Como hemos dicho anteriormente, el tema de la motivación no debe tratarse como un hecho aislado. La motivación debe desarrollarse en una determinada empresa, en un tiempo concreto y con unas circunstancias sociales, políticas y económicas externas al propio mundo de la empresa, pero que ejercen una fuerte influencia sobre la misma. Es necesario, por tanto, al plantearse el ejercicio de la motivación, realizar un análisis de estos factores. Entre los factores que es necesario analizar, los más esenciales son: la empresa: sus objetivos; el individuo: sus necesidades básicas; el trabajador: realidad individual.
Una empresa determinada se crea con un fin concreto, común en principio, que es generar beneficios. Existe, pues, un planteamiento económico que puede proyectarse a corto, medio o largo plazo. En el primer supuesto, corto plazo, la empresa nace con una vocación breve en el tiempo. Dentro de su brevedad, necesita de personas con unas motivaciones concretas y que se adapten perfectamente a las circunstancias de este tipo de empresas. En el segundo supuesto, medio plazo, la empresa en su creación suele mantener una vocación de futuro prolongada, pero no tiene la seguridad plena de realizarlo. Es un tipo de empresas en las que la actitud de los empleados puede influir positivamente en su continuidad, por lo que el factor motivación jugará un papel muy importante. En el tercer supuesto, a largo plazo, la empresa nace con una vocación ilimitada en el tiempo. Son, ahora, necesarios hombres que conduzcan a la empresa a una plena actualización y adaptación continua a las nuevas tecnologías y exigencias del mercado, para lo que es necesario un plan de motivación eficaz y aceptado por el entorno social de la empresa. Hasta aquí hemos hecho mención de los objetivos de la empresa en el tiempo, pero, para su consecución, es necesario planificar objetivos concretos de forma sucesiva. Los objetivos de la empresa no son otra cosa que la contestación a la pregunta de qué quiere la empresa, qué metas se ha propuesto y ello en todas las facetas de la actividad empresarial. Elemento básico de todo plan de motivación es la participación de los trabajadores en los objetivos de la empresa.
La dirección de la empresa se plantea, generalmente al comienzo del ejercicio económico, una serie de notas que en una primera fase deben discutirse con la primera línea jerárquica para ver su posibilidad de consecución. Una vez tamizados, y vista su asequibilidad, se fijan los objetivos generales. Seguidamente se fijan los objetivos departamentales.
b) Objetivos departamentales
El Director/Jefe del Departamento se reúne con sus colaboradores más directos y expone el objetivo general y la participación que el Departamento debe tener en el mismo. De esta forma, se descompone el objetivo departamental en objetivos subdepartamentales.
Se establecen, en función de los objetivos departamentales, una serie de acciones a ejecutar que deben ser conocidas y discutidas por todo el personal perteneciente al Departamento, quien contribuirá con las opiniones que estime pueden mejorar la acción. Llegado a este punto, quedará concretizado, hasta en sus últimos detalles, el objetivo general.
Consideraciones respecto a los objetivos:
— Claros, concretos y realizables.
— Para que exista compromiso hacia los mismos, no sólo es necesario que sean conocidos, sino que se haya participado en las diferentes fases de los mismos.
— Se dará información puntual de los logros que respecto al objetivo se vayan consiguiendo, así como de las desviaciones para un análisis de las causas que las han motivado.
—Conseguido el objetivo general, se hará un balance de las repercusiones internas y externas que se derivan, resaltando la participación que todo el personal ha tenido en el mismo.
Señalar, por último, que una participación en los objetivos conlleva una política bien perfilada de comunicación, tanto ascendente como descendente, ya que un elemento básico en todo plan de motivación es estructurar un plan de comunicación que lleve hasta el último componente de la empresa un sentido a su trabajo, que le haga partícipe de la evolución de la empresa, a la que habrá aportado la realización eficaz de su trabajo.
La empresa está conformada por una serie de personas con su propia individualidad y lo que es válido para una, puede no serlo para otra. Al tiempo, se van conformando una serie de grupos con unas motivaciones comunes. El problerna es diseñar unas pautas de actuación que sirvan para dar un tratamiento individual al trabajador, lo que no es una tarea simple.
a) La incorporación al trabajo
El momento de la incorporación es esencial y la persona encargada de realizar la introducción debe informar de lo que es la empresa. Se debe clarificar con precisión todo lo relativo a salarios, horarios, pautas de enjuiciamiento interno, si es contratado por tiempo determinado de las posibilidades que tiene de renovación y en base a qué medidas puede producirse, del mando de quien va a depender, de los canales previstos para la comunicación con sus superiores... En definitiva, explicar las reglas más elementales de forma que se acoplen por completo con la realidad de la empresa.
b) Primer problema personal relacionado con el trabajo
Indudablemente, el primer problema relacionado con el trabajo, por nimio que sea, se presenta. Este es un momento importante de gran trascendencia para el futuro. De ahí la necesidad de darle un tratamiento adecuado. La forma más correcta de darle el tratamiento mencionado es individualizar la relación con el afectado. Si en este primer problema laboral encuentra comprensión dentro de la firmeza, así como un análisis pormenorizado de su conducta con un sentido positivo, y no una respuesta agresiva desprovista de emotividad, su reacción hacia la empresa será positiva, mejorando el rendimiento y la calidad del trabajo.
Afirmar que los problemas personales se deben dejar fuera del trabajo es una frase apartada de la realidad. La empresa debe crear un clima en el que el trabajador se encuentre seguro en el aspecto laboral y en el personal. Para poder tener este ambiente es necesario un trabajo continuo y establecer una dinámica de confianza, de forma que la persona sepa que va a ser atendido y que, en la medida de lo posible, se le va a ayudar a resolver su problema personal que, por otra parte, le impedirá realizar su trabajo con eficacia.
d) La promoción personal en el trabajo
Es fundamental establecer las reglas que guíen la promoción profesional, de forma que la objetividad sea el conducto y la respuesta hacia todo el colectivo de trabajadores. Estos deben conocer el desarrollo futuro en la empresa, así como el medio que tienen para realizarlo. Cuando estos parámetros están claros, el no promocionado acepta de otros compañeros, exteriorizando su asentimiento a esta forma de proceder de la empresa. Una política incentivadora no puede ignorar el hecho de que las reglas dependan de un sistema objetivo.
e) El salario
Es uno de los mecanismos que más utilizan algunas empresas para motivar a sus trabajadores. Su mal uso puede ser base para la creación de grupos adversos y, además, fuente de conflictividad. La transparencia en esta materia debe ser lo más amplia posible, así como los parámetros que han servido de guía para efectuar las escalas salariales. Una actuación oscurantista en esta materia, por justa que sea, será tachada de irregular y nunca será aceptada por los trabajadores.
LA INFLUENCIA DEL ENTORNO EN LA MOTIVACIÓN. Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas
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