— Del entorno competitivo. No es lo mismo determinar precios internacionales cuando nos enfrentamos a una competencia global que cuando ésta es internacional.
— De la estructura de la industria, en el sentido de que cada sector tiene sus propias particularidades. El caso de un sector global es el de los grandes aviones de pasajeros, donde, como señala Boeing, el precio del avión es el mismo independientemente de la zona geográfica donde sea vendido, ya sea EE. UU o un país en desarrollo.
— Del grado de influencia que la empresa ejerce sobre los canales internacionales de distribución. En muchas pequeñas y medianas empresas, cuya forma de penetrar en los mercados internacionales se realiza a través de la exportación, su dependencia con los canales de distribución internacionales es muy fuerte; en este sentido, es precisamente esta dependencia y la influencia que ejerce la que mide el grado en el que la empresa es capaz de establecer el nivel de precios internacionales.
— La orientación que la empresa dé a esos mercados pues variará la concepción si los mercados son complementarios a los nacionales que si son trascendentales para la supervivencia de la empresa;
—La etapa del proceso de internacionalización en la cual se encuentre pues, por ejemplo, en las etapas más tempranas la empresa prácticamente pone el producto en manos de los distribuidores nada más cruzar las fronteras perdiendo, por tanto, el control sobre los precios.
— La etapa del ciclo de vida del producto, aunque cada vez se va reduciendo más la diferencia, existen diferentes países/mercados donde el producto se encuentra en una etapa diferente en cuanto a su ciclo de vida, por lo que el establecimiento del precio en dicho mercado vendrá condicionado por tal circunstancia.
— Las metas financieras, las cuales, en cierta medida, vienen condicionadas tanto por el tamaño de la empresa como por el resto de los factores, que en última instancia influyen, aunque sea indirectamente, en este aspecto.
— Las regulaciones gubernamentales que varían entre países (aún dentro de la Unión Europea) se presentan como una importante barrera a la utilización del mismo precio en los diferentes países/mercados.
— La situación competitiva del mercado.
— Las expectativas de los clientes.
— El tanteo del mercado. Basado en el intento meditado de alcanzar un segmento de mercado que está dispuesto a pagar algo más para conseguir el producto; por lo que el producto tiene que aportar un alto valor para el consumidor, típico de la fase introductoria del producto en el mercado. Se busca maximizar el rendimiento, adaptando la demanda a la oferta existente. Aquí el precio forma parte de la estrategia sobre posicionamiento.
— Fijación de precios de penetración. Usa el precio como un arma competitiva, bombardeando el mercado; para lo cual ha de contar con unas instalaciones de escala eficientes y con mano de obra barata. No suele ser usado en las primeras etapas del proceso de internacionalización, donde no se pueden soportar precios bajos; sí es usado por aquellas empresas que buscan saturar el mercado rápidamente.
— Mantenimiento del mercado. Se busca, sobre todo, estabilizar la cuota del mercado, aunque ello, inevitablemente provoca una cierta reacción en la competencia. Este el caso que se da cuando una compañía aérea se plantea sacar al mercado una serie de tarifas en oferta, inmediatamente también lo hace la competencia. En algunas ocasiones las fluctuaciones de la moneda también dan lugar a ajustes de los precios, que provocan desequilibrios competitivos.
— Valoración a coste total. Usada por aquellas empresas que son nuevas en el negocio de las exportaciones y que buscan un sitio en los mercados mundiales. La valoración a coste total requiere la suma de todos los costes para llevar el producto a los mercados internacionales más un porcentaje de beneficios. La enorme desventaja de este método consiste en que obvia totalmente tanto a la competencia como al nivel de demanda.
Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas
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