BIENVENIDOS AL BLOG DEL GUAPO HACKER

viernes, 15 de junio de 2012

GLOBALIZACIÓN Y COMPETITIVIDAD


La globalización, la apertura económica, la competitividad son fenómenos nuevos a los que se tienen que enfrentar las organizaciones. En la medida que la competitividad sea un elemento fundamental en el éxito de toda organización, los gerentes o líderes harán más esfuerzos para alcanzar altos niveles de productividad y eficiencia. Con el fin de asegurar la modernización tecnológica de las empresas no basta, como a veces se piensa, con actualizar sus procesos administrativos, o con tener una conexión al Internet, el cual, si bien es una excelente herramienta comercial, no constituye sino una pieza más en el complejo engranaje productivo. La única fuente de ventaja competitiva perdurable en el siglo XXI serán las personas especializadas, es decir que el factor de competencia estará dado por recursos humanos con altas habilidades tanto a nivel operativo como a nivel técnico y particularmente a nivel gerencial. Así las cualidades y habilidades gerenciales tendrán un peso específico y definitivo en el nuevo juego mundial. La ventaja competitiva provendrá mucho mas de las tecnologías de los nuevos procesos y menos de las tecnologías de los nuevos productos; la inversión en la formación del factor humano es de una prioridad indiscutible inaplazable. Para exportar es indispensable tener productos innovadores y competitivos, lo cual requiere a su vez, contar con tecnologías modernas y eficientes. La transferencia, adaptación y utilización exitosa de tecnología, así como el desarrollo de productos innovadores, tienen como requisito esencial que la industria cuente con personal altamente cualificado que tenga un dominio total del tema. De lo contrario la empresa seguirá a la saga y no podrá nunca aprovechar plenamente los recursos tecnológicos disponibles para poder exportar con éxito. 

Indiscutiblemente, los negocios internacionales significan un reto muy importante para la nueva empresa, y para afrontar ese reto es necesario: 

1. Mantener la competitividad económica 

2. Influir en las regulaciones comerciales para que el resto de las naciones abran sus fronteras a los bienes y servicios del exterior y estar dispuestos a comprar y vender en el comercio mundial 

3. Desarrollar una orientación global que le permita operar como empresas multinacionales, y no como simples compañías locales que llevan a cabo negocios en el exterior. 

Sin duda la globalización es un hecho inevitable que afecta el desempeño de nuestras empresas y dentro de ellas a sus respectivos sistemas operacionales. La evolución de la globalización tiene sus orígenes, desde el punto de vista económico, en el desarrollo del comercio internacional. De manera muy sencilla entendemos el comercio internacional como el intercambio de bienes y servicios entre países. Ya sabemos que los bienes pueden definirse como productos finales, productos intermedios necesarios para la producción de los finales o materias primas y productos agrícolas. El comercio internacional permite a un país especializarse en la producción de los bienes y servicios que procesa de forma más eficiente y con menores costes. El comercio internacional también permite que los países consuman más de lo que podrían si produjesen en condiciones de autosuficiencia o autoabastecimiento. Por último, el comercio internacional aumenta el mercado potencial de los bienes que produce determinada economía, y caracteriza las relaciones entre países, permitiendo medir la fortaleza de sus respectivas economías. Durante el siglo XX, el comercio creció hasta el punto de constituirse en el aspecto más importante de la economía mundial. Se cree que la creciente interdependencia entre países continuará en el futuro, aunque debido a la tendencia a crear bloques económicos regionales, ciertos países serán más dependientes que otros. El manejo de la productividad es uno de los aspectos de mayor importancia para responder al reto que plantean las nuevas realidades del entorno. Los análisis de la productividad del respectivo sector industrial, le permite al gerente de operaciones, tener un conocimiento más amplio de su competencia y de su propia capacidad. Para sobrevivir en el siglo XXI necesitaremos Líderes que puedan dominar los tiempos cambiantes y turbulentos, aprendiendo a liberar el potencial creativo y total de otros. ¿ Cuales son las bases relativas de cada país para elevar su productividad?. Para dar respuesta a esta pregunta, sabemos que las estrategias varían de país a país o de bloque a bloque. Por ejemplo en USA las tendencias muestran que los ejecutivos están orientados hacia los sistemas integrados de información en manufactura, el control de la calidad del producto y del proceso y la reducción de los tiempos de espera. 

