Los grupos tienen diferentes fases por las que transita desde el mismo inicio de su
formación, estas fases ilustradas en un gráfico que, desde la óptica de este trabajo se
pueden ver de la siguiente manera:
En cada una de estas fases los grupos cuentan con diferentes características que
permite identificar por el estadio que atraviesa.
La primera de las fases es la individualista en donde podemos encontrar un grupo
difuso, centrado en el líder que actúa como elemento de unión. En esta fase de formación
del grupo es donde comienza el establecimiento de nuevas relaciones dentro
de la nueva organización que se está creando. Se hace necesario vencer las individualidades, la lucha por la inclusión, el poder y la influencia, la aceptación e intimidad,
identidad y papel, para que cada miembro pueda comprender el por qué se ha
formado el grupo. La mayoría de las veces esta etapa transcurre en una atmósfera de
desconfianza y adversidad y existe gran rechazo al compartimento de la información,
todo condicionado por un alto grado de incertidumbre.
En esta fase se debe comenzar a trabajar sobre una serie de fases que facilitan el
posterior tránsito por las otras etapas hasta constituirse como grupo real.
Estas fases son:
— Comenzar a crear un clima de grupo positivo,
— Tratar de establecer la misión del grupo,
— Determinación en el menor tiempo posible el qué hacer y el quién lo va a
hacer,
— Fomentar el sentido de interdependencia de los miembros,
— Identificar los riesgos.
Estos elementos deben repasarse en cada una de las etapas posteriores.
La segunda fase es la denominada de identificación el grupo característico de esta
fase es un grupo asociativo en el que las personas que lo forman acaban de entender
que forman un grupo en el cual todos se estiman y en donde se comienza a alcanzar
una armonía en las relaciones grupales, aunque las interacciones grupales no son fuertes
aún.
Esta es una etapa en la que los conflictos personales llevan al esclarecimiento de
los roles, tareas, responsabilidades y expectativas. Los debates, conflictos y hostilidades
van dando lugar a la identificación del grupo, y esta es alcanzada por la preocupación
por la armonía y el interés por salvar esos mismos conflictos, así como la
esperanza de formar el grupo ideal.
La tercera fase la llamamos de integración en donde encontramos a un grupo cooperativo,
que ya ha aceptado su estructura grupal, preocupado por sus metas, su rendimiento
y fundamentalmente por la conservación del grupo al que pertenecen.
Los miembros se sienten bien en su ambiente de grupo y perciben que su resultado
tiene un propósito y un valor, de ahí la preocupación por los rendimientos y el trabajo
en equipo. Se hace una exhibición de cohesión por el gran acercamiento de todos
los miembros al equipo para cooperar intercambiando ideas, tratando de aportar lo
mejor de sí y tratando de discutir las discrepancias que se presentan.
La fase cuarta denominada de madurez y estabilización hace gala de un equipo
maduro y autodirigido el cual se ha denominado colaborador en él sus miembros juegan
sus verdaderos roles. El trabajo que se realiza es caracterizado como cooperativo
y colaborativo. Se puede observar una alta cohesión entre los integrantes del equipo.
Es en esta etapa en donde se manifiestan plenamente las ventajas del trabajo en grupo:
(1) recursos incrementados (mayor conocimiento e información),
(2) mayor número
de acercamientos a un problema (mayor cantidad de enfoques),
(3) hay una mayor
aceptación de las decisiones,
(4) mejor comprensión de las decisiones,
(5) incremento
del estímulo al esfuerzo mental (hay más atención sobre ese grupo ya que va a
generar soluciones avanzadas),
(6) combinan diferentes habilidades de procesamiento
de información, unos elementos del grupo poseen la información, pero no saben
como usarla, otros miembros son hábiles para extraer información relevante de los
otros, otros son hábiles al examinar analíticamente la información y las alternativas
para la decisión, y otros son hábiles en extraer grandes ideas de informaciones que en
ocasiones parecen que no están relacionadas con lo que se discute.
Además se pueden palpar los elementos que hacen exitoso el trabajo del grupo:
(1)
cuentan con una misión para trabajar juntos,
(2) gran sentido de interdependencia y
reconocimiento de la necesidad de una variedad de habilidades representada por una
colección de "jugadores",
(3) comprometimiento y búsqueda de concertación,
(4) alto
sentido de responsabilidad y unidad de funcionamiento.
Una quinta fase por la que atraviesan los grupos es la llamada centrada en grupo o
grupocéntrica. Los grupos característicos de esta fase los hemos denominado fortaleza
sitiada.
Esta es una fase de idilio grupal en la que sus miembros se censuran aún sus propias
ideas y minimizan su importancia. El individuo supervalora las características y posibilidades
del grupo y en ocasiones se siente supeditado a él observándolo como algo superior
e infalible. El grupo se convierte en la máxima unidad de confianza de los individuos,
y este se transforma en una sala de espejos en los que los miembros se miran,
como en un espejo, en los demás miembros que le sirven de esquema de referencia. Las
opiniones de unos son aceptadas por cada miembro como si fueran las suyas propias.
Existe tanta preocupación por el trabajo en equipo más que por la organización y
la real consecución de las soluciones que esto trae como consecuencia una pobre
comunicación que estimula la supresión de información que en un momento dado
puede resultar importante a los efectos de los problemas que se resuelven o de la actividad
que se está llevando a cabo.
En esta etapa hace aparición un fenómeno muy importante y que se le ha denominado
(CHAPMAN, "Management for Engineers" ) pensamiento de grupo el cual se
caracteriza por una resonancia de ideas entre los miembros del grupo, para los cuales
el grupo es ya la máxima expresión de confianza para los individuos que los integran.
