GRUPOS Y EQUIPOS DE TRABAJO
El sentimiento de comunidad, de cohesión, de llegar a una meta común con otras
colegas en el cuadro de una empresa es un hecho reciente. ¿Y porqué?
Porque nos hemos dado cuenta que entre algunas personas obtenemos mejor resultados
que si actuásemos sólo. Así, se ha creado los equipos de trabajo en las empresas
por alcanzar más fácilmente los objetivos de dicha empresa.
Para que un equipo sea positivamente dinámico en la consecución de sus objetivos,
éste tiene que dirigir las fuerzas de cada participante hacia dicho objetivos que son de
la empresa.
Hasta hace poco tiempo, se solía todavía confundir dos términos que se han vuelto
muy diferentes: el grupo de trabajo y el equipo de trabajo.
“Un equipo de trabajo suele estar constituido por un pequeño número de personas
con habilidades complementarias que se han comprometido con un propósito
común, con unos objetivos de actuación y con un enfoque de los que ellos son responsables”, cuyas consecuencias se concretan en la eficacia, la ganancia de productividad
de los trabajadores pertenecientes a dicho equipo.
Por el contrario, un grupo de trabajo es, a primera vista, un conjunto homogéneo
en el sentido de que, para alcanzar unos objetivos que sean los de la empresa, hace
falta una base, una organización común a todos los miembros de dicho grupo.
El tamaño de un grupo no es predefinido, no sabemos si con diez, cien o mil personas
el grupo será más o menos eficaz.
Hay que añadir, por último, que todo conjunto de personas no tiene por qué formar
un grupo. En efecto, si un grupo no interacciona aunque exista un conocimiento
mutuo, como es el caso de una asociación o un sindicato, no sería considerado como
tal. En cambio, un comité, una junta o una comisión si pueden considerarse como
grupo.
Después de haber precisado como se organiza un grupo, podemos ver el concepto
de equipo. Un equipo de trabajo es un grupo pequeño compuesto por personas que
están en contacto directo, colaboran entre sí y se han comprometido a llevar a cabo
un objetivo común mediante una acción coordinada, que forma parte del trabajo de la
organización de la que ellos son responsables.
Además, los equipos de trabajo interactúan entre sí mismos laboralmente de forma
colectiva para obtener metas comunes. Interacción que va a generar sinergias positivas
mediante los esfuerzos coordinados. Este hecho induce a la aparición de responsabilidades,
no solamente individuales, sino también mutuas entre los miembros del
equipo.
Hay cinco principios claves para formar un verdadero equipo de trabajo que
sea lo más eficiente posible. Estos son los siguientes:
— Definir los equipos desde el punto de vista de las oportunidades de actuación.
— Asignar los miembros del equipo basándose en las capacidades, no en el status.
— Elegir a los líderes basándose en las actitudes y creencias, no en la antigüedad
o en el cargo.
— Establecer, con claridad, las responsabilidades tanto individuales como colectivas.
— Generar sinergias positivas por medio de esfuerzos coordinados.
Cuando en un grupo podemos rastrear estos cinco elementos, podemos denominarlo
equipo de trabajo.
De este modo, podemos decir que todo equipo es un grupo, pero no todo grupo es
un equipo.
Cinco elementos son los que definen a un equipo:
— El equipo es un grupo de personas.
— Está dotado de una finalidad común.
— Posee una existencia propia.
— Tiene un dinamismo y una historia propios.
— Depende estrechamente de las relaciones interpersonales que se establecen
entre sus miembros.
Cuando podemos afirmar la existencia de un equipo de trabajo dentro de una organización,
éste permite llevar a cabo acciones importantes cuando:
— No tiene que ser un individuo solo quien solucione el problema sino un equipo
mediante diferentes juicios.
— Es un trabajo complejo donde hay que repartir las tareas entre los diferentes
miembros del equipo.
— Es una situación de riesgo con decisión extrema, un equipo es más creativo e
innovador que una persona sola.
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