Los tres puntos principales de acción para los ejecutivos Europeos son la motivación de la mano de obra directa, sistemas de control para la producción y los inventarios y la automatización de los puestos de trabajo. Por su parte, los ejecutivos japoneses cuentan con planes de acción orientados hacia los sistemas flexibles de manufactura, la innovación en procesos y productos, los círculos de calidad y la automatización de los puestos de trabajo. Al terminar el siglo XX, las empresas se enfrentaban a un sistema productivo globalizado y transnacionalizado, que encuentra su principal fuerza de producción en la capacidad para generar, adaptar, transferir, apropiar y usar eficientemente el conocimiento. De esta manera, las ventajas nacionales centradas en la disponibilidad de materias primas y el bajo costo de la mano de obra se han visto reemplazadas por un nuevo y poderoso factor que no conoce límites geográficos y que puede ser utilizado, con similares efectos, en cualquier sector o área de la producción de bienes y servicios; El conocimiento, que como motor de los procesos de construcción de ventajas competitivas demanda no sólo un replanteamiento de las condiciones en que se dan hoy en día los procesos de producción, sino de todo el engranaje operativo y administrativo de las empresas, que es donde se ubica la materialización de los resultados obtenidos gracias a la creatividad y el ingenio de la mente humana. Aprender es el camino hacia las organizaciones inteligentes. Y para aprender, la clave está en la gestión del conocimiento. Para comprender mejor la industria del conocimiento es importante mirar la historia y estudiar las diferentes etapas a través de las cuales ha evolucionado el conocimiento humano en el afán por mejorar la calidad de vida. 

Según Bill Gates en su libro “Los Negocios en la Era Digital” los 90’s fueron caracterizados por la reingeniería de los procesos y los 2000’s se han de caracterizar por la velocidad para esas tecnologías. Algunas interesantes señales derivadas de estos ciclos son: 1. Los ciclos han ido disminuyendo su duración; el primero vivió 60 años, el segundo 55, el tercero 50, el cuarto 40 y el quinto que ya pasa por su décimo segundo aniversario, ¿Cuánto durará?, se pronostica que sus efectos mas significativos durarán hasta el 2020, o sea, vivirá 30 años aproximadamente. 2. Cada nuevo ciclo se ha gestado a partir del anterior y su padre ha sido el progreso tecnológico y su madre los nuevos conocimientos, los que han dado nacimiento a la innovacion portadora de las características del nuevo ciclo y manifestación fundamental del mismo. Las eras de la información y el conocimiento siempre han aparecido en versiones muy particulares en la historia de la humanidad. Cada vez en ciclos más cortos y con gestión más intensa. Por lo anterior, puede decirse que siempre han existido las empresas de Base Tecnológica. Y por supuesto, las de nuestra época, son empresas de Base Tecnológica que perdurarán como tales, menos tiempo del que lo hicieron las de la anterior versión. Frecuentemente el sueño de los Administradores de Empresas es la creación de sus propias empresas, en especial cuando su experiencia les hace sentir que gran parte del éxito de las que administran, se debe a ellos. Algunas personas desarrollan su espíritu empresarial antes de ejercer como administradores, pues la palabra empresario siempre se ha asociado con independencia y son muchos los casos conocidos en que las personas se preparan en diferentes disciplinas, para ejercer como empresarios. La venta de servicios profesionales, como actividad económica es considerada como una empresa, en la cual los profesionales son a la vez empresarios. No importa si una empresa se dedica a vender bocadillos en un pequeño barrio, o si es una prestigiosa entidad bancaria que maneja jugosos capitales. Sea cual fuere el escenario, los empresarios del hoy que termina y del futuro próximo, tienen las mismas necesidades: ahorrar tiempo, reducir costos y concentrarse en su negocio. Los nuevos retos del mercado imponen la tendencia del trabajo interconectado a través de redes robustas de transmisión de datos y equipos de última generación. 

