en costes. Otro aspecto del marketing en el que existe la posibilidad de obtener economías de escala y mayor rapidez de aprendizaje es en ciertos elementos de la publicidad, concretamente, en la producción del trabajo artístico o de películas. Es el caso de todas las fotografías usadas en los anuncios de BMW las cuales son producidas de forma estandarizada y distribuidas mundialmente.

— Mayor rapidez de aprendizaje. Un factor notablemente ligado al anterior es el aumento de la rapidez en cuanto al aprendizaje de las actividades desarrolladas, al estar operando con mayores volúmenes de producción y al tener la posibilidad de compartir las experiencias adquiridas en otros mercados.

— Reducción en los costes de transporte y de distribución. Vender un mismo producto en todo los mercados mundiales viene en parte justificado si tal acción permite aprovechar economías de escala en producción, u otras, y, por tanto, poder disfrutar de una cierta ventaja en costes que se alcanza al producir de forma centralizada o en unas pocas grandes plantas altos volúmenes. Si esta ventaja de costes desaparece al ser absorbida por los costes de transporte que se producen al aumentar las distancias desde los centros de producción a los lugares de consumo, evidentemente, no interesará aplicar tal estrategia. Sin embargo, y como consecuencia de los desarrollos tecnológicos, los costes de transporte y de distribución se han reducido considerablemente en las últimas décadas. Gracias a los contenedores y otras formas de distribución es posible transportar enormes cantidades de productos a unos costes unitarios relativamente bajos. Esto no quiere decir que los costes de distribución no representen una parte importante de los costes totales, por el contrario, son bastante sustanciales necesitando por ello de un cuidadoso análisis y de la búsqueda de aprovechamiento de economías de escala en este tipo de actividad.

 —Aparición de segmentos globales de mercado. Es posible identificar segmentos parecidos en cuanto a sus gustos e intereses tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo y que unidos representan un mercado homogéneo de considerable envergadura. La aparición de estos grupos de consumidores con similares formaciones, estatus, intereses, etc, en cualquier parte del mundo aumenta la posibilidad de vender el mismo producto con similares posicionamientos, marcas, campañas publicitarias e incluso precios, pues están demandando el mismo concepto. Esto hace que el producto estandarizado no necesite, apenas, ningún tipo de adaptación. El atractivo de la oportunidad consiste en que aunque ese segmento a nivel de país tenga un número de consumidores no excesivamente alto, la suma de cada uno de esos segmentos entre todos los países donde son detectados hace posible un mercado lo suficientemente grande para beneficiarse de las economías de escala. Estos segmentos globales también aparecen en los mercados industriales movidos, sobre todo, por el deseo de tener uniformadas las compras de materiales; de tal modo, que un volumen de compras relativamente grande puede llevar implícita ciertas economías de escala así como una mayor coherencia.


— Imagen global consistente. La estandarización ayuda a crear una imagen corporativa uniforme en todos los mercados reduciendo la confusión en los consumidores. El desarrollo de los sistemas de comunicación, la extraordinaria difusión de la información, las interminables posibilidades de realizar viajes internacionales (sobre todo en Europa donde las distancias son relativamente cortas) hace que los consumidores puedan ver el mismo producto que consume en su país en cualquier otro lugar del mundo, realizando las pertinentes comparaciones. Si el turista español ve en Italia sus marcas más utilizadas es probable que las adquiera durante su visita reforzando su lealtad hacia ella.

 — Mejora de la planificación y el control. Aquellas empresas que realizan operaciones en multitud de países es probable que necesiten de una mayor coordinación y control. De tal modo, que cuanto más coordinadas e integradas estén todas estas actividades mayor será la ventaja competitiva al respecto. Una de las más importantes formas de adquirir esta coordinación entre países es a través del empleo de similares métodos en el desempeño de las actividades de marketing; es decir, implica la estandarización de las mismas.

 — Mejor explotación de las buenas ideas. Este es otro de los argumentos que defienden la estandarización ya que al ser difícil encontrar buenas ideas y personas eficientes en marketing es por ello que cuando se encuentran deben explotarse al máximo. Este aspecto es muy apoyado sobre todo en el diseño adecuado de productos así como en la parte creativa de la publicidad y de la comunicación. La escasez de buenas ideas es lo que alienta la estandarización.

