La conferencia comenzará aproximadamente diez minutos después de la hora
prevista a fin de dar tiempo para que lleguen los retrasados. Este tiempo
puede utilizarse para sesiones de fotos o de pequeñas entrevistas.
«Guionizar» la concatenación de las diferentes intervenciones de los oradores
por parte de la empresa, sus argumentos más sobresalientes, a fin de evitar
las repeticiones inútiles.
La sesión se abre con uno o varios discursos de los diferentes participantes.
El conjunto de estas intervenciones no deberá exceder de una hora; acto
seguido habrá una sesión de preguntas y respuestas entre los participantes y
los periodistas.
El presidente hará una rápida conclusión, al final del debate, y después dará
paso al cóctel de clausura. Este momento, más informal, es particularmente
importante para los periodistas: les permite recoger informaciones más originales,
y estrechar contactos personalizados y, eventualmente, solicitar una
entrevista. En cuanto o los directivos, el cóctel les permite conocer (mejor) a
sus interlocutores de la prensa.
El conjunto de las intervenciones no deberá sobrepasar la hora. Se desarrollará
de la siguiente forma: palabras de bienvenida del presidente y presentación
de los ponentes; enunciado de los temas que serán abordados; exposiciones
sintéticas de quince o veinte minutos.
El contenido y el tono son primordiales: presentar un punto de vista claro,
simple e informativo (no se trata aquí de contar las propias alabanzas, del
estilo de «somos formidables»).
Conviene desdramatizar el discurso con
chispas de humor y «frases graciosas», muy del gusto de los periodistas.
Aportar un valor añadido (informaciones complementarios y perspectivas)
con relación al dossier de prensa.
Ante todo, hoy que ser positivo y objetivo. Por eso es importante no cortar ni
contradecir a los otros participantes. En cuanto a las preguntas más o menos
negativas referidos a la empresa, no se trata de eludirlas: los periodistas volverán
a la carga. Por el contrario, esa es la ocasión de justificarse.
La respuesta a las preguntas requieren de una gran atención (lo mismo que la
conducta en una entrevista): repetir la pregunta si el auditorio no lo ha entendido,
o si es ambigua. Si no surge ninguna pregunta al final de la exposición
oral, uno de los participantes (o el encargado de prensa) debe sugerir una,
destacando un punto que merece ser desarrollado.
Es indispensable finalmente recoger todos los recortes de prensa aparecidos
con ocasión de esta cita y reunirlos en un press-book.
Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas
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