Fíjese, el tiempo tiene la
particularidad de no poderse ahorrar. Nadie puede ahorrar tiempo. No es que
usted hoy se ahorra un par de horitas y mañana empieza el día con veintiséis
horas. No, no es así. El tiempo se aprovecha o se desperdicia, son solo dos opciones.
Y lo más triste de perder el tiempo no es precisamente el tiempo en sí, sino
uno mismo, porque al perder tiempo nos negamos y desperdiciamos a nosotros mismos. Perder tiempo es perder la
oportunidad de hacer. Recuerde: el tiempo no se ahorra. El tiempo solo tiene
dos opciones: o lo aprovechamos o lo desperdiciamos. Los hombres de éxito lo
aprovechan, lo invierten...ellos saben que lo que marca la diferencia es lo que
hacen con su tiempo.
Optimistas por siempre,
Imparables hasta la victoria!!
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