— lnternacionalización de los estilos de vida así como una mayor homogeneización de los gustos de los consumidores. Como una consecuencia práctica de casi todos los elementos citados con anterioridad, los estilos de vida y los gustos de muchos grupos de consumidores tienden a internacionalizarse y a parecerse en gran medida. Dicho fenómeno se está produciendo no sólo en los mercados industriales sino también en los mercados de consumo. Todos los factores potenciadores que hemos expuesto anteriormente tienen que ser analizados de forma conjunta para poder determinar cuánto hay a favor de la estandarización; en absoluto son excluyentes entre sí.


3) Barreras a la estandarización

 Hay productos con una mayor vocación global. Deducimos que el potencial para la estandarización está en función de la categoría de producto así como del grupo de mercados implicados. A pesar de las barreras que a continuación se exponen, se reconoce que esta ola de productos estandarizados no sólo está dirigido a productos industrializados o a materias primas sino que también alcanzan a productos de gran consumo tales como Coca- Cola, Pepsi-Cola, McDonald, cosméticos Revlon, aparatos electrónicos de consumo Sony, vaqueros Levi-Strauss, etc.


 A favor y en defensa de la adaptación hay toda una lista de autores que apuntan numerosas barreras a la estandarización y sugieren que hay mayores beneficios en aquellas estrategias que se adaptan a cada uno de los mercados. Estos se basan en que la noción de marketing es dar al cliente lo que este quiere, mientras que los defensores de la postura contraria aducen que el marketing es dar al cliente lo «mejor». A continuación, se analiza una serie de factores, tanto internos como externos a la empresa, que se han convertido en importantes barreras a la estandarización:

 a) Barreras Externas 


— Restricciones gubernamentales e institucionales. Las regulaciones gubernamentales en puntos tales como las tarifas arancelarias y no arancelarias obstaculizan la estandarización de las líneas de productos, de los precios, de la distribución, etc. De hecho el establecimiento de ciertas cuotas a la importación de materiales o componentes claves afectan directamente a los costes de producción y reducen la posibilidad de uniformar la política de precios. Dentro de estas regulaciones por parte del gobierno también se encuentra lo que se ha dado en llamar tratamiento preferencial a las empresas locales.

— Costes de los transportes. Aunque es cierto que el coste de los transportes y de la distribución se han reducido considerablemente (está recogido como un argumento a favor de la estandarización), este es un hecho que hay que analizar de forma relativa. Es decir, hay productos que gracias a los nuevos sistemas de distribución como son los contenedores es fácil y barato realizar transportes a grandes distancias; sin embargo, hay productos cuyo coste de transporte no compensa el ahorro que se experimenta al operar bajo economías de escala en la producción. El caso más típico y tópico es el de los ladrillos. Por mucho más barato que resulte fabricar los ladrillos en China resulta prácticamente inviable comprar dichos ladrillos en París para hacer un chalet. Éste es un obstáculo para ciertos tipos de productos pero no para todos, pues el abaratamiento de los mencionados costes de distribución ha aumentado considerablemente la posibilidad de vender en cualquier parte del mundo por muy alejada que se encuentre.

