La radio se considera como uno de los medios más importantes y de larga tradición en la emisión de publicidad. Sus orígenes nos remontan a los años cuarenta cuando toda la familia se reunía en torno al aparato de radio, el cual permitía el acceso inmediato a la información, aportando además elementos de entretenimiento y diversión. Hoy podemos escucharla fuera del hogar desarrollando otras actividades, Y alcanzar una gran intimidad, especialmente con los programas de la noche, donde la gente confiesa ante miles de oyentes lo que no se atreverían a decir a nadie cara a cara.
Es consecuencia de esa extraña magia de la radio. Esta percepción y carácter intimista se debe al calor de la voz humana, el oyente conforma la realidad con su imaginación y completa la voz con sus propias imágenes. En este sentido el publicitario debe cuidar más las producciones para radio elaborándolas conforme a estas posibilidades de “contacto directo”, individual, profundo, emocional, que este medio establece en determinados horarios y programas.
La radio es el medio más desatendido. No hay festivales o concursos nacionales o internacionales donde se premie la buena producción de radio. No es habitual encontrar especialistas en la realización de cuñas. Las campañas en radio son una adaptación o refuerzo en la estelar de televisión.
Por su capacidad informativa, su inmediatez, junto con su versatilidad de uso, momento y lugar, se ha convertido en un medio deseable para el segmento masculino, ampliando su ya conocida audiencia femenina, fundamentalmente amas de casa. También los jóvenes se han sumado a su escucha gracias a su orientación musical.
Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas
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