Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas
("EL MASTER DEL GUAPO HACKER") BLOG PROPIEDAD DE XAVIER VALDERAS. Son mis particulares anotaciones sobre estudios de MBA (Master in Business Administration , o sea “Maestría en Administración de Negocios”). Aquí puedes encontrar de casi todo lo referente a los masters, querido visitante internauta, pero recuerda siempre que el mejor MBA y la más importante es “La Escuela de Negocios de la Vida”, la cual no te cobra ni matricula y es lógicamente en la que más aprenderás. Saludos y sed bienvenidos
lunes, 28 de mayo de 2012
LA EMPRESA ESPAÑOLA Y EL COMERCIO EXTERIOR
El compromiso de España con la Unción Europa ha comportado un profundo cambio
en el entorno económico y en el normativo en el cual se desenvuelven las empresas.
El tamaño de la empresa tiene especial relevancia en el caso español, dado el papel
que desempeña la PYME en la estructura empresarial, aproximadamente el 99,6% de
las empresas españolas tienen menos de 100 empleados. Esto mismo se da en el
colectivos de las exportadoras. Aunque la gran empresa sólo representa el 7% de unidades implicadas en exportación, contribuyen con una cuota del 70% a las ventas
externas. Estas cifras nos dan una idea del elevado nivel de concentración registrado
en el colectivo de las exportadoras.
Entre los sectores en los que predomina la pequeña empresa se encuentran una gran
parte de las industrias tradicionales generadoras de bienes de consumo: calzado, piel,
madera y muebles y productos metálicos y no metálicos. En similares condiciones se
encuentra el sector agrario, en el que más del 50% de las mismas tienen menos de 10
empleados en plantilla. En el otro extremo se encuentra la empresa mediana y de gran
dimensión, que se corresponde con industrias como las de refino, automóvil, siderurgia,
química industrial y papel; estos son sectores caracterizados por la necesidad de
funcionar sobre la base de economías de escala.
La relación de las formas organizativas con el tamaño empresarial es mucho más
claro: el 45% de las empresas de menos de 10 empleados no tiene una organización
definida; sin embargo, esto sólo ocurre en el 0,2% de las empresas que tienen más de
500 empleados. El umbral crítico para la carencia de estructura organizativa se sitúa
entre 25 y 50 empleados, facturando entre 200 y 600 millones de pesetas y con una
exportación de entre 100 Y 200 millones de pesetas. Aunque no se ha encontrado una
clara relación con la propensión exportadora, sí parece existir con los países de destino.
Así se ha comprobado que cuando se trata de mercados situados en la Unión
Europea la presencia de un organización definida parece estar ausente, no siendo ese
el caso cuando los mercados están situados en Asia o en países del Pacífico.
Dentro
de los que tienen una estructura organizativa clara, la forma más común es la funcional
por áreas.
En cuanto a sectores de actividad, aquellas industrias más modernas relacionadas
con la tecnología, químicas o eléctricas y electrónicas suelen disponer de un departamento
de comercio exterior, mientras que no es así en el caso de la industria tradicional;
con las evidentes excepciones situadas en plástico que suelen carecer de él o
la alimentación que dispone del mismo.
En cuanto a la selección de los mercados, la reducida dimensión media de la
empresa exportadora y, por tanto, su limitada capacidad comercial favorece la estrategia
de concentrarse en unos pocos países/mercados, cercanos física o psicográficamente.
Además la falta de experiencia en operaciones internacionales da como resultado
una estrategia menos selectiva de dichos mercados, limitándose en algunos casos
a servir pedidos solicitados desde diferentes partes del mundo.
En la medida en que gran parte de las exportadoras españolas aún están en las primeras
etapas del proceso de internacionalización, muchas de ellas se limitan a poner
el producto en manos de los distribuidores de los países de destino, con lo cual el resto
de las actividades de marketing tales como el precio, la distribución o la comunicación
son escasas.
En definitiva, nos encontramos con unas empresas conscientes de la importancia
que tienen los mercados internacionales para el futuro de su organización; sin embargo,
como consecuencia de una serie de problemas tales como la financiación, la formación
de sus directivos, la falta de experiencia en los mercados internacionales y la
necesidad de mejorar ciertas ventajas competitivas hace que la mayoría de ellas aunque
estén implicadas en el proceso de internacionalización no avancen lo suficiente
en él.
El intercambio comercial se ha convertido en un factor clave de supervivencia
tanto para los países como para las empresas. Por otro lado, tenemos que hay muy
pocos sectores donde no se dé el fenómeno de las exportaciones y las importaciones;
incluso aquellos que se consideran «aislados» están inmersos dentro de la situación
económica por la que pasa «su» país, la cual está influida, directamente, por la situación
económica mundial.
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