Sin embargo, concienciar a las empresas nacionales o mejor a los empresarios del hoy más cercano al pasado, de las ventajas competitivas que representa entrar en la nueva era de los negocios no es tarea fácil. La centralización de la información a través de redes y la comunicación permanente entre una oficina principal y sus sucursales constituye el esquema al que las pequeñas y medianas empresas se han comenzado a acercar, pero el verdadero salto al futuro esta marcado por soluciones empresariales que faciliten la interacción con los clientes, proveedores y entidades financieras con servicios de comunicaciones rápidos y confiables, que integren los avances de la tecnología en una sola plataforma. El futuro de las empresas reside en la convergencia o en la combinación de soluciones corporativas que faciliten el crecimiento de una compañía con estrategias que, hasta ahora, los empresarios ni siquiera habían imaginado. La gran mayoría de los problemas actuales de las empresas no puede reducirse a consideraciones organizacionales. Cada día hay empresas que se hunden por el peso de factores estratégicos, económicos, sociales, etc...por lo tanto el conocimiento de la empresa concebida como un sistema cerrado es insuficiente. Deben entenderse las relaciones entre la empresa y su medio ambiente, para comprender lo que se llama la acción empresarial; de la misma manera, la vida humana en grupo sólo puede entenderse si se reconoce la influencia del medio social sobre el comportamiento en grupo. 

Así, las ciencias humanas, y entre ellas, la administrativa, parecen haber seguido caminos paralelos, partiendo de la comprensión de fenómenos para acabar con la comprensión de la acción. Se hace investigación, también, para hacer competitivas las economías nacionales, para formar cada vez más y mejor personal de alto nivel, y en fin, para expandir el conocimiento a la población. La modalidad de empresa de base tecnológica es, entonces, una expresión más de esta realidad del fin de siglo. La estrategia es tal vez la principal responsabilidad de la gerencia y ella debe enmarcar el conjunto de acciones y enfoques de la empresa y sus negocios para lograr un desempeño organizacional superior. Los gerentes siempre deben responder la pregunta del cómo: Cómo lograr un mayor rendimiento en el negocio, cómo obtener ventas con utilidades, cómo superar la competencia, cómo administrar cada parte funcional de la organización, cómo obtener la mejor gente. La gerencia puede enfocarse como una red de responsabilidades funcionales. No se trata simplemente de una secuencia de actividades, sino de un conjunto de ellas que interaccionan y forman un todo.

 El gerente debe encontrar el camino correcto para: 

— Obtener un dominio de la organización y sus componentes 

— Crear un modelo de pensamiento estratégico 

— Compartir una visión de organización.

 —Aprender en equipo 

— Comprender su organización como un sistema 

El futuro: A medida que avanza el siglo XXI, varias tendencias económicas y demográficas están causando un gran impacto en la cultura organizacional . Estas nuevas tendencias y los cambios dinámicos hacen que las organizaciones y sus directivos se debatan en la urgente necesidad de orientarse hacia los nuevos rumbos hechos que tiene una relevancia no sólo local sino a nivel mundial. Los países y las regiones colapsan cuando los esquemas de referencia se tornan obsoletos y pierden validez ante las nuevas realidades. Los nuevos esquemas gerenciales son reflejo de la forma como la organización piensa y opera, exigiendo entre otros aspectos: un trabajador con el conocimiento para desarrollar y alcanzar los objetivos del negocio; un proceso flexible ante los cambios introducidos por la organización; una estructura plana, ágil, reducida a la mínima expresión que crea un ambiente de trabajo que satisfaga a quienes participen en la ejecución de los objetivos organizacionales; un sistema de recompensa basado en la efectividad del proceso donde se comparte el éxito y el riesgo; y un equipo de trabajo participativo en las acciones de la organización. El modelo empresarial tradicional, es obsoleto. El objetivo de las organizaciones sigue siendo la búsqueda de una ventaja competitiva, entendida como tal, la superioridad o mejoría respecto a otro, determinada por cómo somos percibidos por el cliente. En el entorno actual, la capacidad de producción ha dejado de ser una ventaja competitiva. En estas circunstancias, aprender más rápido que los competidores puede ser la única ventaja competitiva sostenible en el tiempo. En muchas ocasiones, el estancamiento de las empresas ocurre cuando no logran asimilar o apropiar tecnología que han adquirido mediante la compra de equipos o por asistencia técnica recibida. 

