Las comidas son el centro fundamental de muchas celebraciones, también lo son
en muchos negocios.
Habitualmente se suele comer donde se realiza la reunión, por ejemplo el restaurante
del hotel, ya que no hay problema sobre desplazamientos, guardarropa, etc. En
caso, contrario debemos tener en cuenta ciertos aspectos, como:
— Se debe especificar de forma muy clara donde se encuentra el restaurante,
facilitando si es necesario un plano o callejero. En casos de reuniones
importantes, no hay problema ya que serán los propios chóferes los se encargarán
de llevarnos al sitio adecuado.
— La llegada al restaurante no debe ser desorganizada y siempre tendrá que
haber gente para ir recibiendo a los recién llegados.
— En el caso de reuniones con muchas personas, habrá que contar con la recepción
de los vehículos, para que no sea un caos aparcar ni partir con el vehículo.
— Una vez alcanzado nuestro destino, habrá alguna persona de la organización
que nos dará la bienvenida.
— Hay que contar con un servicio de guardarropa para evitar "confusiones" a
la hora de recoger las prendas. No es elegante ver unas sillas llenas de prendas
amontonadas, o colgando del respaldo de nuestros asientos.
— Procurar coger todo lo que se necesite (tabaco, teléfono, etc.) para evitar
molestar con posterioridad.
— Hacer todas las necesidades (tanto fisiológicas como no: retoque de maquillaje,
arreglo de pelo, etc.), para evitar levantarse a media comida.
Por otro lado es conveniente ofrecer un aperitivo previo por diversas razones:
—
Ganar tiempo. Distrae a los invitados y se gana tiempo en espera de que
todos los comensales lleguen para empezar el almuerzo o la cena.
— Conocimiento. Nos facilita el conocimiento entre todos los asistentes con
las pertinentes presentaciones y la conversación.
— Apetito. Tomar un aperitivo nos anima el apetito, ya que en muchas reuniones
debido al tabaco, los refrescos o zumos, el estrés propio de la reunión y
otros factores nos hace perder fácilmente las ganas de comer.
La cuestión del tabaco es un tema delicado y, actualmente, muy perseguido y regulado
por ley.
Además este hábito está totalmente desterrado de la mesa, aunque solamente
en comidas formales.
Aunque el Protocolo marca, que nunca se debería fumar hasta terminados los postres.
Si aún así se fuma, se debe pedir permiso a los integrantes de la mesa. Y como
siempre, se debe usar la lógica y mucha "mano izquierda" ya que una de las claves
para que cualquier tipo de reunión sea perfecta es no ofender a nuestros invitados.
Tener en cuenta la necesidad de intérprete si los negocios los hacemos con otros
países, o con representantes extranjeros de otras empresas. Podemos encontrarnos en
la tesitura de que el idioma no sea nuestro fuerte, entonces surge la figura del intérprete
profesional que deberá estar también sentado a la mesa.
El intérprete debe comer antes o después, pero nunca durante el tiempo que lo
hacen a quienes traduce.
La colocación habitual de esta "figura" es entre los dos personajes ligeramente retirado
hacia atrás.
No se debe sentar nunca entre los invitados, aunque pertenezca a la delegación,
pues no facilitaría demasiado la comunicación entre las partes.
La sobremesa es una de las partes más importantes, sobre todo en los negocios, ya
que es el momento en el que se pueden cerrar un buen acuerdo o se puede lograr una
importante colaboración.
No hay que salir corriendo, nada más terminar la comida (salvo que tenga una
importante razón).
El término de la comida es la ocasión para las más diversas actividades: encender
los puros o cigarros, irse a retocar el maquillaje, irse al baño, "abordar" a la persona
que teníamos alejada en la comida, etc. Pero no es el momento, ni ahora ni durante la
comida, de quitarse la chaqueta y quedarse en mangas de camisa. Eso no se debe
hacer nunca.
Tampoco es bueno alargar demasiado la sobremesa, es mejor concertar un reunión
posterior.
No se debe caer en el error de charlar en la puerta del restaurante, en la puerta del
coche, etc.
Aquí se han dado las pautas para las comidas que se celebran en un sitio exterior,
pero hay ocasiones en las que la comida es encargada y servida en las propias instalaciones
de la empresa (generalmente grandes empresas, como bancos y grandes compañías, encargan servicios de catering). En este caso, sólo tenemos que observar las
reglas habituales de comportamiento en la mesa.
Estas comidas de catering suelen ser con muy pocas personas, y se suelen obviar
muchas de las formalidades más protocolarias, eso si, sin caer en la mala educación,
y manteniendo la compostura.
Aun así es bueno recordar la correcta colocación de una buena mesa, ya que
muchos de los acontecimientos sociales (tanto laborales como familiares) se desarrollan
en torno de una mesa.
La mesa proyecta la imagen de refinamiento y educación de quien invita, por lo
que una buena mesa debe contar con una perfecta organización.
"Crear" una buena mesa es un éxito garantizado.
Para "organizar" una mesa correctamente, deberemos contar con todos los componentes
adecuados para la misma, ya que es el centro de reunión perfecto para cualquier
ocasión o evento.
Lo mismo podemos celebrar un almuerzo o cena que un desayuno de trabajo, una
reunión con periodistas, etc.
Aplicar las reglas de la mesa no tiene ningún tipo de complicación, ya que se rige
por unos principios muy básicos y sencillos.
Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas
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