("EL MASTER DEL GUAPO HACKER") BLOG PROPIEDAD DE XAVIER VALDERAS. Son mis particulares anotaciones sobre estudios de MBA (Master in Business Administration , o sea “Maestría en Administración de Negocios”). Aquí puedes encontrar de casi todo lo referente a los masters, querido visitante internauta, pero recuerda siempre que el mejor MBA y la más importante es “La Escuela de Negocios de la Vida”, la cual no te cobra ni matricula y es lógicamente en la que más aprenderás. Saludos y sed bienvenidos
viernes, 15 de junio de 2012
EVOLUCIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
Ya concluido y agotado el siglo XX, se venía reconociendo que la Alta Dirección definía la estrategia, pero no siempre la explicaba bien a los trabajadores; que había una cierta obsesión por medir, pero quizá se desatendía lo que era más difícil de medir; que los planes de acción se incumplían con frecuencia; que los directivos se centraban principalmente en el corto plazo; que se predicaba la orientación al cliente, pero se practicaba más la orientación al presidente; que a menudo las buenas ideas se desvirtuaban en la aplicación; que quizá faltaba autocrítica; que tal vez sobraba complacencia; que se reprimía la crítica -incluso la constructiva- de los empleados; que nos ocupábamos casi más de las explicaciones a dar que de los resultados a obtener; que se abusaba de las reuniones; que nos desenvolvíamos bajo demasiada presión; que se atendía sobre todo al marcador (indicadores financieros) y en menor medida al terreno de juego... El management evoluciona para adaptarse a los tiempos y, quizá más concretamente, para sortear los nuevos obstáculos y dificultades que van apareciendo. A través de los tiempos se han generado diferentes tendencias administrativas que promulgan algunos parámetros entre los cuales se debería mover un gerente. La tendencia de los negocios para el tercer milenio es la valoración del capital intelectual. Si los gerentes se prepararan para administrar y potenciar el capital intelectual al menos de la misma manera como se preparan para administrar las finanzas o la producción de sus firmas, sus compañías estarían mejor situadas y las personas que hacen parte de ellas trabajarían con más corazón por ser los mejores. Acerca de las competencias, habilidades y otras características que deben poseer los gerentes, hay suficiente material bibliográfico disponible en lo que tiene que ver con un enfoque general, pero en particular a lo que atañe a las características que deba poseer el administrador de empresas del siglo XXI, no es tan abundante. Igual sucede para el caso de las organizaciones, es mucho lo que se ha escrito sobre el tipo de organizaciones que se pueden crear, pero con prominente énfasis en el siglo pasado; y resulta obvio, para que se iban a preocupar a principios del siglo pasado los pioneros de la administración por lo que hubiera de pasar cien o más años después, muy seguramente los investigadores en el área de la administración dedicaron el tiempo, el trabajo, y el fruto de sus investigaciones a teorías que sirvieran de apoyo para resolver los problemas propios de su época. De modo global tenemos que, el desarrollo de la ciencia administrativa ha tenido durante su historia un desarrollo que se puede enmarcar o definir de acuerdo al tipo de estudios que se han realizado, o mejor, de acuerdo al modo de abordar la teoría administrativa. Durante 80 años, se puede ver a qué se han dedicado los esfuerzos más significativos de los investigadores más recordados e importantes de la administración, encontrando lo más reciente de fin de siglo los enfoques interno y externo, la calidad total y la competitividad. A lo largo de su historia las sociedades humanas han desarrollado distintas formas de producción de bienes y servicios. Hoy, la denominación genérica de la forma dominante de producción es la de sistema capitalista.
