La comprensión actúa como un amortiguador de la crueldad. ¿Hasta dónde seríamos más felices, tendríamos más éxito como individuos y seríamos más civilizados como sociedad si prestásemos más atención a la inteligencia emocional, y supiéramos enseñarla mejor? Los estudiantes con problemas para ser aceptados por sus compañeros tienen de dos a ocho más posibilidades de abandonar los estudios. Una incapacidad de controlar la frustración se relaciona con los desórdenes alimentarios en las chicas. El problema puede ser que las aptitudes emocionales, igual que las intelectuales, son moralmente neutras. Sin dirección moral predeterminada, la inteligencia emocional puede utilizarse libremente bien o mal.
Una competencia es un rasgo personal o un conjunto de hábitos que llevan a un desempeño laboral superior o más eficaz o, por decirlo de otro modo, una habilidad que aumenta el valor económico del esfuerzo que una persona realiza en el mundo laboral. Inteligencia práctica: una combinación de destreza y experiencia. Así pues, aparte del CI son nuestras habilidades prácticas y las capacidades técnicas que podamos dominar las que determinarán nuestro desempeño cotidiano. La pericia es, en gran medida, una combinación entre el sentido común y los conocimientos y habilidades concretos necesarios para desempeñar adecuadamente nuestro trabajo. La pericia se adquiere mediante el aprendizaje cotidiano y nos permite comprender los entresijos de una determinada profesión, un conocimiento real que sólo puede ser fruto de la práctica. Una competencia emocional es una capacidad adquirida basada en la inteligencia emocional que da lugar a un desempeño laboral sobresaliente. ¿Por qué el tema de la inteligencia emocional ha capturado la atención de los medios científicos, académicos, empresariales, de comunicación y sociales en todo el mundo? Pueden haber varias razones que expliquen este fenómeno, pero me atrevería a señalar que la principal es la dramática comprobación a diario de los gravísimos problemas sociales y humanos que se viven en todo momento en el mundo. La inteligencia emocional en este escenario cotidiano de desencuentros y angustias no representaría sino una necesidad de reencontrarnos con nosotros mismos y los demás, además de una esperanza viva para la humanidad.
Viktor E. Frankl (1905 - 1997), el notable médico psiquiatra y neurólogo austriaco, fundador de la tercera escuela vienesa de psicoterapia, reflexionaba sobre los graves problemas existenciales y los males sociales de la época contemporánea en varios de sus extraordinarios libros y planteaba como una respuesta a los mismos la logoterapia y el análisis existencial. Los principios en los que se basa la logoterapia, de acuerdo a Joseph Fabry, uno de discípulos más conspicuos de Frankl, son los siguientes:
— La vida tiene sentido en cualquier circunstancia;
— El hombre es dueño de una voluntad de sentido, y se siente frustrado o vacío cuando deja de ejercerla;
— El hombre es libre, dentro de sus obvias manifestaciones, para consumar el sentido de su existencia.
Viktor E. Frankl explicó también la neurosis colectiva que caracteriza a las sociedades enfermas. Los síntomas de estas sociedades enfermas, serían los siguientes:
— El fatalismo, es decir la creencia de que existe un destino inexorable que encierra al ser humano en los límites de un determinismo del que no es posible escapar. Esta mentalidad fatalista es uno de los rasgos psicosociales de la cultura de la pobreza en Latinoamérica y en todo el mundo.
— El fanatismo o el reduccionismo en creencias, valores y comportamientos que alejan al ser humano de su racionalidad y lo impulsan a la exclusión, los prejuicios y el autoritarismo. Se manifiesta en la política, la religión, la cultura, el deporte y en muchos de los ismos segregacionistas de la época actual.
La masificación o la pérdida del sentido de la individualidad que convierte al hombre libre en un hombre masa. Los totalitarismos de cualquier signo político engendran este tipo de personalidad básica. Frankl también comprendió los males de nuestra época contemporánea, y los clasificó en tres grupos:
— La depresión, una de las enfermedades psiquiátricas de mayor gravedad, que tiene incidencia y prevalencia mundial en constante aumento. Se manifiesta también bajo la forma de desaliento, desánimo y desesperanza en la vida y por la vida.
— Las adicciones, que en los últimos años no solamente se han agravado sino que inclusive han aparecido nuevas formas con el desarrollo tecnológico. Es un problema mundial que tiene hondas y dramáticas repercusiones psicológicas, sociales, culturales, legales, económicas y políticas.
— La agresión, manifestada en todo momento y en todos los confines del planeta. Aparece revestida bajo la forma de conflictos de pareja, abandono familiar, paternidad no responsable, pobreza extrema, explotación de niños y mujeres para la prostitución, pandillas infantiles y juveniles, delincuencia criminal, tráfico de drogas, guerrillas, terrorismo, revueltas sociales y protestas, terrorismo, torturas y muchas otras formas más de violencia.
El mensaje de Viktor E. Frankl, sintetizado en sus bellas palabras: “A pesar de todo, sí a la vida”, es realmente esperanzador para un mundo en el que grandes masas de personas pierden la fe en su propia vida y en la vida. El desafío para todos nosotros, recogiendo el esperanzador mensaje frankliano, es aprender a vivir cada día plenos de sentido o, lo que es lo mismo, plenos de humanidad por la riqueza de nuestros principios y valores.
"Emotional Intelligence: Is There Anything To It?
Inteligencia Emocional - Daniel Goleman
ORIGEN DE INTELIGENCIA EMOCIONAL. ARISTÓTELES. CONCEPTOS. Escrito en EL MASTER DEL GUAPO HACKER, de Xavier Valderas
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