— Diferencias por países en las infraestructuras de marketing. Diferencias en las infraestructuras locales de marketing tales como sistemas de transporte o disponibilidad de medios de comunicación fuerzan a las empresas a aplicar un marketing sobre una base país a país antes que de forma estandarizada para una base mundial. Es un hecho que no todos los países funcionan con las mismas posibilidades en cuanto a la disponibilidad de medios de comunicación, así tenemos que en ciertos países como son Suecia, Noruega o Dinamarca existe una total carencia de espacios publicitarios en televisión por lo que resultaría totalmente inviable aplicar el mismo programa de publicidad. Por otro lado, también podemos encontrar diferencias en cuanto a los sistemas de teléfono y a las prácticas habituales de correos (en Italia o Brasil, simplemente no existe) lo cual fuerza a un cambio en el caso de realizar actividades de marketing a través de mailing, que pueden ser empleadas en unos países pero no en otros. También habrá que considerar la eficacia de la actividad de la comunicación pues es conocido que en ciertos países es muy baja la tasa de población con aparatos de televisión o radio; aunque este punto es cada vez de menor importancia. En cuanto a los medios de distribución hay países cuyo sistema difiere enormemente de otros. Este es el caso de Japón donde es necesario pasar antes de la venta final por un número interminable de intermediarios. En este sentido tenemos que mientras en EEUU la mayor proporción de ventas de comida se realiza en grandes superficies de ventas, en otros países ese porcentaje se alcanza en tiendas de menor tamaño y más numerosas; así ocurre en países como Italia, Portugal o España donde más del 75% de la venta al detalle se realiza en pequeños establecimientos (hábito que está cambiando lentamente).


— Diferencias en las características de los mercados. Las deferencias en la renta per cápita, el nivel de educación, nivel de desempleo o normas sociales puede demandar un enfoque localizado de aquellas empresas que realicen actividades de marketing internacional. Bienes de consumo que pueden ser comercializados como lujo en algunos países serán simplemente artículos comunes en otros. Productos que en ciertos países tienen una clara aceptación en otros son rechazados. Tal vez las diferencias más persistentes son las que surgen como consecuencia del entorno físico (clima, geografía, recursos, etc). El clima tiene un efecto obvio en el potencial de ventas de muchos productos así como en las presentaciones, la topografía también ejerce una fuerte influencia en la eficacia del sistema de distribución, las condiciones de uso del producto es otro de los factores que inciden en las estrategias de marketing. Por ejemplo, el tamaño de las cocinas europeas son pequeñas si se comparan con las de EEUU lo cual obliga a que una de las exigencias sea el tamaño de los electrodomésticos. Otro punto a tener en cuenta en las características de los mercados es la etapa de desarrollo económico e industrial del mismo.

Este punto es la base de los niveles de ingreso por personas y que condicionará el precio y el diseño de los productos.

 — Diferencias en los gustos y comportamientos de compra de los clientes. Esta es una barrera ante todo de tipo cultural. En este sentido hemos de reconocer que aunque existe una evidente tendencia hacia la homogeneización de los gustos en muchos mercados mundiales también hay que contar con que dicha tendencia no se produce con la misma intensidad ni en todos los tipos de productos ni en todos los mercados ni en todos los países. Es decir, hay productos que se sienten más afectados por los condicionantes culturales y sociales y, por tanto, son menos susceptibles de tener una configuración estándar. Así tenemos que para los productos de alimentación puede resultar más difícil la estandarización como consecuencia de estar muy ligados a los hábitos y gustos nacionales mientras que otros productos o servicios como los ordenadores son mucho más fáciles de estandarizar.

 — Diferencias en el entorno competitivo. Es claro y comprensible que no todos los países se encuentran en la misma situación competitiva ni ésta ha sufrido la misma evolución. Tales aspectos imponen importantes restricciones a la posibilidad y a la efectividad de una estrategia estandarizada. Nestlé, por ejemplo, alcanzó más del 60% de cuota de mercado en café instantáneo en Japón, pero menos del 30% en EEUU. La causa fue que en EEUU Nestlé se tuvo que enfrentar a dos fuertes competidores (General Foods y Procter & Gamble) mientras que en Japón apenas tenía rivalidad. Nestlé, por tanto, tiene que reflejar estas diferencias del entorno competitivo en su estrategia de marketing y adaptar precios, comportamiento de la fuerza de ventas e incluso la publicidad.


 b) Barreras Internas 

— Filosofía y estrategia de la empresa. La orientación seguida por la empresa condiciona enormemente el enfoque comercial que se le dan a las operaciones en el exterior.

— Estructura organizacional. La internacionalización de la economía ha supuesto para la empresa la necesidad de un cierto reajuste en sus pautas de actuación. La estandarización exige una gran coordinación de todas las actividades de marketing lo cual sólo se puede llevar a cabo si se cuenta con una estructura adecuada para que puedan circular por ella todas las decisiones, informaciones y órdenes pertinentes a cada momento.