El grado de asimilación de una tecnología específica en una empresa es sencillamente el grado de conocimiento y entendimiento que sus empleados logran acerca de ella. En buena parte, esto depende del grado de educa ción del personal, de la actitud de la gerencia hacia la aceptación de nuevas ideas, de los esquemas de comunicación que se usan en la empresa, de la importancia que se da a la capacitación y entrenamiento, etc. Estamos presentes como testigos oculares a la gestación del sexto ciclo, donde la marcha industrial de la humanidad nos irá llevando hacia la industria del conocimiento; todo parece indicar que evidentemente es así, algunos pronostican que este ciclo llegará entre el 2010 y el 2015, manifestando una nueva disminución en la duración de las olas haciendo que la quinta no dure mas de 25 años, y con probabilidad de que sean solo 20 años. El cambio en la dinámica del saber puede denominarse la Revolución de la Gestión, una Revolución que se ha extendido por todo la tierra. A la Revolución Industrial le costó cien años llegar a extenderse por el mundo entero; la Revolución de la Productividad tardó setenta; la Revolución de la Gestión ha empleado menos de cincuenta años, desde 1.945 a 1.990, en extenderse y dominar el mundo. En el umbral del tercer milenio, las organizaciones, una vez superada la fase de la tercera Revolución, la de la Gestión, hemos de afrontar los restos de la cuarta Revolución. Una Revolución nos conducirá, directamente, a las organizaciones inteligentes: la Revolución del Conocimiento 

— El mundo esta cambiando muy rápidamente su forma de integración económica, y el comercio internacional ha evolucionado de un intercambio complementario de bienes y servicios a un intercambio entre adversarios. 

— Las transnacionales del mañana, según Druker, no serán probablemente compañías manufactureras. La economía de servicios se esta volviendo transnacional. 

— Las economías de los países desarrollados se están volviendo de uso mas intensivo de conocimiento y de uso menos intensivo de capital y trabajo. 

— El dinero como la información, no conoce patria; podemos observar lo que ocurre en una parte del mundo desarrollado y pronosticar a donde va el resto del mundo.

 — Así como el dinero moderno penetró en el mundo entero en menos de un siglo, y cambió totalmente la vida y aspiraciones de los pueblos, así también podemos suponer con certeza, que la información esta penetrando hoy por todas partes, y a un ritmo cada vez más acelerado. 

— Los trabajadores instruidos que constituyen una proporción cada vez mayor de la fuerza laboral no son dóciles a los métodos de ordenes y control del pasado. 

— Los ordenadores arrojan datos, y más datos, pero de por sí estos datos no son información; información son datos dotados de significado y propósito. Una compañía tiene que decidir qué información necesita para administrar sus negocios, o de lo contrario se ahogará en un mar de datos, es decir que tiene que ser los más selectiva posible con la información, por tanto una organización basada en la información tiene que estructurarse en torno a metas que definan claramente las expectativas y los objetivos, tanto para la empresa, como para cada especialista.




Vamos por esto, hacia organizaciones y unidades de organización más concentradas, basadas en metas empresariales y metas individuales mucho más claras, en autodisciplina y en feedback sistemático. Si este realmente es el caso, las empresas tendrán que aprender, que tienen que construir su sistema de comunicaciones sobre la base de información hacia arriba, más bien que hacia abajo. De ahora en adelante, la clave son los conocimientos; el mundo se está volviendo no de uso intensivo de mano de obra, no de uso intensivo de materiales, no de uso intensivo de energía, sino de uso intensivo de conocimientos. Los conocimientos cambian con una rapidez impresionante y extraordinaria, pero esto en sí, no es nada nuevo; los conocimientos siempre han cambiado rápidamente; lo que sí es nuevo, es que los conocimientos realmente tengan importancia, y este cambio rápido, significativo y extraordinario se encuentra relacionado con la innovación; La innovación tiene muy poco que ver con el ingenio, tiene poco o nada que ver con la inspiración; la innovación es un trabajo duro y sistemático. Para llegar a lo nuevo y lo mejor, es preciso echar afuera lo viejo, lo gastado, lo obsoleto, lo ya no productivo, e igualmente, los errores, los fracasos, y las direcciones equivocadas del esfuerzo en el pasado. En la organización del mañana, basada en la información, las personas tendrán que controlarse en gran medida a sí mismas; esto no quiere decir que todos vamos a trabajar en organizaciones de forma libre, eso no tendría sentido; en este mundo una animal terrestre no puede ser de un tamaño o longitud superior a los 15 centímetros si no tiene esqueleto interno; a las compañías les pasa lo mismo: cuando pasa de cierto tamaño muy pequeño toda compañía necesita el esqueleto de una estructura formal de mando. El administrador debe estar preparado para solucionar problemas que aparezcan en el futuro, ya que no pueden los problemas, sino tener una alternativa para dichas situaciones, ya que el futuro nos trae dos tipos de eventos: los predecibles y los impredecibles.

 Hasta ahora existían dos tipos de gerentes en las empresas; los especialistas, dedicados a las tareas técnicas dentro de las funciones bien delimitadas, y los generalistas, que aspiraban a la gerencia general. Pero la complejidad creciente de la gerencia moderna nos obliga a buscar, mas allá de la doctrina tradicional entre especialistas y generalistas, un nuevo tipo de gerente, capacitado para manejar la empresa del siglo XXI, a la vez experto en su área funcional y adepto del manejo global de la empresa. El siglo actual será el del predominio de la ciencia y la tecnología. El mayor valor agregado ya no lo tendrá la producción manufacturera, sino un producto intangible cual es el conocimiento. Los directivos del siglo XXI serán similares a los de la década de los noventa, pero no iguales. La preparación será diferente y las formas de trabajo variarán. Idiomas, estudios, conocimientos informáticos y capacidad de comunicación son algunos de los aspectos a tener en cuenta para ser un directivo. Lo primero es tener ganas de conseguir las metas; después, mucho sacrificio. La mejor medicina es la confianza y la peor, la infravaloración personal o el desánimo. Las características que hoy conocemos son útiles, pero cada vez se tornaran mas inseparables; deberá ser estratega, pero al tiempo organizador y líder, pero para poder organizar necesita saber hacia donde va, como va a organizarse, y en cada etapa saber ser líder, según se lo vaya exigiendo cada época de la historia, aunque a lo largo de la existencia del hombre en la tierra el líder siempre ha sido característico sobre los demás. Deberá pues saber de todo lo bueno un poco, pero también conocer de las cosas malas que pueden afectar una organización, y ser consciente de que a medida que avanza el tiempo además de presentársele en el camino herramientas útiles para sobrellevar cualquier adversidad, aparecen también puntos negros que opacan el panorama. Hay que saber combinar en la proporción perfecta, habilidades técnicas, personales, específicas, y generales; “la idea es concebir una máquina perfecta para la dirección con todos los conocimientos en cuanto a la administración se refiere, pero con mucho de corazón, y carisma entre las personas”. 

El Gerente Organizador debe dirigir el trabajo y todos los trabajadores, es la definición de Peter Drucker, pero el gerente debe ir mas allá de la determinación de las tareas de cada empleado, y el diseño del organigrama con su línea de autoridad y responsabilidad. Necesita pensar en toda la estructura del proyecto y que la organización es sólo una parte de esto, dicha estructura se debe ajustar constantemente según se presenten modificaciones a la estrategia de manera que se asegure un mejor desempeño global del proyecto. Como Líder, el Gerente obtendrá la cooperación del cliente interno y externo, influyendo en sus colaboradores para lograr los objetivos del proyecto en una forma eficaz, implementando la sensibilización de las personas en cuanto a la comprensión de sus fortalezas y debilidades, desarrollando en forma significativa el sentido de pertenencia de estas, con el fin de que el cliente interno y externo acepte y coopere al desarrollo de la sensibilidad de los objetivos de la organización. Debe comunicar y hacer comprender la estrategia del proyecto y la estructura organizacional. Resumiendo el gerente integral deberá desarrollar las habilidades de comunicador y negociador. Además de esto, deberá manejar el cambio. Mucha gente piensa erróneamente que solamente pueden ser líderes los que pertenecen a una casta social y económica privilegiada, por haber nacido en ella, ser de “buena familia” o tener un gran poder económico, algunas veces heredado de generaciones anteriores y los comparan con los directivos del país en los que las relaciones familiares o el sistema les permite considerarse en la casta superior y dirigente; la mayoría de veces estas personas por haberlo tenido todo sin ningún esfuerzo, al desempeñarse en un puesto de responsabilidad y liderazgo, fracasan porque no saben enfrentarse a los problemas y menos aún dirigir un grupo de personas que están demandando su dirección

