La carga mental es un peligro o factor de riesgo más, presente en todas las actividades
laborales y en cualquier empresa, y hace referencia al conjunto de exigencias mentales
o intelectuales a las que se ve sometido el trabajador a lo largo de su jornada laboral,
es decir, al nivel de actividad mental necesario para desarrollar el trabajo.
La carga mental de un determinado puesto de trabajo no es siempre la misma, sino
que está en función de la interacción o relación que se establece entre las exigencias
de la tarea y las características del individuo: hablamos de carga mental cuando las
exigencias mentales de la tarea sobrepasan las capacidades del trabajador.
La consecuencia de una carga mental inadecuada sobre el trabajador es la fatiga
mental, que puede presentarse a dos niveles diferentes: la fatiga normal o fisiológica,
y la fatiga crónica. En cualquier caso, la prevención deberá ir encaminada a evitar
la aparición de esa fatiga, fundamentalmente facilitando el tratamiento de la
información y organizando el trabajo de forma correcta.
La valoración de la carga mental se hace con métodos indirectos, que utilizan fundamentalmente
dos tipos de indicadores: los factores de carga del puesto (exigencias
de la tarea), y su incidencia sobre el individuo.
Tanto los distintos métodos como los
indicadores que utilizan son complementarios entre sí, es decir, para hacer una buena
valoración de la carga mental, habrá que utilizar algunos de ellos de forma conjunta.
Para prevenir el estrés se ha de empezar a intervenir en la fase de diseño, teniendo
en cuenta todos los elementos del puesto, integrando el entorno físico y social y
sus posibles repercusiones para la salud.
La prevención del estrés laboral ha de pasar por la intervención a nivel organizacional;
la intervención de tipo clínico a nivel individual de reducción del estrés o sus
consecuencias, puede ser útil en algunos casos, pero no siempre es la solución más
eficaz y adecuada para prevenirlo.
Las intervenciones pueden y deben dirigirse hacia la estructura de la organización,
estilo de comunicación, procesos de formulación de decisiones, funciones de
trabajo, ambiente físico y métodos para capacitar a los trabajadores.
La base para reducir el estrés, consiste en mejorar las comunicaciones, aumentar
la participación de los trabajadores en las decisiones respecto al trabajo y mejorar
las condiciones ambientales; también debe considerarse la variedad y estimulación
en las tareas de trabajo.
El mobbing, existente hace mucho tiempo, está de plena actualidad al ser estos
momentos cuando se plantea y se trata de buscarle soluciones sociales, laborales,
legales y judiciales. Aún así es importante que sea claramente definirlo y evitar su
confusión con otras figuras similares.
Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas
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