— Existencia actual de operaciones internacionales. Los defensores de la estandarización normalmente parten de una empresa que comienza a internacionalizarse y que no tiene previamente ningún compromiso con mercados internacionales. Sin embargo, en la práctica la mayor de las empresas han comenzado su internacionalización con pequeñas operaciones en varios países. Estas operaciones suelen ser licencias, joint venture colaboraciones en compras, producción, o distribución que les condiciona. Tales compromisos son difíciles de cambiar a corto plazo convirtiéndose en un importante impedimento para establecer una estrategia estandarizada. Además ocurre que cuando la empresa saca al mercado un nuevo producto le puede resultar más rentable y eficiente vender el mismo en la red de distribución que ya tiene establecida en ciertos países que intentar ampliarse geográficamente, lo cual requeriría una mayor inversión para establecer una nueva red de distribución.

— Motivación y actitud de los gerentes locales. Los directores locales pueden sentir que la estrategia les viene impuesta y que no es adecuada al carácter local de su mercado, lo cual le reduce su motivación para implantar la misma; es decir, la estandarización tiende a entrar en conflicto con el responsable de la gestión local.


4) Situaciones bajo las cuales es más efectivo aplicar la estrategia estandarización global 

a) Existencia de segmentos de mercados globales

. Es posible identificar segmentos globales tanto en los mercados de consumo como en los mercados industriales. En los mercados de consumo es fácil encontrar estos segmentos en los productos de lujo o en los esenciales. Sin embargo, dichos segmentos no se limitan a estos tipos de productos sino que también se encuentran en productos como las motocicletas, los equipos de música, los ordenadores, etc, donde es posible acceder a segmentos con similares deseos y necesidades en cualquier país. Esto lleva a pensar que un marketing estandarizado de productos y marcas para segmentos inter-mercados permite desarrollar una imagen global uniforme en todos los países. Mientras que la existencia potencial de un segmento global es un factor clave para el desarrollo de una estrategia de estandarización del producto y la marca es importante resaltar que el atractivo de tal estrategia se ve matizado por el tamaño y viabilidad económica del segmento, también dependerá de la fortaleza del mismo así como de la habilidad para explotarlo de forma efectiva. Obviamente, la estandarización podrá ser tanto mayor cuanto mayor sea la semejanza de los consumidores, en términos de iguales gustos y preferencias.


 b) Sinergias asociadas a la estandarización.

 Este enfoque también genera experiencia al tener que operar y superar diversas condiciones ambientales; de tal modo, que la experiencia ganada en un determinado país/mercado puede servir para solucionar un problema en otro país/mercado. Estas sinergias que son el resultado de una mayor coordinación e integración, surgen como consecuencia que la empresa está operando sobre una base global, antes que sobre una base de país a país, buscando las ventajas de una empresa que trabaja en mercados de diferentes nacionalidades. Así la estandarización de las líneas de productos entre los países puede facilitar una mejora de la coordinación de la producción o el establecimiento de un sistema logístico global. Las sinergias, también, surgen de la coordinación y la integración de los sistemas de decisión entre los diferentes países y productos-mercados.


c) Disponibilidad de una infraestructura adecuada en distribución y comunicación internacional.

 La eficiencia de la estandarización, también, depende de la existencia de una adecuada infraestructura en cuanto a la comunicación y la distribución. El ejemplo más claro de ello se encuentra en la persuasión de la que fueron objeto los proveedores japoneses de componentes de automóviles por parte de los fabricantes, cuando éstos decidieron instalar plantas en los EEUU. Al final, dichos proveedores siguieron a sus clientes a los mercados exteriores situándose cerca de ellos. Las agencias de publicidad tales como Saatchi & Saatchi, McCann Erickson y Young & Rubican tienen ahora redes internacionales de operaciones para poder servir a sus clientes allí donde se encuentren. Esto mismo lo hacen las agencias de investigación de mercados y las instituciones financieras.
















Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas