1) Actividades compensatorias
Cuando el contenido del trabajo es muy repetitivo, con el sentimiento aparejado de monotonía, es probable que se suscite una conversación como reacción compensatoria, siempre que el resto de los factores lo permitan (el ruido, el control del supervisor, etc.). El peligro es que estas actividades compensatorias, al aparentar ausencia de seriedad y poca productividad, sean perseguidas por el mando, haciendo el trabajo insufrible para el empleado.
En toda actividad suele haber algún tipo de interacción entre los ocupantes de los puestos de trabajo. Quienes por razón del diseño de la tarea tienen que interaccionar, es más probable que, en ausencia de influencias contrarias, desarrollen sentimientos positivos. En una expresión más coloquial se diría que el roce hace el cariño. También es posible que surjan antagonismos. Es natural al grupo la existencia de conflicto.
Si surgen sentimientos amistosos es probable que surjan actividades espontáneas, las cuales además implican interacciones. Cuando los altos directivos están en despachos vecinos es más probable que, si los demás factores ayudan, lleguen a formar una piña.
Cuando existe roce entre las personas se hacen amigas y algo más, acaban asemejándose. Pasa en la pareja que lleva años unida. Ello se traduce en una estandarización de las actividades, de las interacciones y de los sentimientos. Las normas sociales concretan qué se espera de cada miembro del grupo. Es un código de conducta. Toda norma social va además acompañada de algún tipo de sanción en caso de infracción: miradas reprobatorias, reprimenda, sarcasmo, ostracismo.
La red de relaciones entre los miembros de un grupo no es uniformemente tupida. En algunas zonas es más tupida. Cuanto mayor es la oportunidad de interacción entre las personas, mayor es la intensidad de los sentimientos positivos que es probable que surjan. Y mayor similitud hay en las actividades entre las personas que interaccionan frecuentemente que entre las personas que interactúan menos. Dentro del grupo se crean subgrupos o pandillas, lo que no altera la unidad del mismo.
LA GÉNESIS DEL SISTEMA EMERGENTE. Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas
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