1) Los valores y la misión social de la organización
Es importante promover y seguir aquellos valores que guían tanto a la empresa como a sus empleados: la ética, la ecología, el servicio al cliente... Pocas cosas destruyen tanto el salario emocional como la sensación de que con el propio trabajo se está traicionando los propios valores que uno persigue. En muchas empresas, la promoción de estos valores suele quedar reflejada en un código ético que hace público su compromiso a actuar y decidir defendiendo unos criterios no puramente de rentabilidad a corto plazo. Además, hay que promover el carácter social de la misión de la empresa. Esto constituye un elemento alentador para los empleados, ya que, de lo contrario, realizar día a día el trabajo sin recordar la necesidad social que pretenden cubrir puede desembocar en empleados desilusionados y en ocasiones decepcionados. En Niké, algunos de los fundadores cuentan en los diferentes centros de la empresa cómo nació ésta: un corredor que empezó vendiendo zapatos con su propio coche y su entrenador, otro cofundador ahora fallecido, cuya búsqueda de mejores equipos deportivos para los corredores inspiraron la creación de este imperio. Los que asisten a estas sesiones comentan que el recuerdo de los inicios de la empresa dice más a los stakeholders de qué es Niké que cualquier otra campaña de publicidad o la imagen de un deportista vistiendo sus productos.
El ciudadano está dispuesto a premiar a la empresa socialmente responsable. Los europeos opinan que las organizaciones deben prestar mayor atención a su responsabilidad social, ya que ésta, en una época de tendencia al liberalismo, está siendo transferida desde el sector público al privado. Del mismo modo, afirman que el compromiso social de una empresa es un factor de peso cuando inician su vida laboral. Sin embargo, según informa la Fundación Empresa y Sociedad, las prioridades de las empresas están invertidas frente a las prioridades de los ciudadanos. Esto es debido a que a la hora de obtener un compromiso distinto al lucrativo, las empresas escogen otras actuaciones más alineadas con la visibilidad que le reportan que con aquellos aspectos que realmente son más valorados por los ciudadanos. Si consideramos al empleado como un ciudadano concienciado, la empresa le aportará recompensa emocional cuando se compromete con una causa social, especialmente con aquella que considera prioritaria, ya sea, corporativamente, desde sus operaciones cotidianas, o a través de sus empleados. La colaboración corporativa exige que la empresa como conjunto apoye una causa: aportando fondos, creando una fundación propia, con el patrocinio o mecenazgo de proyectos e iniciativas sociales, dando empleo directa o indirectamente a colectivos desfavorecidos, con programas de igualdad de oportunidades de trabajo, donando o cediendo activos usados... El compromiso social desde las operaciones supone que la empresa preste una labor desinteresada con su actividad cotidiana; por ejemplo, organizando campañas de marketing con causa, donando productos gratuitamente o a precios especiales, apoyando proyectos sociales desde el área logística y comercial... Este sería el caso mostrado por las empresas de mensajería cuando se ofrecen para repartir material para ONG en condiciones más favorables, o el caso de empresas de restauración que donan alimentos a comedores sociales. La empresa también puede comprometerse socialmente a través de sus empleados. Esta es la forma en la que más directamente el empleado percibe que está trabajando por una causa justa y, por tanto, la que más impacto tiene sobre el salario emocional. Aquí se presentan algunas ideas.
— Financiación conjunta de proyectos: Puede darse el caso de que entre la plantilla alguien esté colaborando con un proyecto social o que un grupo está sensibilizado a favor de los afectados por alguna catástrofe natural y esté recogiendo fondos para ello. Una forma en la que las empresas pueden ayudar, sin restar protagonismo al empleado, es canalizando la recogida de dinero y duplicando sus aportaciones dinerarias, reforzando así su recompensa emocional.
— Apoyo del voluntariado entre la plantilla: Son cada vez más las empresas que dedican un día de trabajo a realizar labores comunitarias o que, como Foro, poseen una política por la que sus empleados dedican cierto número de horas anuales remuneradas colaborando con una causa solidaria. La empresa sale beneficiada en distintos aspectos al cooperar socialmente y fomentar entre sus empleados la colaboración con la comunidad. En concreto, en aquello que está directamente relacionado con la gestión de sus personas, puede obtener los siguientes resultados. En primer lugar reduce la rotación: según el estudio de 1996 Measuring the value of corporate cítizenship del Consejo de Fundaciones de EE UU, los empleados involucrados en actividades comunitarias de su compañía estaban un 30% más motivados a continuar en la empresa y en ayudarla a que tuviera éxito.
EL COMPROMISO SOCIAL. Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas
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