La génesis de este sistema data ya de varios siglos. Pero sus hitos más destacados comienzan a reseñarse a partir de la Revolución Industrial, durante la segunda mitad del siglo XVIII. 1910 ESTUDIO DE FENÓMENOS PARCELADOS Estudio de tiempos y movimientos (Taylor) 1920 ESTUDIO DE FUNCIONES DE LA EMPRESA Tipología de los fenómenos estudiados (Fayol) 1950 ESTUDIO DE LA ORGANIZACIÓN EMPRESARIAL Análisis de relaciones entre estructura y comportamiento empresarial (Barnard) 1960 MODELIZACIÓN DEL FENÓMENO EMPRESARIAL Dinámica Industrial (Forrester) 1970 PLANTEAMIENTO DE LA ACCIÓN EMPRESARIAL GERENCIA INTEGRAL Planteamiento estratégico. Estudios de estrategia (BCG, EEUU) 1980 PLANTEAMIENTO PSICOSOCIOLÓGICO Estudios de socio dinámica (Bossard Institut, Francia), énfasis en la cultura organizacional 1990 GLOBALIZACIÓN DE LA ACCIÓN EMPRESARIAL GERENCIA INTEGRAL Enfoque interno: La calidad total (JuraN) (Deming) Enfoque externo: La competitividad La expansión y evolución de este sistema ha originado en cada uno de los entornos donde ha prosperado múltiples características. Los estudiosos del tema han propuesto diversas teorías. Desde el siglo XVIII, con la aparición de la Economía Política en Inglaterra y en Francia, se han abordado distintos tipos de análisis sobre el crecimiento de la riqueza de las naciones, para utilizar la preocupación central de uno de los primeros teóricos que se ocupa de estos temas: Adam Smith (1776). Desde esos tiempos y hasta el presente, múltiples han sido entonces las aproximaciones para comprender la dinámica de esta forma de producir bienes y servicios en la mayoría de los países del mundo entero. Sin embargo, lo que parece ser constante en casi todos los análisis es que este sistema vive en permanente crisis. Para unos, detrás de estas crisis se encuentran las razones que llevarán a su desaparición. Para otros, ellas son la expresión de los síntomas de la capacidad que tiene el sistema para renovarse de forma continua y de nutrirse de manera periódica. Estas crisis han sido caracterizadas, en cuanto a su duración, de distintas maneras. Unos autores han hablado de ciclos cortos (períodos de más o menos diez años) y otros de ondas largas (50 a 60 años). Uno de los autores que han desarrollado teorías sobre los ciclos largos se encuentra Kondratieff (1935). Este estadístico ruso de principios del siglo XX propuso una teoría bastante atractiva de explicación de los fenómenos que aparecían en el desarrollo del sistema. Kondratieff propone que el sistema desde la Revolución Industrial ha vivido varias crisis estructurales. Quienes han desarrollado esta teoría señalan que el primer ciclo u onda larga, denominado el primer Kondratieff, comienza con el desarrollo de la industria textil y la invención de la máquina de vapor, durante la segunda mitad del siglo XVIII. La aparición de la gran industria constituyó el paradigma económico de la época. El trabajo artesanal y la manufactura fue sustituido por la máquina. Esta nueva forma de producir para la época origina la existencia de mano de obra barata, uno de los factores claves del modelo instaurado. Esta onda culmina en las décadas 30 y 40 del siglo XIX con otra nueva crisis que se caracteriza por la aparición de carbón como fuente de energía económica y el ferrocarril como medio de transporte masivo. El sistema pasa de ser un modo de producción a nivel nacional (Inglaterra, Francia) para expandirse a otras regiones. La aparición del sistema de libre competencia marca el comienzo del segundo Kondratieff. Este ciclo se cierra con una nueva crisis en los años 80-90 del siglo XIX. Tenemos entonces el inicio del tercer Kondratieff con el acero como factor clave del paradigma tecno-económico del ciclo que se inaugura. Los oligopolios tendrán un papel fundamental que jugar en la dinámica del sistema de producción de este período. A finales de los años veinte y comienzos de los treinta de la pasada centuria una nueva crisis marca el fin de este tercer ciclo y el inicio del cuarto Kondratieff. Sus rasgos más resaltantes son: una nueva y más barata fuente de energía, la fósil (el petróleo) y materias primas baratas, el desarrollo de la industria petroquímica y química orgánica, la producción en masa, la aparición de economías de aglomeración y de escala.