. El verdadero líder es el que no se amilana ante la problemática diaria, le encuentra respuestas, innova soluciones, es un director en su área de responsabilidad, genera confianza en sus subalternos y es capaz de dirigirlos y enseñarles el camino cuando se presentan nuevos problemas, sin amilanarse, antes bien, creciéndose ante los embates del destino; esa cualidad caracteriza a los empresarios, lo que acompañado de optimismo y una mente abierta, crea su propia “suerte” ya que ésta no se obtiene gratuitamente sino que se va gestando con una capacidad creativa y optimista. La historia nunca se ha escrito sobre las personas del montón, sino sobre los líderes y los fuera de serie ya que éstos son los que hacen la historia y marcan el derrotero a seguir. Ser líder no conlleva a ser empresario, pero un empresario no puede serlo sino es un líder en su campo de acción. Según Jean Paul Sallenave, doctorado en Administración de Empresas y autor de varios libros; para que la empresa tenga éxito, no sólo necesita una buena organización y una buena estrategia, sino un equipo de gente capaz de sostener, formular e implementar la estrategia competitiva y por esta labor corresponde a un grupo animado de la misma visión “tener espíritu de equipo y trabajar todos juntos por los mismos objetivos”. Al entrar ahora en la era de la globalización, por la apertura económica, los empresarios deben tener una clara noción de la competitividad nacional e internacional. El producto debe ser diferente en su aplicación o uso a los existentes en el mercado y que cumpla una necesidad no satisfecha por los existentes en el mercado; en nuestra economía de consumo el comprador adquiere el artículo muchas veces por necesidad aunque no por completa satisfacción, originado por la carencia de alternativas, debido a la falta de competencia. Si se logra crear una empresa que posea la nueva tecnología en maquinaria, equipos y procesos, se logra tener una productividad mayor que la competencia, lo que permite tener costos operacionales más bajos y por ende un menor precio de venta o una mayor utilidad para el empresario. La apertura económica obliga a los empresarios actuales a pensar muy seriamente en la implantación de nuevos sistemas o técnicas que conlleven a incrementar la eficiencia de sus empleados, con el fin de hacer más competitiva su empresa con relación a los productos importados, que por su mayor productividad se pueden vender a precios muy inferiores a los nuestros. Si se incrementa la productividad del personal de la empresa, la gerencia posee un mayor campo de acción porque logra costos más bajos ya que se ha aumentado la eficiencia y la eficacia de la compañía, permitiéndole una mayor utilidad o bajando el precio de venta, lo que lo hace más competitivo; la productividad se puede mejorar en cualquier área de la empresa, mediante la motivación por incentivos. 

El empresario debe aplicar la nueva tecnología con nuevos procesos; de esta manera se incrementan las habilidades de la fuerza laboral, las que son la mayor ventaja competitiva en la gerencia moderna. Un individuo con habilidades, con pericia, motivado y una empresa innovadora tiene todas las posibilidades de éxito. Al crear una empresa debe pensarse en cómo mejorar el servicio al cliente; la venta no termina cuando el cliente adquiere y paga el producto; para lograr su satisfacción completa y hacerlo un cliente repetitivo, debe dársele un servicio postventa en la cual el cliente se siente respaldado por una organización que está pendiente de darle un servicio cuando lo requiere; la empresa debe crear un servicio al cliente no solamente para que éste adquiera el producto, sino después de comprado para lograr su satisfacción continua y completa. Lógicamente hacer una empresa no es fácil en ninguna parte del mundo; por ello los empresarios son la élite de los ejecutivos de punta de lanza, que toman decisiones, que desean correr riesgos, que se quieren salir del contexto de los mediocres, que son generadores de empleo, que quieren hacer un país más grande, más rico y que desean mejorar el nivel de vida de sus habitantes. La mayoría de las personas que estudian una profesión, alguna vez de su vida han querido ser independientes y tener su propia empresa; pero por temor o por las obligaciones económicas han sido temerosos de dejar un empleo en el cual reciben un salario mensual, poco o mucho, pero al fin y al cabo un ingreso fijo, que les permite cubrir total o parcialmente sus necesidades; pero nunca han pensado que el tiempo va pasando y que van envejeciendo y que el día que la empresa desee prescindir de sus servicios, por la edad le va a quedar muy difícil conseguir otro empleo; ya que al llegar al síndrome de los 40 años, se considera que la persona es muy vieja para desempeñar cargos en la empresa, siéndole casi imposible conseguir un nuevo empleo; quedando abocado, en ese momento, a ser independiente, a poner su propio negocio o a comprar un taxi, para medio subsistir; y para eso estudió más de 20 años de su vida?; todo ello porque no tuvo la mentalidad empresarial desde joven cuando tenía más energías y menos responsabilidades económicas; ese es el precio que debe pagar por haber sido pusilánime y no haber tomado la decisión de ser empresario. 