Entiéndase por pensamiento de grupo no el que surge de las ideas de todos los
miembros del grupo en pos de lograr una solución participativa. Este pensamiento
grupal es la aceptación de una idea aunque no sea la mejor, solo tiene que provenir
del grupo, que muchas veces se iguala a una o varias personas que son consideradas
como las más capacitadas dentro del equipo.
El pensamiento de grupo, como se decía anteriormente, se presenta en esta etapa
ya que las condiciones para su surgimiento están dadas precisamente en este estadio
del grupo, en el cual sus integrantes están presos de una alta estimación por sus compañeros
de grupo, manifestándose una alta cohesión entre ellos, el grupo se ha alejado
de las influencias exteriores y deja como tal de ser un sistema para convertirse en
una fortaleza sitiada en la que surge un fuerte hábito entre sus miembros que radica
en el creer que un buen miembro de grupo se define por el hecho de no tener diferencias
de opinión con los otros miembros, ya que del grupo surgen las mejores ideas,
y el grupo en sí son sus miembros, de ahí se deduce el principio de no contradicción
a través del cual se pierde la controversia y la lucha de opiniones grupal que es un elemento
vital, la base del desarrollo creativo del grupo (situaciones como esta ya fueron
comentadas por R. LOWENTHAL en su "Studenten und demokratische offentlichkeit"
en 1967), todo este proceso es propiciado por el alto estrés de los miembros
del grupo con un bajo grado de confianza de encontrar una mejor solución que la ya
favorecida por la mayoría del grupo y ello trae consigo una falta de procedimiento sistemático
para la examinación de las alternativas presentadas en el proceso de solución
de las distintas problemáticas y de realización de la tarea en sí.
En nuestra opinión en esta etapa se evidencia una pérdida de la personalidad individual
y se instaura la personalidad grupal.
El acuerdo con el grupo se da por la convicción
de que el grupo nunca va a estar errado, no hay "presión" en ello. El individuo
esta persuadido de esta situación, la considera adecuada y se produce una aceptación
libre de las alternativas ofrecidas por el grupo.
La sexta fase se puede denominar de estancamiento y comenzamos a observar un
grupo conformista que comienza a sentirse exhausto tanto emocional como físicamente
por el trabajo en equipo y la fuerte presión para lograr soluciones innovadoras.
El equipo está asediado por un factor de última hora el tiempo, y cada día se le piden
soluciones más complejas en un plazo más corto.
Debido a la fuerte influencia que tiene ya el equipo sobre sus miembros, comienzan
a manifestarse opiniones y patrones de conducta más o menos uniformes que los
hacen más semejantes unos a otros. Los individuos dependen en alto grado del grupo
para formar un modo estable de respuesta, experimento demostrado ya por SHERIF.
Existe la tendencia a la aceptación de la influencia grupal, no precisamente por el
total acuerdo con las soluciones que este de forma general está brindando, sino más
bien para lograr un consenso entre los miembros que para tratar de buscar la mejor
alternativa. Entra a funcionar en esta etapa el fenómeno llamado argumento ganador,
o sea gana la alternativa que sea mejor argumentada, no importa que sea la mejor, los
miembros del grupo la apoyan ya que es mucho más fácil aceptar que buscar argumentos
para contrarrestarla, esto puede traer como consecuencia individuos dominantes
dentro del grupo que lleven a cabo la toma de decisiones dejando a los demás
miembros la oportunidad única de aceptar sus alternativas.
Un principio muy aplicado en esta etapa fundamentalmente es el del refuerzo
mediante el cual las personas aplican la importación de soluciones ya dadas para otros
problemas similares a los que enfrentan en ese momento.
Es característico de esta etapa un creciente conformismo vicioso que lleva a los
miembros del grupo a aceptar la opinión grupal influya o no la presión que pueda ejercer
este sobre los miembros del grupo, lo que no indica que este conformismo sea propiciado
por la alta actividad persuasiva implícita o explícita entre los miembros del
grupo o del líder que cuente con el poder suficiente como para inducir conformidad.
Del mencionado conformismo existen algunos detractores que alegan que el hecho
de aceptar las alternativas que brinda la mayoría del grupo no es ser conformista, con
esto estamos de acuerdo, no obstante no es a esto a lo que nos referimos cuando mencionamos el conformismo en los individuos que integran el grupo, sino a aquel que es
propiciado por la fuerte actividad persuasiva para hacer que los individuos se atengan
a las normas del grupo que ya en esta etapa comienzan a ser cada vez más estrictas,
nos referimos al conformismo propiciado por la venta de ideas y opiniones preelaboradas
por alguien, por las reacciones defensivas del grupo al desacuerdo, por la dominación
de las discusiones del grupo por solo unos pocos miembros, que no oyen, solo
cuando se va a refutar un argumento contrario al que ellos proponen y que debe ser
tomado como la máxima expresión del pensamiento del grupo, todo esto genera el
conformismo al que nos referimos que hace alejarse a las personas del grupo, que
hace a las personas ensimismarse y retener información, ocultar ideas, antes de ir en
contra del grupo que ya ha sido considerado como el non plus ultra de las aspiraciones
de cada uno de sus miembros.
No existe un tiempo determinado que rija el paso de un grupo por una fase, esto
depende de las condiciones del entorno en que se desarrolle el grupo. Inclusive vale
aclarar que algunas de estas etapas pueden estar solapadas y en ocasiones se hace muy
difícil su identificación a través de la vida del grupo.
EL PROCESO DE FORMACIÓN DE UN GRUPO. Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas
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