"Cuando hemos perdido de vista definitivamente nuestro objetivo es entonces
cuando redoblamos nuestro esfuerzo".
(Mark Twain)
Una dirección de empresa eficaz sólo puede funcionar con éxito cuando se trazan
unos objetivos claros y bien definidos y se controla la consecución de los mismos.
Los objetivos constituyen un reto para todas las personas en ellos interesados y desencadenan
acciones: se sabe a dónde se quiere ir y qué meta alcanzar. Las metas son al
mismo tiempo el parámetro para enjuiciar y valorar un esfuerzo. Dirigir por objetivos
es un método tanto eficaz como cooperativo para dirigir de forma moderna una
empresa y sus colaboradores.
Si nuestra vida, como un todo queremos que sea satisfactoria, entonces detrás de
todo ello tiene que haber una razón de ser de la misma, es decir, claros objetivos, tanto
profesionales como privados, qué hay que conseguir y tareas de hoy y el éxito y la
satisfacción del mañana.
Quien a sabiendas se ha marcado unas metas concretas y las persigue, orienta las
fuerzas da su subconsciente en la dirección correcta para conseguirlas (auto-motivación
y auto-disciplina). Los objetivos sirven para concentrar las fuerzas sobre el verdadero
punto de gravedad. No importa lo que usted haga, sino para qué lo hace. Establecer
metas es una premisa y la clave de un buen aprovechamiento del tiempo.
¿Por dónde comenzar? Muchas personas pasan la mayor parte de su tiempo dedicadas
a muchos problemas relativamente secundarios, en lugar de concentrarse en
pocas actividades, pero de vital importancia.
A menudo, ya el 20% del tiempo y la
energía correctamente utilizados, desde un punto de vista estratégico nos proporciona
el 80% del resultado (la denominada ley de Pareto):
— 20% del cliente o género nos da el 80% de la venta
— 20% de fallos de producción origina el 80% de los desperfectos
— 20% del periódico contiene el 80% de las noticias
— 20% del tiempo de la entrevista proporciona el 80% de las conclusiones
— 20% del trabajo de mesa posibilita el 80% del éxito en el trabajo
Las conexiones de la regla 80:20 fueron descritas por primera vez en el siglo XIX
por el economista italiano Vilfredo Pareto.
Realizando investigaciones estadísticas
llegó Pareto a la conclusión de que el 20% de la población poseía el 80% de la fortuna
del pueblo. Este estado de cosas, demostró también su realidad en otros muchos
aspectos de la vida.
Definir los objetivos y planificar las medidas y actividades para conseguirlos significa
lograr el 20:80% del éxito en la vida, tanto profesional como privada, proponiéndoselo
como máxima prioridad.
("EL MASTER DEL GUAPO HACKER") BLOG PROPIEDAD DE XAVIER VALDERAS. Son mis particulares anotaciones sobre estudios de MBA (Master in Business Administration , o sea “Maestría en Administración de Negocios”). Aquí puedes encontrar de casi todo lo referente a los masters, querido visitante internauta, pero recuerda siempre que el mejor MBA y la más importante es “La Escuela de Negocios de la Vida”, la cual no te cobra ni matricula y es lógicamente en la que más aprenderás. Saludos y sed bienvenidos
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