No hay que temerle a empezar con una pequeña empresa, ya que nadie comenzó grande y las compañías que ahora despiertan la admiración de la gente, empezaron pequeñas y fueron creciendo con el correr del tiempo; lo importante es tener ese reto profesional de triunfar, de ser emprendedor e innovador y llegar a ser el mejor y en caso de tomar decisiones erradas o de tener resultados adversos, tener el suficiente coraje para no claudicar, arreglar el problema y seguir adelante con una alta dosis de optimismo y confianza en sí mismo. El verdadero líder es el que no se amilana ante la problemática diaria, le encuentra respuestas, innova soluciones, es un director en su área de responsabilidad, genera confianza en sus subalternos y es capaz de dirigirlos y enseñarles el camino cuando se presentan nuevos problemas, sin amilanarse, antes bien, creciéndose ante los embates del destino; esa cualidad caracteriza a los empresarios, lo que acompañado de optimismo y una mente abierta, crea su propia “suerte” ya que ésta no se obtiene gratuitamente sino que se va gestando con una capacidad creativa y optimista. Estamos en una economía cambiante donde cambian los clientes, sus gustos, los mercados, los competidores, el entorno de la empresa y la economía en general; por lo tanto la empresa debe innovar y estar al ritmo del cambio, debiendo el gerente dirigir ese cambio con una visión futurista para adelantarse a la competencia. Pero no se debe pensar que se soluciona el problema del desempleo fundando empresas ineficientes que tienen una vida corta (o creando empleos improductivos que no generen un valor agregado ni riqueza para la institución); siempre debe tenerse en mente que las empresas se fundan para permanecer por un largo período de tiempo; no se debe pensar en crear empleos sólo para bajar el desempleo en una región o un país, ya que eso no es responsabilidad de la empresa privada, sino función social del gobierno; al finalizar el año no se va a evaluar la función gerencial por el número de empleos generados en la empresa, sino por las utilidades obtenidas y por el cumplimiento de los objetivos económicos de la compañía. 

Se deben crear empresas innovadoras, producir o hacer un producto, un proceso o un sistema que sea distinto a lo existente, diferenciarse de la competencia; es muy difícil quitarle mercado a la competencia, la cual ya está posicionada, con un mercado conseguido, con clientes fieles a la marca o al producto; cambiar el gusto del consumidor, no es una variación a corto, sino a largo plazo; siempre debemos ser mejores en algo y hay que aprovechar las fortalezas y esas ventajas competitivas. Podemos innovar en el sistema administrativo; en la diferenciación de los productos; en la mejora de los procesos y las funciones para tener una mayor productividad comparativa; en la calidad de las materias primas o del producto terminado, en el servicio de venta o de postventa o en el sistema de distribución al consumidor. En alguna o en varias de ellas debemos ser creativos e innovar. Lo primero que se tiene que saber a la hora de emprender un negocio empresarial es qué se quiere hacer, es decir, qué proyecto de negocio tenemos

.A ello se suele llegar por dos caminos distintos: 

1. Se nos ocurre una idea de negocio nueva, original, que no existe en el mercado, que nos va a llevar a abrir nuevos mercados, nuevas necesidades, etc; 

2. Desarrollando un producto o servicio que ya existe y lo que hacemos es darle otro aire nuevo, otra forma de poder captar las necesidades que se habían creado pero que no han quedado satisfechas por alguna razón que nosotros hemos detectado y valorado como importante. El ejecutivo eficiente, debe tener la capacidad de reconocer la oportunidad y correr con ella, aprender y actualizarse constantemente su base de conocimientos. La nueva empresa exige no sólo la disponibilidad de mentes lúcidas, dispuestas al cambio y al riesgo, sino la definición de nuevas estructuras organizacionales, más flexibles y dúctiles, de carácter integral y descentralizado, que permitan tomar decisiones acertadas en el momento indicado, en cualquier punto de la cadena productiva. Por ello se habla de una nueva cultura empresarial y no simplemente de la asimilación de un conjunto de técnicas e instrumentos para la modernización del aparato productivo nacional. 

Después de toda la exposición de las formas que existen para la organización, hay cuatro hechos que deberían ser evidentes:

1) no hay una forma «correcta» para organizarse; 

2) en general, las organizaciones no tienen una forma «pura», sino mixta; 

3) mientras mayor sea la especialización de las unidades de la organización, más difícil será coordinar sus actividades, y 

4) las estructuras organizacionales nunca son permanentes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario