Las principales consecuencias se agrupan bajo tres categorías:
1) Rendimiento: entendido en sentido amplio, tanto en calidad como en cantidad.
Las consecuencias en este aspecto dependen de las normas que haya generado el sistema
interno. Cuando la cohesión del grupo va hermanada con una actitud positiva
hacia la organización -principalmente por efecto del liderazgo del superior inmediato-
el efecto del comportamiento del grupo sobre el rendimiento puede alcanzar cotas
altísimas.
2) Satisfacción: Las interacciones y las actividades espontáneas que emergen en el
grupo y los sentimientos amistosos que se desarrollan entre sus miembros afectan
grandemente a las satisfacciones que éstos derivan de su vida laboral. Si el grupo
brinda raíces sociales a sus miembros y si la colaboración prospera entre ellos la jornada
laboral puede convertirse en una grata experiencia. Si debido a las barreras establecidas
por la organización formal, los componentes de la unidad no llegan a constituir
un grupo mínimamente cohesionado o si los antagonismos oscurecen las relaciones
entre ellos, la jornada laboral puede convertirse en una experiencia decepcionante,
cuando no crispante.
3) Desarrollo personal: Los grupos informales varían en el grado en que facilitan
el desarrollo de las potencialidades de sus miembros. Según las normas emergentes,
cabe que promuevan el perfeccionamiento profesional y el logro de sus miembros o
que ahoguen toda iniciativa personal.
Todo sistema social, incluidos los grupos informales, dispone de un mecanismo en
virtud del cual toma nota de las consecuencias de su comportamiento, de modo que
realimenta su funcionamiento. Se denomina realimentación o feedback a este mecanismo
que posibilita el aprendizaje, permitiendo rectificar políticas y procedimientos.
LAS CONSECUENCIAS DEL SISTEMA EMERGENTE Y EL MECANISMO DE FEEDBACK. Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas
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