Se crea la moderna ciencia de la administración, con Fayol (en Francia) y Taylor (en EE.UU) como sus principales exponentes en la teoría y de Ford (en EE.UU) en la práctica. El tipo de empresa de este período es la empresa transnacional que aprovecha las ventajas a su alcance, como son las economías de escala, para desarrollar sus mercados. Aparece con mayor presencia la intervención del Estado central en la economía. El sistema se hace mundial y se disputa mercados en cualquier región del mundo. En ese tiempo, pensar en la organización de trabajo era fuertemente dominado por las nociones de especialización del trabajo y normalización. La especialización de trabajo tuvo sus raíces en el trabajo de Frederick Winslow Taylor y Adam Smith; ellos demostraron cómo el rendimiento puede ser mejorado reestructurando el trabajo en funciones de especialización. La normalización fue el secreto del éxito para Henry Ford. Esto hizo posible significativas reducciones en los costos. Con la aparición de la microelectrónica y la informatización (del microprocesador en los EE.UU.) y de un nuevo modelo de organización de la empresa (en Japón), a mediados de la década de los setenta del siglo pasado, se inaugura el comienzo del fin del cuarto Kondratieff y la aparición de un nuevo patrón tecnológico mundial. Con esta nueva etapa se inicia en la década de los ochenta el quinto Kondratieff, el actual. La producción flexible, la información barata, la aparición de redes y las economías de especialización, son los rasgos fundamentales de esta transición. Lo que se ha dado por llamar globalización, la lucha por la liberación de los mercados, la redefinición del papel del Estado, son los aspectos socio-institucionales de esta nueva etapa. En realidad, en la gestión empresarial, los directivos de hoy aplican -por vigentesideas casi tan viejas como el propio ser humano. Pero al mismo tiempo, están muy atentos a los nuevos postulados y, desde luego, a la cultura y estilo de dirección de sus organizaciones. Hace 100 años las cosas eran muy sensiblemente diferentes: eran los albores del modernismo: una especie de premodernismo de la gestión empresarial. Como es sabido, al comienzo del siglo XX, la actuación de los operarios y el tiempo dedicado a cada tarea eran objeto de estudio por importantes analistas de la producción como Frederick W. Taylor o Frank Gilbreth. No se dejaba entonces espacio a la iniciativa e imaginación de los trabajadores, pero sin duda se abría una gran puerta a la mejora de la productividad: era la gestión científica.
No podía pasar mucho tiempo sin que -ya en los años 30 y tras el famoso experimento de Hawthorne sobre la incidencia de factores ambientales en la productividadsurgieran nuevas voces, como las de Elton Mayo, Mary Parker Follett, y Chester Barnard, que apuntaran al lado humano de la gestión. Si, por un lado, la gestión científica evolucionaba con viento a favor hasta los postulados más recientes -reingeniería incluida-, la gestión de las personas, en cambio, daba pequeños pasos, haciéndose cada vez mayor la distancia entre lo que predicaban los expertos y lo que de verdad se practicaba en las empresas. Es relativamente reciente el reconocimiento práctico de que las empresas tienen en el capital intelectual y emocional de sus personas su activo más valioso; pero hemos de reconocer que en el pasado -y quizá todavía en el presente, en buena medida- se ha desaprovechado demasiada inteligencia sumergida de los trabajadores, para frustración de éstos y en perjuicio de los resultados empresariales. Después de la segunda guerra mundial, las empresas trataron de concentrar en sí mismas la mayor cantidad posible de actividades, para no tener que depender de los proveedores. Sin embargo, esta estrategia que en principio resultara efectiva, fue haciéndose obsoleta con el desarrollo de la tecnología, ya que nunca los departamentos de una empresa podían mantenerse tan actualizados y competitivos como lo hacían las agencias independientes especializadas en un área, además, su capacidad de servicio para acompañar la estrategia de crecimiento era insuficiente. Johannes Gutenberg (1390-1468) dividió la historia de la humanidad en dos partes, porque la imprenta permitió que más gente tuviera acceso a la información. Algo similar está ocurriendo con una nueva realidad que facilita el acceso y la recolección de información, a saber: el ciberespacio, al cual se llega mediante las redes e Internet. Pero, mientras la información que suministraba la imprenta era estática, la que se acumula en el ciberespacio se estará multiplicando de manera exponencial. Las publicaciones electrónicas, los home pages y el ingreso a ellas vía Internet tienen que ver con esta nueva imprenta del futuro que se hace realidad, en virtud a la microelectrónica, a las telecomunicaciones y al impacto de los satélites. Ahora bien, si revisamos la historia, encontraremos que no todos pudieron aprovechar el invento de Gutenberg, sino unos pocos, aquellos que sabían leer. Algo similar irá a ocurrir hacia el futuro, especialmente con países que han ingresado tarde al mundo de las tecnologías de la información y tienen comparativamente el mismo atraso de quienes no sabían leer en el siglo XV.
El concepto de Outsourcing comienza a ganar credibilidad al inicio de la década de los 70’s enfocado, sobre todo, a las áreas de información tecnológica en las empresas. Las primeras empresas en implementar modelos de Outsourcing fueron gigantes como EDS, Arthur Andersen, Price Waterhouse y otros. En los 80’s la Calidad Total, en los 90’s el Empoderamiento, y más allá de estas modas decadences se mantienen inmutables el marketing (puesto que sin mercado no hay producto, y sin producto o servicio para vender la empresa no tiene razón de ser), la psicología organizacional (porque una empresa, ante todo, es un grupo humano con cultura y comportamiento propios), las finanzas (puesto que la empresa es una entidad económica que busca rentabilidad para los accionistas), la planificación (para que la empresa elija su futuro en vez de sufrirlo), la competitividad (que es el fin de la acción empresarial, a la larga, solo sobreviven las empresas competitivas). Se sabe que la innovación tecnológica es el modus operandi en el mundo de la informática. Al mismo tiempo las transacciones de Outsourcing generalmente se expresan en contrato de prestación de servicios a largo plazo, por tanto, para evitar problemas causados por obsolescencia tecnológica no prevista en la transacción original, ésta debe incorporar definiciones y procedimientos de actualización tecnológica. Así como criterios básicos de evaluación e incorporación de nuevas tecnologías a los servicios prestados tales salvaguardas garantizan una de las promesas básicas del Outsourcing, la tecnología, manejada por expertos redituando beneficios reales al negocio. La calidad, el liderazgo, la innovación, el espíritu de equipo o incluso el empowerment, no suponen en realidad novedades de los años 80, pero es en esta década cuando se profundiza en estos postulados y se empieza a hablar de todo ello con cierta intensidad. Existía ya en aquellos años una considerable receptividad a las ideas que sostenían Drucker, Peters, Bennis, Belbin, Hersey, Blanchard, Rosabeth Moss Kanter, Schein, Porter, Handy y otros expertos, aunque también había lógicamente escepticismos y puntos de vista distintos. Jonson & Jonson en la década de los 90’s inició una reestructuración de la filosofía, donde las corporaciones hacen sus negocios en forma descentralizada y se otorga a las personas la libertad de actuar sin que sea necesario obtener permiso de la casa matriz. Han sido muchos expertos los que han contribuido a enriquecer la ciencia -o artede obtener los mejores resultados de las personas o bien de las organizaciones. Quizá se haya dado algún paso hacia atrás, pero muchos adelante, en la evolución del management. En las últimas décadas se han elevado muchas voces para orientar a los ejecutivos y directivos en su muy difícil tarea: son mensajes que apuntan muy directamente a los puntos débiles que todavía se detectan en el ejercicio del management.
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